Medios corporativos callan ante las protestas masivas en Honduras: The Canary

Por: Redacción CRITERIO

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Tegucigalpa.- El periodico theCanary.co ha señalado el palel de los medios de comunicación afines al gobierno de Honduras quienes callan ante las protestas y las constantes violaciones de los derechos humanos por parte del régimen de Juan Hernández en un trabajo que ha titulado «El silencio de los medios de comunicación ante las protestas masivas en Honduras muestra cómo los medios corporativos «sirven a la elite económica global».

Tegucigalpa la capital hondureña  ha visto protestas masivas la semana recién pasada contra el controvertido presidente Juan Orlando Hernández. Muchos hondureños están enojados con su gobierno, que ganó el poder a través de una elección fraudulenta en noviembre de 2017, y que tenía planificada una gran ola de privatizaciones.

El gobierno de los Estados Unidos también ha desempeñado un papel clave en la desestabilización de Honduras desde 2009 (y durante muchas décadas antes), lo que parece explicar por qué los eventos en el país han recibido poca o ninguna cobertura en los medios corporativos.

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Protestas antigubernamentales

Las protestas comenzaron en respuesta a los planes del gobierno para privatizar la atención médica y la educación. Una tienda informó que:

Se espera que los planes para privatizar programas sociales causen despidos masivos de maestros y médicos. Se han realizado manifestaciones en protesta por los planes en todo el país.

El 2 de mayo, Democracy Now Informó que el gobierno había hecho importantes concesiones: los legisladores dicen que suspenderán la ratificación de un par de proyectos de ley que reestructurarían los ministerios de educación y salud, luego de las protestas masivas en la capital.

 Tegucigalpa, vio a los manifestantes enfrentarse con la policía antidisturbios.

Un aliado estadounidense bajo presión.

A pesar de forzar las concesiones del gobierno, muchos hondureños permanecerán insatisfechos con su situación política. La elección de 2017 en Honduras estuvo marcada por la controversia, que terminó con la victoria del aliado estadounidense: Juan Hernández.

Según the Intercept: los resultados de la elección llegaron en oleadas entrecortadas: primero una ventaja considerable del oponente de Hernández, Salvador Nasralla, y luego el sistema de votación electrónica salió del aire. Cuando el sistema volvió a funcionar, Hernández estaba ganando.

Los observadores internacionales afirmaron entonces que: Hay fuertes indicios de fraude electoral en Honduras. Desde 2009, Washington ha continuado apoyando a las administraciones hondureñas marcadas por el autoritarismo y los abusos de derechos humanos a gran escala.

Venezuela: preocupación selectiva

Como escribió Peter Bolton para The Canary, la preocupación selectiva de Washington sobre países como Venezuela y Honduras muestra: el doble estándar descarado que los EE. UU. toman hacia los países obedientes, aquellos que sirven a los intereses geopolíticos de los EE. UU. y siguen la ortodoxia neoliberal, y los gobiernos independientes (y generalmente de izquierda) que desafían esos intereses y se resisten al neoliberalismo.

También es importante contrastar la reacción de los medios corporativos con los eventos recientes en Honduras y Venezuela. Después de que el líder de la oposición venezolana, Juan Guaidó, intentara una insurrección armada el 30 de abril, los medios de comunicación mundiales estaban observando.

A pesar de que cuatro grupos de observadores internacionales que supervisaron las elecciones de Venezuela en 2018 encontraron que estaba limpias, los medios de comunicación han calificado sistemáticamente a Nicolás Maduro como un «dictador».

Mientras tanto, los medios corporativos han ignorado en gran medida las protestas en Honduras contra un gobierno que supuestamente ganó poder por fraude. La ex candidata a la presidencia de los Estados Unidos, Jill Stein, probó porqué podría ocurrir este descuido editorial: A medida que los medios de comunicación corporativos se centran en Venezuela, vale la pena considerar lo que están ignorando y por qué.