Honduras celebra el Día de la Tierra, con minerías a cielo abierto e incendios de grandes proporciones

El suelo es un recurso finito e importante para la vida humana, pues en la tierra se siembran nuestros alimentos, lo que significa que su pérdida y degradación afecta a todos.

Foto portada: Horacio Lorca/Criterio.hn

Tegucigalpa, Honduras.– El 22 de abril no es una fecha cualquiera, ya que, se celebra el Día Mundial de la Tierra, esto con el objetivo de concienciar a la humanidad sobre los problemas de la superpoblación y la contaminación de los suelos, misma que afecta de manera directa o indirecta a los humanos.

En Honduras resalta la destrucción y el acelerado deterioro ambiental y degradación de los suelos provocado por los incendios forestales, minería a cielo abierto, tala de bosques y otros daños en áreas protegidas y el asesinato de especies en extinción, lo que provoca sequías y escasez de agua.

Según cifras oficiales desde el mes de enero hasta el 17 de abril se han registrado más de 1,306 incendios que han afectado más de 55,408 hectáreas a nivel nacional.

En un comunicado oficial del Instituto de Conservación Forestal (ICF) señalaron que hasta el 18 de abril se reportan 26 incendios forestales en varios departamentos del país, siendo Francisco Morazán el más afectado. 

En el 2022 Francisco Morazán también fue el departamento más afectado por los incendios forestales, ya que se registraron 193 quemas que afectaron 6.371 hectáreas. El 5 de abril se registró un incendio de grandes proporciones en el cerro el Trigo en la zona de El Hatillo al norte de la capital, el cual se extendió por varios metros poniendo en peligro a los residentes de ese lugar. Hasta el lugar se trasladó personal del Cuerpo de Bomberos, Fuerzas Armadas y del programa Padre Andrés Tamayo.

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El suelo es un recurso finito e importante para la vida humana, pues en la tierra se siembran nuestros alimentos, lo que significa que su pérdida y degradación no es recuperable.

Los suelos son la piel del planeta, misma que ha sido contaminada y destruida por muchas actividades humanas y en otras instancias por la misma naturaleza. Actividades como la minería, la ganadería y la agroindustria, que suelen utilizar fármacos, plaguicidas y fertilizantes que contaminan los campos, al igual que ocurre con los metales pesados y otras sustancias químicas de origen natural o antropogénico.

Sin suelos sanos no podríamos producir nuestros alimentos. De hecho, se calcula que el 95% de nuestros alimentos se producen directa o indirectamente en los suelos.

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) advierte que la contaminación del suelo es una amenaza global especialmente grave en regiones como Europa, Eurasia, Asia y África.

En un informe de 2018 la FAO calcula que el 95% de nuestros alimentos se producen directa o indirectamente en los suelos. La tierra sana es la clave para la seguridad alimentaria y para un futuro sostenible. Ayudan a mantener la producción de alimentos, a mitigar y adaptarse al cambio climático, filtrar el agua, mejorar la resiliencia ante inundaciones y sequías y mucho más.

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proyectos extractivistas y entreguistas
Pedro Landa

En ese sentido el integrante de la Plataforma Internacional contra la Impunidad y de la Red Hondureña por Escazú, Pedro Landa, señala que la minería y la extracción de metales pesados son una amenaza invisible que está poniendo en peligro los suelos y todo lo que nos ofrecen.

En una entrevista con Criterio.hn, Landa expuso que el modelo extractivista neoliberal se implantó en Honduras en la década de 1980, pero con más fuerza después del huracán Mitch en 1998, donde se observa una nueva Ley de Minería que genera toda una serie de beneficios fiscales y exoneraciones legales y tributarias relajamiento normativo y eso permite que las empresas lleguen a Honduras de una forma inusitada.

En febrero de 1999 el Congreso Nacional aprobaba la nueva Ley de Minería que fue la base para este boom que vivimos ahora y que se diferencia de las otras bases extractivistas, porque con ellas llegan las empresas mineras con el método de explotación a cielos abiertos, que es considerado el método más dañino que y de una manera, es más brutal el impacto sobre las personas, pero también sobre la naturaleza.

Señaló que la contaminación del suelo provoca una reacción en cadena, que altera la biodiversidad del suelo, reduciendo la materia orgánica que contiene y su capacidad para actuar como filtro. También se contamina el agua almacenada en el suelo y el agua subterránea, provocando un desequilibrio de sus nutrientes.

Uno de los grandes retos es detener la minería, cuya prohibición quedó en papel mojado como parte de un comunicado gubernamental, pues la explotación de las minas a cielo abierto sigue vigente causando, además de daño ambiental, conflictos sociales en sus comunidades que se oponen a esta práctica que, en su mayoría, se deriva de inversiones de empresas transnacionales.

Honduras

“En concreto ahora que estamos hablando sobre el Día Mundial de la Tierra, el día de la Pachamama precisamente, la minería comienza con destruir todos los ecosistemas circundantes, porque para poder extraer el mineral que está en cantidades muy pequeñas sobre todos los minerales hechos como el oro y la plata, entonces lo que tienen que hacer con este método de explotación es que trituran las montañas con explosivos destruyen todos los nacimientos de agua”, analizó.

Estas explosiones provocan la destrucción del ecosistema y por consecuente todas las comunidades van sufrir dos impactos. Uno de ellos es la pérdida de abastecimiento de agua, porque lo que sucede al no haber, forestación y al no haber suelo, entonces el agua ya no continúa abasteciendo los caudales y estas fuentes de agua se secan.

Además, eso genera un desabastecimiento de agua, lo que hace que la cuenca de agua, desde 1998 en adelante en la región vivimos, con mayor fuerza los periodos como el Fenómeno del Niño derivados del cambio climático, porque eso se le suma todo el agotamiento que generan las empresas mineras en cuanto al recurso de agua y suelo.

Entre los contaminantes del suelo más comunes se encuentran los metales pesados, los contaminantes orgánicos persistentes y los contaminantes emergentes, como los productos farmacéuticos y los destinados al cuidado personal.

  • Katerin Galo
    Amante de la naturaleza, la lectura y la vida, soy una periodista que busca orientar a las personas y contarle de manera sencilla la realidad política y económica del país. El periodismo es la puerta que tiene la sociedad para conocer a los diferentes actores y tomadores de decisiones, es por ello que desde mis escritos le relato a las y los hondureños cuáles son los acontecimientos que marcan la ruta del país. kateringalo@criterio.hn

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