Personas defensoras advierten que el retroceso en derechos LGBTIQ+ en EE. UU. podría influir negativamente en Honduras, donde sectores conservadores celebran medidas firmadas por Donald Trump
Expresan, además, preocupación por personas LGBTIQ+ migrantes que podrían ser deportadas y enfrentar violencia e incluso la muerte en Honduras
Tegucigalpa. – El efecto domino que tendrá en Honduras el retroceso de los derechos de la población LGBTIQ+ en Estados Unidos preocupa a personas defensoras de derechos humanos en Honduras, quienes observan con alarma cómo los círculos conservadores en el país celebran las ordenes ejecutivas anti LGBTIQ+ firmadas por Donald Trump.
Tiara Barrientos, integrante de la organización Somos CDC, explicó a Criterio.hn que la cobertura amarillista de la temática en medios de comunicación hondureños ha dado paso a comentarios en los que se afirma que, gracias a Donald Trump ,“ya se va a terminar esta pandemia LGBTIQ+” o que “por fin, alguien [Trump] vino a poner fin a estas personas progres”.
Esto, apuntó Barrientos, fomenta los discursos de odio en aspirantes a cargos de elección popular, quienes, previamente, han manifestado posturas antiderechos, como es el caso de Salvador Nasralla, candidato presidencial por el Partido Liberal, quien no ha ocultado su afinidad con los grupos antiderechos.
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Jennifer Córdoba, directora de la Colectiva de Mujeres Trans Muñecas de Arcoíris, señaló que el discurso de la administración Trump reconociendo únicamente dos géneros, ha sido retomado por políticos, periodistas y organizaciones fundamentalistas religiosas para validar su discurso de odio y discriminación en Honduras.
Como resultado, Córdoba apuntó que políticas públicas para la población trans –como la propuesta de ley de identidad de género e iniciativas de inclusión para las personas trans– sufrirán un retroceso. A la vez que medios de comunicación continuarán ridiculizando el trabajo que abandera la población diversa.
Dany Montecinos, coordinador de la Asociación Kukulcán, señaló que el discurso de odio proveniente de Estados Unidos y de otros gobiernos conservadores está provocando un retroceso global en los derechos humanos de las personas LGBTIQ+.
Agregó que, en países como Honduras, donde históricamente no se han garantizado estos derechos, este fenómeno agrava aún más la situación, funcionando como una “bola de nieve” que impide avances en la reivindicación de sus derechos.
Además, Montecinos advirtió que, aunque Honduras cuenta con un gobierno que pareciera tener un posicionamiento político distinto, continúa siendo influenciando por sectores religiosos conservadores de ultraderecha, lo cual profundiza las barreras para la población diversa.
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PREOCUPACIÓN POR POBLACIÓN LGBTIQ+ MIGRANTE
Dany Montecinos también expresó su preocupación por el riesgo de que Honduras replique discursos anti-LGBTI importados, sumado a la falta de cooperación internacional y al rechazo de personas LGBTI migrantes. Todo ello, dijo, podría desencadenar un aumento en la violencia contra poblaciones históricamente vulnerables.
“Importar discursos de odio y negar derechos a personas LGBTI migrantes puede detonar reacciones violentas en un país donde ya somos altamente vulnerables”, declaró el coordinador de la organización Kukulcán.
Al igual que Montecinos, Tiara Barrientos y Jennifer Córdoba expresaron su preocupación por la población LGBTIQ+ que migró a Estados Unidos, especialmente quienes abandonaron Honduras por motivos de seguridad.
«¿Qué va a pasar cuando esas personas sean detenidas y retornadas a Honduras? Estoy alarmada porque si estas personas vuelven lo que van a encontrar es la muerte. Si huyeron por el tema de violencia en el país, por la persecución, por ser defensoras de derechos humanos, o por ser LGBTI, o por denunciar a la Policía Nacional o la Policía Militar. […] Si estas personas son deportadas de Estados Unidos, lo que encontrarán en el país no es un retorno a casa, sino la muerte», manifestó Jennifer Córdoba.
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RETROCESO EN EE UU Y DESINFORMACIÓN EN HONDURAS
Grecia O’Hara, integrante de Somos CDC, expresó que el retroceso en el ejercicio de los derechos de las personas trans, lesbianas, bisexuales y gays en Estados Unidos sin duda tendrá repercusiones en Honduras, especialmente a nivel mediático, ya que la población hondureña “consume mucho el contenido del país del norte”.
«[L]as personas, al ver que en otros países donde sí se habían garantizado los derechos, se está retrocediendo, […] se aprovecharán de eso a nivel político, a nivel educativo, social, laboral, y en el ámbito de salud, para seguir erosionando los derechos que no se nos han garantizado», manifestó O’Hara.
El desmantelamiento de la Agencia de EE. UU. para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés) limitó el trabajo de incidencia de organizaciones promotoras de derechos humanos, entre ellas las colectivas para la defensa de la población LGBTIQ+.
De interés: El fin de USAID y la geopolítica de Trump: América Latina en la incertidumbreTiara Barrientos especificó que las reformas realizadas por la administración Trump, sumadas al panorama electoral en Honduras, dificultarán el reconocimiento de los derechos humanos, por lo que el trabajo de la sociedad civil se verá limitado por la situación financiera y trámites administrativos. Sin embargo, Barrientos no duda que las personas de la diversidad se mantendrán resilientes, buscando estrategias para abrir puertas e identificar actores claves con quienes pueden trabajar.
