Por: Redacción CRITERIO
Tegucigalpa.-El temor, miedo y zozobra se ha apoderado de los empresarios hondureños, quienes gracias a la implementación de una política de “terrorismo fiscal” por parte del gobierno, se mantienen en silencio para no ser afectados por medidas que los lleven a la quiebra.
Lo anterior fue expresado por el presidente de la Asociación Nacional de Industriales (ANDI), Adolfo Facussé, quien refirió que “con el terrorismo fiscal le cierran el pico al empresario que se atreve a hablar; o usted es socio de las movidas o usted se calla el pico, esa es la política que está usando el gobierno”, amplió.
Facussé precisó que un ejemplo de lo que él señala es lo que pasó recientemente con el cierre de la panadería Bambino, propiedad del presidente regional de la ANDI, Jimmy Daccarett.
Refirió que el industrial tuvo que recurrir al cierro de su negocio, acorralado por las medidas del gobierno, que no le perdonó sus constantes cuestionamientos sobre las erradas políticas económicas y fiscales.
“Jimmy Daccarett habló” y pidió medidas menos severas para los pequeños productores, pero la directora del Servicio de Administración de Rentas (SAR) Miriam Guzmán, “le mandó 20 auditores y al no encontrarle nada irregular, procedió a zamparle millones de lempiras en multa al considerar un préstamo como un ingreso no declarado”, dijo el expresidente de los industriales.
Un comentario
Los Empresarios, estos de acuerdo con pagar impuestos, que se nos trate con respeto, que se de seguridad, educación y salud.