Tegucigalpa.-El gobierno de los Estados Unidos ya no esconde que está detrás del financiamiento y operatividad de la Misión de Apoyo Contra la Corrupción e Impunidad en Honduras (MACCIH). Ahora su injerencia es pública y directa.
“Estamos buscando formas de apoyar su trabajo, para ayudar a MACCIH comience a trabajar de inmediato y ser lo más eficaz posible”, publicó este sábado en su cuenta de Twitter el embajador de Estados Unidos en Honduras, James Nealon.
El tuit publicado este sábado por James Nealon.
El diplomático también hizo público que un grupo de personeros de la embajada de su país se reunió este mismo día con la delegación de la Organización de Estados Americanos (OEA), para conocer los alcances de la misma.
“Nuestro equipo se reunió con la delegación OEA_MACCIH para escuchar sobre su visión para su misión en Honduras”, publicó Nealon en la red social.
La injerencia de la nación del norte sobre los asuntos nacionales es rechazada por algunos sectores de la sociedad hondureña, pero es avalada por otros que ven a este país como el sobreprotector y quien impone los dictados sobre cualquier asunto.
La MACCIH fue solicitada por el presidente Juan Hernández en rechazo a la Comisión Internacional contra la Corrupción e Impunidad-Honduras (CICIH) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), exigida por los hondureños durante las masivas movilizaciones de las antorchas.
Los hondureños se fueron a las calles en mayo del año pasado al descubrirse el robo de más de 7,000 millones de lempiras, el equivalente a unos 350 millones de dólares. Desde aquel entonces la ciudadanía venía reclamando la instancia de la ONU, similar a la instalada en Guatemala desde 2007.
Ante las presiones, Hernández consensuó con Estados Unidos la instalación de la MACCIH, que se supone desarticulará las redes de corrupción que operan en Honduras, aunque no tiene poder de investigación, pues rol se limitará al de acompañamiento del Ministerio Público y Poder Judicial.
De momento la nación del norte ha condicionado los desembolsos de los fondos de la Alianza para la Prosperidad, al combate a la corrupción e impunidad por lo que ahora algunos sectores que se mostraban escépticos han dado el beneficio de la duda.
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