Mañana comienza diálogo entre el gobierno y los trabajadores
Tegucigalpa.-Las principales ciudades de Honduras amanecieron paralizadas este lunes por protestas de los trabajadores del sector público, quienes exigen un reajuste salarial, mejoras a sus condiciones laborales y respeto a sus derechos.
Las actividades de protesta, que se centraron en las principales ciudades del país: Tegucigalpa, San Pedro Sula y La Ceiba, fueron apoyadas por las centrales obreras.
La mayoría de los inconformes pertenecen a los sindicatos de empleados del sistema sanitarios, específicamente de la Asociación Nacional de Enfermeras/Enfermeros Auxiliares de Honduras (ANEEAH) y del Sindicato de Trabajadores de la Medicina, Hospitales y Similares (Sitramedhys).
Los trabajadores de la salud exigen un reajuste salarial que, en algunos casos, anda hasta en L5000 (USD 204). Los empleados arguyen el alto costo de la vida que se traduce en una canasta básica que se estima en un costo mensual de L11,000 (USD 450), frente a una una inflación que en noviembre era de 10,4%.
Las protestas en Tegucigalpa se concentraron en los acceso del Centro Cívico Gubernamental, un edificio que concentra la mayoría de las oficinas públicas, donde se impidió el ingreso de los empleados gubernamentales y se evitó el desarrollo de los trámites que allí se efectúan.
A pocos metros de la protesta de los trabajadores de la salud se desarrolló otro mitín callejero por parte de los empleados de la Empresa Nacional de Telecomunicaciones (Hondutel) que exigieron el pago atrasado de cinco meses de salario.
Mientras que en la norteña ciudad de San Pedro Sula los trabajadores sanitarios se tomaron el Hospital Mario Catarino Rivas, uno de los principales centros asistenciales de la zona norte. Los medicos de este hospital declararon ante medios de comunicación que el sistema sanitario está en crisis y que no hay condiciones para la atención primaria de los pacientes.
El médico Samuel Santos manifestó que solo en ese centro asistencial no se le ha pagado el salario, desde junio, a más de 800 médicos contratados bajo la modalidad de contrato.
“Esto nos lleva a confrontación con los pacientes cuando no hay suficiente medicamento y no podemos dar una atención de equidad e igualdad a nuestros pacientes como lo merece el pueblo de Honduras”, manifestó Santos.
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Mencionó que pese a que en que en junio se firmó un acuerdo de pago para que a partir de septiembre todo el personal de salud recibiera sus salarios, eso aún no ha ocurrido.
EL TRIUNFO DE XIOMARA CASTRO Y SUS PROMESAS
El 28 de noviembre pasado el gobierno de Xiomara Castro celebró un año de haber vencido en las urnas a la dictadura que por doce años mantuvo el Partido Nacional, con farmacias públicas vacías, hospitales trabajando a medias y sin las debidas condiciones sanitarias.
Sin embargo, a más de diez meses del mandato de Castro, las exigencias continúan siendo las mimas, con un sistema sanitario colapsado que se refleja en el incumplimiento de pagos salariales, falta de medicamentos y equipo médico, así como una red hospitalaria deplorable.
Los médicos han manifestado en diferentes ocasiones que el sistema sanitario empeora incluso alegan que no pueden trabajar en esas condiciones.
En vista de la situación arriba expuesta el Colegio Médico de Honduras (CMH), presentó el pasado 28 de octubre un plan para la reconstrucción del sistema sanitario. Este plan propone que el Estado garantice la protección a la salud bajo criterios de universalidad, igualdad y gratuidad para que la población reciba lo que como derecho humano le corresponde.
Sin embargo, hasta la fecha, el (CMH) no ha dado a conocer la reacción de las autoridades de la Secretaría de Salud sobre dicha propuesta de reconstrucción en el sector salud.
En entrevista reciente con Criterio.hn la presidenta del (CMH), Helga Codina manifestó que el sistema de atención terciaria está en condiciones precarias, de hecho, aseveró que ell 90% de la población hondureña que asiste a los centros de salud pública se retiran con sus demandas insatisfechas.
En los últimos doce años la corrupción agudizó la crisis en el sistema sanitario público mediante compra de medicamentosa sobre valorados y adulterados. De hecho, se registró el caso más emblemático de corrupción estatal que implicó el saqueo de al menos USD 350 millones del Instituto Hondureño de Seguridad Social.
Asimismo, durante el momento más álgido de la pandemia por la Covid 19 con la estafa de los hospitales móviles, una transacción corrupta que se orquestó desde Inversiones Estratégicas Honduras (Invest-H) mediante la compra de siete hospitales elaborados a base de contenedores inservibles para el montaje de centros médicos para atender los pacientes afectados por la pandemia. Este acto de corrupción representó el desembolso de casi USD 48 millones.
PROTESTAS TRAS PROTESTAS
A lo largo de estos diez meses de gobierno de Castro las manifestaciones han sido consecutivas. Uno de esos sectores que también reclaman son los campesinos y las poblaciones indígenas y negras, quienes exigen tierras y la titulación de estas
La mayoría de las protestas han bloqueado los accesos de las principales carreteras del país y calles y avenidas de las principales ciudades, impidiendo el libre tránsito y afectando la economía nacional.
Hasta el momento los protestantes no han sido reprimidos por la policía, a excepción de los pobladores de Punta Gorda, Roatán, Islas de la Bahía, quienes durante una protesta en reclamo a sus tierras ancestrales fueron violentamente desalojados mediante empujones y el lanzamiento de gas lacrimógeno.
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Otro sector que también ha sido parte de las protestas es el de los transportistas, quienes han sido afectados por la extorsión.
El sociólogo de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), Blas Enrique Mejía manifestó que la problemática de los diferentes sectores ha sido heredada por el gobierno anterior.
Agregó que producto de la represión que se vivió por doce años, muchos de estos sectores que hoy se manifiestan en las calles no pudieron expresarse ni plantear sus demandas, por lo que se acumularon los problemas y hoy se están viendo las consecuencias.
A juicio de Mejía las organizaciones están en todo su derecho de protestar y exigir aumentos salariales, sin embargo, considera que “el problema es que el mismo gobierno está pasando por una crisis porque dejaron al Estado en calamidad y este gobierno no tiene mucho que ofrecer a causa de eso”.
Las protestas de los empleados públicos continuarán hasta que el gobierno les resuelva sus demandas, afirmaron sus dirigentes.
Por su parte el secretario de la Presidencia, Rodolfo Pastor de María y Campos, aseguró en una conferencia de prensa que las demandas de los trabajadores serán escuchadas a partir de mañana mediante un diálogo en el que se discutirán los distintos escenarios y posibles soluciones .
Aclaró que el presupuesto de 2023 está comprometido en mejorar las condiciones de los hondureños y que la solución se efectuará con base a las condiciones económicas del país.
