Honduras tiene una institucionalidad débil y destartalada: Leticia Salomón

La socióloga considera que la corrupción e impunidad son inmanejables

Por: Redacción CRITERIO

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Tegucigalpa.-A criterio de la investigadora social, Leticia Salomón, Honduras tiene  una institucionalidad débil y destartalada que permite la corrupción y la impunidad, flagelos que ha medida pasan los años se van acrecentando.

CRITERIO dialogó ampliamente con la socióloga e investigadora del Centro de Documentación de Honduras (CEDOH) para analizar el contexto y las causas de la corrupción y la impunidad.

Salomón recordó que el CEDOH hizo un estudio que refiere que la corrupción incrementó en Honduras durante la transición de los gobiernos militares a la democracia. El estudio se hizo durante los gobiernos de Roberto Suazo Córdoba (1982-1986), José Simón Azcona del Hoyo (1986-1990); Rafael Leonardo Callejas (1990-1994) y durante los primeros dos años de la administración de Carlos Roberto Reina (1994-1998).

“Desde entonces ya se comenzaba a ver la corrupción como un fenómeno creciente en la vida de Honduras, pero eso no significa que antes no existiera, porque los gobiernos anteriores eran de militares que mantenían un control sobre la información, por lo que los niveles de corrupción no trascendían al público”, refirió la estudiosa.

La socióloga dijo que la situación hay que analizarla de manera detenida y no asociar que el deterioro de la institucionalidad está íntimamente ligado a la  democracia, sino que tiene que ver con otros factores a nivel internacional y otras causas.

A su juicio honduras perdió la oportunidad de robustecer la institucionalidad con el proceso constituyente de 1982, pero no lo logró, “porque no se pudo o no quisieron hacerlo los actores involucrados, que en ese momento eran dirigentes de partidos políticos y empresarios, que de repente les gustaba la idea de democracia pero sin los controles asociados directamente y lo miraban como un acto dañino para sus intereses”.

Leticia Salomón

ÉPOCA POST GOLPE DE ESTADO

Para la analista de temas de democracia, la corrupción en Honduras creció a raíz del golpe de Estado de 2009, que propició una ruptura y debilitamiento de la institucionalidad y abrió el beneplácito a cualquier acto ilegítimo, que al ser permitido vía impunidad, “abrió las puertas para que los corruptos pensaran que podían hacer lo mismo sin la posibilidad de recibir un castigo”.

Salomón apuntó que el deterioro institucional que se generó a partir del golpe de Estado está evidenciando o presagiando una catástrofe y le ha tocado al Partido Nacional estar por dos períodos consecutivos al frente del poder de la nación, por lo que señaló que no puede decir con precisión si hubiera ocurrido lo mismo si le hubiera tocado a otro partido político.

“Pero es indudable que el fenómeno de corrupción e impunidad se ha desarrollado tanto que se han vuelto inmanejable en el país. Habría que revisar, si eso está relacionado con el control casi absoluto del poder o si está relacionado con otros fenómenos de resquebrajamiento de la institucionalidad democrática”, expresó.

LA MACCIH Y LAS EXTRADICIONES

Para Salomón, el acuerdo de extradición de ciudadanos hacía los Estados Unidos y la instalación de la Misión de Apoyo Contra la Corrupción e Impunidad en Honduras (MACCIH) es una vergüenza para el Estado de Honduras y  un reconocimiento de la incapacidad de los gobernantes.

Apuntó que lejos de celebrar como un acto positivo es de “avergonzarnos porque es el reconocimiento de que la justicia hondureña no puede castigar a los narcotraficantes y tiene que ser otro país el que interviene para que eso se produzca”.

En cuanto a la Misión de la OEA, dijo que es un fenómeno externo que ha sido considerado como el único para darle una sacudida al país. “De repente estamos demasiado esperanzados y adjudicándole demasiada responsabilidad a la MACCIH para que ellos puedan hacer lo que nosotros no pudimos hacer en estos años”, esbozó.

Ayer miércoles durante la presentación del segundo informe, el vocero de la MACCIH, Juan Jiménez Mayor, criticó al gobierno hondureño por la manipulación que se hizo a la “ley de política limpia”, al momento de su publicación en el diario oficial La Gaceta y demandó la derogación de la “ley de secretos”.

Al respecto, la investigadora dijo que ambas cosas son una evidencia de lo mal que anda el sistema político hondureño, porque desde el momento que se aprobó una “ley de secretos” es el caldo que favorece la corrupción y denota las viejas formas de hacer política que crean las condiciones para que Honduras empeore en el manejo de la impunidad y no se vea una luz por donde “vamos a salir”.

PERSIMISIBIDAD

La socióloga dijo que los altos niveles de permisividad de Honduras deben ser estudiados, porque antes la gente protestaba, se incomodaba y reclamaba y ahora ese ímpetu inicial se ha vuelto más lento o se ha ido callando.

Salomón apuntó que da la impresión que a este pueblo le da lo mismo que se sigan robando al país y cometiendo actos corruptos porque ya no hay capacidad ni fuerza ni ánimo para seguir protestando y eso da pesar.

Concluyó además que cuando la gente lucha y no mira resultados le entra un nivel de decepción y en una fase de rebeldía y todo porque hace falta un liderazgo político o social capaz de entusiasmar otra vez a la gente para que salga a las calles a protestar.

  • Emy Padilla
    Me encanta desafiar el poder y escudriñar lo oculto para encender las luces en la oscuridad y mostrar la realidad. Desde ese escenario realizo el periodismo junto a un extraordinario equipo que conforma el medio de comunicación referente de Honduras para el mundo emypadilla@criterio.hn

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9 comentarios

  1. Totalmente de acuerdo con el análisis de la doctora, debería ser mas publicitado a manera de que llegará a todos.

  2. Es lamentable que un constructor hablé y critique su obra, a menos que le de mayores ganancias. Leticia solo de criticar y criticar vive, estaré de acuerdo con aquel laborioso y honesto ciudadano que lucha para vivir y no vivir de la lucha, pero esta señora que hasta ha recibido o recibe sueldo del estado.