¿Qué hacer si estoy siendo víctima de abuso sexual?

¿Qué hacer si estoy siendo víctima de abuso sexual?

 

Redacción: Viena Hernández

Tegucigalpa. – En Honduras, la violencia y el abuso se ha normalizado tanto que se ha convertido en una especie de cultura la comisión de este tipo de delitos sin que pasen a ser denunciados por la mayoría de las personas, dando paso a una forma de aceptación que termina extendiendo esos crímenes a la impunidad, la pregunta que queda, pese a esa situación es: ¿Qué hacer si estoy siendo víctima de abuso sexual?

La cultura de la denuncia debe hacerse más sólida, para contrarrestar  que la sociedad tienda a creer más en el agresor que en la persona agredida, lo que provoca que además se ignoren los indicadores presentados por quienes están sufriendo de abuso sexual en su propio hogar o por parte de un conocido.

La psicóloga de Visitación Padilla, Cristina Alvarado, compartió a Criterio.hn que, las llamadas realizadas al Sistema Nacional de Emergencia 911, de enero a agosto de 2022 han sido mínimas, en agosto se recibieron 166 llamadas, de las cuales 60 eran denuncias de violencia sexual, 60 por tentativa de violación y 56 por hostigamiento sexual.

“Llevamos un acumulado hasta el 2022 de 1, 275 llamadas, de las cuales 456 son por violación, 497 por tentativa de violación y 322 por hostigamiento sexual, ahora bien, el Ministerio Público, está reportando más de 1, 000 requerimientos fiscales anualmente”, detalló Alvarado.

El Observatorio de la Violencia ha mostrado cifras abrumadoras, por ejemplo, de 2015 a 2021, reportaron más de 17 mil requerimientos fiscales, de los cuales 10, 355 eran por abuso sexual a niñas y niños de cero a 14 años. El 87% eran denuncias presentadas por abuso a niñas y mujeres jóvenes.

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¿DÓNDE ACUDIR?

Una persona que está siendo víctima de abuso sexual, primero, debería interponer su denuncia, podría acercase a una persona de confianza para que la acompañe y lleve al Módulo de Atención Integral Especializada (MAIE) del Ministerio Público.

El MAIE es el ente encargado de atender ese tipo de denuncias, llevar a cabo el proceso de investigación y otros exámenes. Asimismo, la persona puede acercarse a organizaciones como Visitación Padilla para obtener el acompañamiento adecuado en asesoría legal y apoyo emocional.

“Estos casos de abuso sexual van quedando en el sistema porque alrededor de ellas hay una situación de miedo, de amenazas, muchas veces ni siquiera la misma familia les cree porque puede que estén denunciando al abuelo, el tío, el primo o al padrastro y, desde esa perspectiva, prefieren creer en los agresores y no en las víctimas”, apuntó Alvarado.

Ante todo, denunciar es clave para continuar con el proceso legal y, sobre todo, para obligar a provocar precedentes en la justicia hondureña en contra de estos crímenes que en su mayoría quedan impunes.

En la mayoría de los casos el agresor sexual es cercano al entorno del menor de edad, pudiendo ser padres, abuelos, tíos, siendo la desintegración familiar uno de los factores que pone en peligro a los infantes, al ofrecerles un ambiente desequilibrado y peligroso.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), define dentro de las categorías de maltrato infantil que, el abuso es una negligencia de atención hacia aquellas personas menores de 18 años, incluyendo que quedan lesiones físicas, psicológicas tras el abuso sexual o la explotación sexual comercial entre otros delitos.

Es alarmante lo que señalan las estadísticas, sobre que, al menos cada seis horas un menor de edad es abusado sexualmente en Honduras.

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DAÑOS EN SALUD MENTAL DE NIÑEZ Y JUVENTUD ABUSADA

La psicóloga industrial, Fabiola Lagos, en conversación con Criterio.hn señaló que, son muchos los daños y las secuelas en la salud mental de la niñez y la juventud víctimas de abusos sexuales.

En su mayoría, se ha diagnosticado que estas personas presentan depresión, ansiedad, trastornos graves de personalidad y el doble de riesgo en intentos de suicidio.

Queda un gran daño en la salud y el desarrollo, además, se violenta y deteriora la dignidad e integridad de la víctima. En cuanto a las consecuencias en la edad adulta, se irán manifestando a medida se vayan desarrollando de manera psicosocial.

“Las secuelas del maltrato en esta etapa van a ser muy amplias, obviamente habrá pensamientos encaminados a cometer un delito, abuso, suicidio, también se puede desarrollar psicosis, esquizofrenia, trastornos bipolares, todo a raíz de la carga negativa y ese impacto que el abuso deja”, detalló Lagos.

En la edad primaria, las niñas y niños presentan aislamiento, conducta introvertida, rechazo, miedo, pánico, agresividad, bajo rendimiento, entre otras consecuencias.

Los problemas de personalidad se manifiestan en los cambios de comportamiento y en los problemas de conducta, los cuales responden al impacto negativo en el desarrollo integral de la víctima en cada una de sus áreas, desde la familiar, escolar, la social y la religiosa.

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UN HECHO REPUDIABLE

El seis de septiembre, sucedió uno de esos aberrantes casos de violación sexual. Un hombre de 22 años abusó de su hija de solo dos años de edad, dejándola ensangrentada, evidentemente porque daño que ocasionó en sus zonas íntimas.

Fue la madre del agresor quien lo denunció al encontrar a su nieta llorando en uno de los dormitorios de su vivienda, ubicada en Esquipulas número 2, San Pedro Sula.

Para reconstruirle las cavidades genitoreactales, la niña fue sometida a una cirugía en el Hospital Mario Catarino Rivas de San Pedro Sula, al norte de Honduras y, lo más seguro, es que esa no sea la única cirugía a la cual será sometida, ni hablar del severo trauma que llevará consigo a lo largo de su vida.

Debido a los gravísimos daños provocados a la menor de edad, la intervención quirúrgica de más de cuatro horas para reconstruir su cavidad abdominal hasta la región genitorectal, fue realizada por un equipo de médicos forenses, enfermeras, anestesiólogos y cirujanos pediatras.

La Policía Nacional capturó al hombre luego de la denuncia recibida y anunciaron que se continuará con el caso. Sin embargo, en Honduras delitos como este quedan impunes o reciben penas mínimas.

Lagos compartió que, en el mundo, la violencia de género afecta los hogares de uno de cada cuatro niños y niñas menores de cinco años, además, seis de cada 10 mujeres han manifestado ser víctimas de algún tipo de atentado de naturaleza sexual a lo largo de su vida.

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Cristina Alvarado, expresó a este medio digital que, estos niños, niñas y adolescentes son víctimas de una situación que produce un trauma, el cual se manifiesta a nivel físico, emocional, mental y de diversas maneras.

A nivel mental pueden presentar problemas de personalidad, cambios bruscos de comportamiento, sufrir una enfermedad como la depresión que los lleve incluso a la autoagresión.

Cuando eran niños y niñas extrovertidos, de repente se hacen introvertidos, tímidos, rebeldes, con comportamientos compulsivos, impulsivos, presentan cambios en el rendimiento escolar y en el aprendizaje, además, posibles manifestaciones de ira, no obstante, cada persona muestra diferentes manifestaciones y comportamientos.

El despertar sexual está vinculado al abuso que sufrieron y los denominan promiscuos, -explicó Alvarado-, pero las personas tienden a justificar a los agresores, pues existe una complicidad de la sociedad a favor del victimario, debido a pensamiento machista y patriarcal.

  • Jorge Burgos
    Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. jorgeburgos@criterio.hn

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