La batalla por la justicia

Lo que viene, si bien viene y cómo empezar a salir

Por: Rodolfo Pastor Fasquelle

Lo que viene, si bien viene y cómo empezar a salir

 

Mas que con el Covid-19, el cierre total y toque de queda decretado ayer quiere ocultar las declaraciones del Tigre Bonilla en respuesta a las acusaciones en Nueva York que lo involucran con JOH, OA, JP y CIA. A diferencia de la política, la ciencia es fría, escéptica, indiferente. No cree cosas, solo anhela comprender lo real, lo que existe. No complace ni busca aplauso, si no explicar los hechos. Salvador Moncada puede ver a la cámara y sin asomo de sentimiento, declarar que hay médicos alocados, y que la única forma de vencer a una enfermedad para la que no hay vacuna, es permitir el contagio para generar la inmunidad colectiva.  El Prof. escucha, se arranca el cabello, se desgarra las vestiduras y se desgañita reclamando que es injusto. Y es. Que van a morir muchos pobres. Y van. Que ojalá no sean los parientes de Moncada. Y ojalá.  Pero, si te lo propones, así es como la vences. Antes de ser común la vacuna, aun a inicios del siglo XX, los niños eran llevados a contraer contagios vigilados

Denso, Mel le echa la culpa al neoliberalismo. JOH te trata de pajear asegurando que tiene una salida ¿incluso para Bonilla? aunque no tiene ni mascarillas. Que va a resolver el problema con pisto, mucho pisto, no importa de quien, ni quien tenga que pagar. Llama a Trump para pajearlo también y que le mande pruebas porque las que compró no traen reactivo, ventiladores porque los que fue a traer no tienen cables ni tubos. Y cuando las acusaciones se documentan, destituye a los pobres diablos a los que había dado la llave del candado de la cueva para protegerlos.

A largo plazo, por supuesto hay que remediar los males que la peste pone en evidencia, instituciones irresponsables, la pudrición inverosímil, la desigualdad extrema, el desorden, la falta de un sistema de salud con capacidad de previsión, La falta de personal, por falta de oportunidad. (Gracias Cuba ¿que haríamos sin ti, los señores feudales?). Pero no es solo cuestión de hacer pruebas al azar. No hay receta y no basta con aplicar un modelo universal. Hay factores aleatorios, circunstancias complejas que inciden, creencias y opiniones, etnias y culturas.

El gobierno, la prensa perversa y las redes publican de continuo noticias falsas, rumores que confunden. Manipulan y falsifican datos con intereses y móviles oscuros. Cada alcalde con su tema. Cada enfermero con su ocurrencia, y según su interés.

El Covid-19 va a ser un diablo difícil de jinetear, porque tiene la astucia del mátalos callando. Su contagio deja ileso quizás a la mitad de los que toca, y afecta al 80% que enferma solo ligeramente, conservando una reserva de víctimas, a quienes acometer para reproducirse mutatis mutandi. En vez de vencerlo, otra opción sería acomodarte a él, llegar a un acuerdo, pactar términos. ¿Conviene al inicio? Negociar ¿con cuantas almas pagaremos la salvación de la especie? ¡Ud. diga si no!

Al menos los médicos empiezan a reconocer que vamos a tener que convivir con el Covid 19. Es un avance. Hasta antier, se los escuchaba discursar -como a Ramos Soto- reclamando laureles, porque iban a rendir a la enfermedad. Supuestamente después del triunfo se volvería a la normalidad. Pero no hay tal victoria, si no recesos y rebrotes sucesivos.  No es -como decían- que, en seis, ocho, doce semanas, el virus se va a casa derrotado. El pico que se alcanzará en esos términos es apenas ápice de una ola en un mar de olas del contagio, que habrá que brincar, una por una.  Por eso, porque va a seguir ahí otros cinco, siete, nueve meses, no podemos indefinidamente mantener encerrados a todos, a los niños casi inmunes, a los más fuertes que merecen mejor suerte. Nunca volveremos a la normalidad de antes. Debemos aspirar a construir una nueva convivencia, con prudencia y con agilidad. Con datos confiables para ubicar en qué momento estamos y organizarnos, y sortear cada embate. Con ciencia.

Problema que aquí no se enseñe la ciencia, no se entiende, y no hay científico.  Tontos hay en cualquier lado, titulados. Aunque Cortés es el departamento más conectado y el más urbanizado, aunque en San Pedro el ministerio tiene una cuarta parte del personal que en Tegus, no hubo prueba rápida ni hay hospital del torax, con corbata el Dr. Marco Tulio Medina pontifica que ahí hay mayor incidencia de contagio porque en Cortés no creían en la pandemia”. Imagínese Dr. ¡Porque platicó con unos colegas por teléfono, y le dijeron que aquí la gente no cree! ¿Qué clase de método es ese? Antes siempre sospechosos, los moros de la costa ¿de repente, ahora, también somos retrasados? Inferiores.

Infieles. Y entonces fácil, concluye acientíficamente, el problema es que ¡estamos muy politizados! No se trata de que tengamos políticos fantoches, ladrones, impostores, que se roban hasta las elecciones. No entiende que quienes combatieron exitosamente la epidemia lo consiguieron con liderazgos como el de Merkel. En vez de ciudadanizarlo, en vez de procurarle democracia y liderazgo probo, políticos ilustrados. ¡Quiere despolitizar el país!

Sobrevivir a la peste exige inteligencia oportuna, brincar cada ola en su momento. Ni de manera precipitada, porque vas a caer en ella ni tampoco demorada, porque te alcanza, te azota y arrastra. Seguiremos ensayando vacunas y nuevos antiretrovirales. Mantener la nueva higiene nos va a servir también para otras cosas. Pero hay que salir gradualmente, calculando el riesgo. En un proceso, de fases que se corresponden con las de la evolución de la peste, pero responden a otra lógica. Una idea, cinco fases.

Obligadamente, al estabilizarse este pico, el miércoles 1, hay que salir a sembrar doctor, rápido, para no hambrear. Ocupamos fierros, equipos y repuestos, semillas y agro insumos, ferretería y banco. Y con que pagar a la gente. Luego en un mes más, 2, a mediados de junio, hay que abrir los talleres necesarios y los mercados. Porque el mercado es el que compra, y el pueblo compra ahí y tiene que comer. Limitando la movilidad personal, a tres dígitos por día, permitir transporte de pasajeros sin fiebre ni tos, sentados y protegidos y marcando la distancia entre los clientes. 3. A mediados de Julio hay que certificar de sanos a los maestros, para abrir escuelas y colegios con quienes tengan menos riesgo y transporte exclusivo. Si va bene

¡Vamos a parecer civilizados! 4. Cuando contemos con terapias confiables en unos cuatro meses, pueden abrir templos y museos a la visita personal, el menudeo, volveremos los viejos a la calle y a viajar y necesitaremos cortesía. 5. Cuando tengamos vacuna para todos, se podrán desinfectar y abrir de nuevo los comedores, bares y estadios, los teatros, cines y los auditorios para espectáculos y conciertos. ¡Ojalá! Y Jehová. Claro

 

A 6 semanas de la cuarentena,

En El Carmen, San Pedro Sula, patria escéptica

  • Jorge Burgos
    Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. jorgeburgos@criterio.hn

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