Tegucigalpa.- Alrededor de 50 niñas, niños, adolescentes y jóvenes en Honduras pierden la vida de manera violenta al mes, en tanto organizaciones defensoras de los derechos de la niñez y juventud demandan al gobierno de la presidenta Xiomara Castro acciones concretas para prevenir la violencia contra este sector vulnerable de la sociedad.
Estadísticas de la red Coordinadora de Instituciones Privadas Pro las Niñas, Niños, Adolescentes, Jóvenes y sus Derechos (Coiproden) revelan que en el 2022 son asesinados en promedio 50 menores de edad, adolescentes y jóvenes.
Hasta julio, la organización registra 365 víctimas en niñez y juventud, el 76% de estos son jóvenes en rango de 19 a 30 años mientras que el 24% son menores de 18 años.
Del total de víctimas, 89 son niños y niñas mientras que 276 son jóvenes, 298 del sexo masculino y 67 del sexo femenino, lo que indica que 82% de las muertes violentas en niñez y juventud son hombres y 18% mujeres.
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Francisco Morazán es el departamento con más incidencias con 107 seguido de Cortés con 106, Yoro 19, Comayagua y Colón con 17, El Paraíso 16, Choluteca 14, Atlántida 13, Santa Bárbara 10, Copán 8, Intibucá 7, Lempira 5, La Paz 2 y Valle, Islas de la Bahía y Gracias a Dios con 1, en Ocotepeque no se registran muertes.
En el mes de enero re registraron 52 homicidios de niños, niñas, adolescentes y jóvenes, de los cuales, 13 son menores de edad y 39 jóvenes; en febrero 43, menores 12 y jóvenes 31; marzo 63, menores 16 y jóvenes 47; abril 47, menores 14 y jóvenes 33; mayo 49, menores 7 y jóvenes 42; junio 44, menores 12 y jóvenes 32; julio 67, menores 15 y 52 jóvenes.
“Nosotros como red de organizaciones defensoras de derechos de la niñez, adolescencia y juventud lamentamos profundamente todos los actos de violencia que se están suscitando en el país y nos solidarizamos con las familias que han perdido a sus seres queridos de manera violenta, creemos que el contexto que vive el pueblo hondureño está tomando como principales víctimas a la niñez, adolescencia y juventud”, lamentó Wilmer Vásquez, director de Coiproden.
Además, señala que la Impunidad en los homicidios se instituyó como “una política de Estado”, al igual que el secuestro de recursos sumado que “Honduras en un narcoestado donde ha venido reinando el crimen organizado y el narcotráfico, creo que esto nos está pasando factura”.
Vásquez exigió a la presidenta Castro que “salga públicamente a informar al pueblo de Honduras cuáles son las acciones que está haciendo para recuperar el Estado de Derecho, la seguridad ciudadana y recuperar el control del país”.
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Asimismo, se preguntó “cuál es el rol que van a impulsar los operadores de justicia y las fuerzas de seguridad del Estado” para garantizar la seguridad y evitar que los menores de edad y los jóvenes sigan siendo víctimas de la violencia y criminalidad.
Datos de Casa Alianza detallan que, desde 1998, más de 13 mil jóvenes han sido asesinados, por su parte el Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) afirma que más del 55% de muertes violentas en el país son de adolescentes y jóvenes.
“En la última década existe una degradación de los derechos de los niños, el crimen organizado recluta a niños y niñas para que participen en esa a actividad criminal, pero por otro lado nos debe de llamar poderosamente la atención cifras como deserción escolar, la cobertura de las escuelas, el abandono niños y niñas en calle, ante estas problemáticas la violencia los alcanza, una serie de garantías que el Estado no cumple”, cuestionó, Carlos Sierra, experto en temas de seguridad.
Sierra reitera que la Constitución de Honduras y tratados internacionales obligan al Estado de Honduras implementar acciones que garanticen los derechos de las niñas, los niños, adolescentes y jóvenes, de velar por su protección, no obstante, recrimina que no se cumplen.
“No hay un cambio ante un panorama hostil contra la niñez y juventud”, lamentó.
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Solo el Observatorio de la Violencia, en el boletín Muertes por causa externa en Honduras con estadísticas hasta mayo contabilizaba 1,532 homicidios, de estos, 623 corresponden a niñez, adolescencia y juventud, 563 son hombres y 59 mujeres.
Vásquez considera trascendental concretar un consenso en la sociedad hondureña y entre las mismas instituciones del Estado, también “retomar las políticas de Estado existentes, recuperar las experiencias exitosas que hemos tenido, desempolvar la política de prevención de violencia hacia la niñez, adolescencia y juventud, retomar la hoja de ruta para reducir toda forma de violencia, combatir la desigualdad y reducir las brechas de pobreza y pobreza extrema”.
