Juan Orlando Hernández, violador de los derechos humanos

Por: Oscar Miguel Marroquín

Se acabó la farsa, Juan Orlando Hernández es el presidente de Honduras y, como tal es el responsable directo ante la violación de los derechos humanos que sufre el pueblo hondureño, esconder esta realidad ya es imposible, el relator especial de la ONU, Michel Forst, y el relator interamericano, José de Jesús Orozco lo han dejado claro.

Honduras es ahora gracias al gobierno de Juan Orlando, conocida ante el mundo entero como “uno de los países más peligrosos del mundo para los defensores de derechos humanos”.

Estos expertos en derechos humanos conocedores de la realidad que se vive en Honduras en materia de derechos fundamentales, han pedido al gobierno se investigue de inmediato la muerte de al menos ocho defensores de derechos humanos, para que estos asesinatos no queden en la impunidad.

Mientras tanto, sin vergüenza alguna Hernández intenta más por las malas que por las buenas quedarse por cuatro años más en el poder.

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Cuando vemos y oímos que el “presidente” Hernández le pide a la población el voto para ser reelecto como presidente, es algo así como ver y oír al opresor pedirle al oprimido una mayor cuota de martirio.

Considero que esta es una brillante oportunidad para que la oposición política junto a la sociedad salgan a las calles para exigir que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) excluya de inmediato la nefasta candidatura de Juan Orlando Hernández, ya que desde cualquier punto de vista es inadmisible aceptar que un violador de los derechos humanos y de la Constitución Política este ahora mismo intentando ser nuevamente presidente.

Además de violador de los derechos humanos, Juan Orlando Hernández aún tiene cuentas pendientes con la justicia, el caso de la gigantesca corrupción en contra del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) no ha sido esclarecido, por el contrario, la Misión de Apoyo contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (MACCIH) continúa investigando tanto al Partido Nacional como al propio presidente.

Mantener la candidatura de Juan Orlando no solo es una verdadera aberración política, sino también, desde mi particular punto de vista un atropello más en contra de la sociedad hondureña, pues, la acumulación de señalamientos graves en contra de este gobierno, han rebasado por completo cualquier posibilidad de reelección, aun cuando esta fuera legal.

Es oportuno en estos momentos, señalar que en Guatemala la población ha decidido sacar de la silla presidencial a Jimmy Morales Cabrera por considerarlo corrupto; entonces si en el gobierno de Juan Orlando Hernández, hay señalamientos graves de corrupción, violación de derechos humanos, impunidad y narcotráfico, estos son más que motivos suficientes para que la oposición política junto al pueblo detengan ya la participación del inconstitucional candidato en las elecciones del 26 de noviembre.