La insurrección

La insurrección nunca va hacia atrás

Presidente Hernández

Por: Oscar Miguel Marroquín

Justo ahí, están ellas, en la primera línea de fuego, en la discusión de su futuro, en las asambleas informativas, en las barricadas, en las manifestaciones, en fin, en todos lados, algunas son enfermeras, otras profesoras, vendedoras de los mercados, artistas, estudiantes, doctoras, ingenieras, campesinas, obreras, y todas ellas, con decisión inquebrantable enfrentan al dictador; no se asustan, no se rinden, porque ellas, las mujeres, son justamente vida que camina por los senderos de Honduras construyendo su futuro.

Con el escaso pensamiento de todo buen gorila, los militares pretenden sembrar miedo, terror, paralizar la protesta social, baya si se equivocan, una y un millón de veces se equivocaron, y continuarán equivocándose, porque la presencia de las mujeres en el combate acabará con el maligno deseo de verlas arrodilladas, ellas creo, son fieras indomables, imposible doblegar el espíritu de las mujeres.

Mostrando la dictadura poder y fuerza, y sacan a las calles sus carritos de combate, carritos de cartón que pronto podrían arder en llamas, cuando las mujeres así lo decidan, porque ellas son fuego, son llamas inapagables, son hijas del sol, son decisión incólume; aconsejo desde ya a los militares guarden esos cacharros, pues mañana, podría demasiado tarde, y les toque recoger, si es que pueden, las cenizas de lo que quede.

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No menosprecien a las mujeres, ni su capacidad de estrategia, ellas en sí mismas son táctica natural, son capaces de vencer al más poderoso dictador, si mis palabras no tienen mucho sustento, lean un poco sobre la memoria colectiva salvadoreña y principalmente, lo que atañe al más reciente finalizado conflicto armado, generales y coroneles fueron derrotados una y otra vez, por la hazaña de las mujeres, muchas de ellas, según cuenta la historia, mantuvieron a raya con las armas en las manos a batallones militares enteros, entrenados y apertrechados por los Estados Unidos.

Las estrategias de los gringos terminaron en cenizas.

Las mujeres no aprender a luchar, desde que nacen traen la lucha en la sangre, no por gusto las palabras, lucha y naturaleza tiene género femenino. Las mujeres en Honduras son madre y padre a la vez, eso demuestra su inclaudicable espíritu de lucha por salvar la vida de sus hijos e hijas. Pocos minutos después de haber parido en medio de la espesa montaña, enfrentaban de nuevo a su enemigo, nunca dieron tregua, a los supuestos valientes generales y coroneles.

El coronel Francisco Adolfo Castillo, quien ese entonces era viceministro de defensa de las fuerzas armadas salvadoreñas, quizá pueda contarles un poco más de la historia. Este fue mantenido en cautiverio por la guerrilla salvadoreña por un buen tiempo.

Ustedes pequeños y torpes soldaditos de plomo abandonen la miserable idea de vencer a este gigantesco ejército de mujeres catrachas, háganlo ahora mismo, mañana podría ser demasiado tarde, cuando esta insurrección queme todo lo que encuentre a su paso, incluyéndolos por supuesto a ustedes.

  • Jorge Burgos
    Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. jorgeburgos@criterio.hn

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