Vueltas que da el Imperio

Shadows Wars, demócratas, republicanos y el imperio

Por: John Moran Robleda

En mi última columna, escribí sobre la raíz de la situación política que se está llevando a cabo en “El Imperio” donde un grupo de la élite norteamericana se han aliado con Donald Trump y un sector de la comunidad de espionaje, justicia y las fuerzas armadas en un contragolpe contra un golpe de estado civil y oculto por la mayoría de la élite norteamericana y sus socios en el partido Demócrata y la cúpula del partido Republicano, quienes han manejado los EE.UU y la Pax Americana. Se llaman “Globalistas” y vinculados con los Bush y Clintons.  “Shadow Wars” (maniobras de guerra ocultas o en las sombras) es la forma de pelear esta guerra, esencial para una Guerra de Cuarta Generación.   

Entra el notorio Qanon,  un grupo de agentes de inteligencia, como el Dr. Steve Pieczenik, leales a Trump, iniciando contacto vía Reddit, 4Chan y 8Chan con los “Deplorables” que pasaban en el mundo cibernético como “Anons”, informándolos sobre el estado de la nación que medios tarifados ocultan, las movidas de guerra de ellos y de Trump, y ánimos para  los “Deplorables” para seguir luchando contra los tiranos Globalistas. 

En Diciembre 2017, Qanon y Trump anunciaron la “Calma antes de la Tormenta” y esperar para la “Tormenta” (código para “contraataque”).  La primera brisa de esta tormenta anunciada fue el decreto de Donald Trump llamado Orden Ejecutiva que Bloquea la Propiedad de las Personas Involucradas en el Abuso de los Derechos Humanos o la Corrupción en Diciembre 21, 2017. Hablare más sobre este decreto que involucra a todos los países del mundo incluyendo Honduras.

 En Enero 2018, Qanon anunciaron la fecha del contraataque – “Freedom Day” (“Día de la Libertad”) que justamente era el discurso del Presidente Trump ante la unión norteamericana.  El discurso como operación psicológica fue tan exitoso que la mitad de norteamericanos autodenominados Demócratas les encantó.   

Inmediatamente Trump ordenó la publicación de un memorando del Comité de Inteligencia de la Cámara Popular del Congreso de los EE.UU. bajo el representante Devin Nunes, sobre el abuso de la FBI en el proceso FISA (Ley de Vigilancia de Espionaje Extranjera). La FBI uso como justificación ese Dossier creado por Christopher Steele de la M16  del Reino Unido, pagado primero por la campaña de Bush durante las internas, y luego por la campaña nacional de Clinton, para espiar a Trump, su familia,  y su campana. Fue el Republicano John McCain quien dio el Dossier a la FBI y luego la FBI puso a Steele en su propia nómina.  Provocó una tormenta de fuego partidista. Demostró también que los niveles más altos del FBI se confabularon con un espía británico que estaba cavando basura para que Hillary arruine al candidato de la oposición y, tras fracasar, derribara a un presidente electo. Actos de sedición y traición. 

Surgieron dos narrativas: Primero, la de los Demócratas quienes advirtieron de antemano que desclasificar el informe sería el fin del mundo tal como lo conocemos. Fue imprudente permitir a los estadounidenses ver este material clasificado, dijeron. Los agentes en el campo podrían verse perjudicados, las fuentes y los métodos se verían comprometidos, afirmaron. Segunda la de los republicanos que vieron el memo afirmaron que era mucho peor que Watergate. Pidieron despidos masivos comenzando inmediatamente después de que Trump lo hizo público. Dijeron que la criminalidad de las agencias de justicia y espionaje del gobierno de los EE. UU., expuestos al público por el memorando sorprendería a los estadounidenses más indiferentes. 

Esto es lo que la nota realmente nos muestra: Primero, el informe del Representante Nunes demuestra al norteamericano más ignorante que hay un grupo no-electo dentro el Imperio llamado “Deep State” (Gobierno Oculto) enraizados por 50 años con su propia agenda y no quieren que cosas como las elecciones democráticas amenacen su existencia. Las repetidas promesas del candidato Trump de llevarse bien con Rusia y reevaluar la OTAN tantos años después del final de la Guerra Fría amenazaban a Washington que depende de crear enemigos para sustentar el temor necesario para justificar un presupuesto militar anual de un billón de dólares. 

Segundo, el memorando nos muestra que ni los republicanos ni los demócratas realmente se preocupan tanto por el abuso de la vigilancia. Está claro que el abuso de FISA detallado en el informe era bien conocido por los republicanos como Devin Nunes desde junio 2017, mucho antes de que se publicara el memo en enero 2018. También era muy conocido por los demócratas en la Cámara.  No querían que los estadounidenses supieran como de corrupto es realmente el sistema de vigilancia y espionaje en los EE.UU., y que los EE.UU. parecería demasiado a una ex – República Soviética. Eso podría provocar que más estadounidenses llamen a sus Representantes y exigir que se anua la ley FISA.  El poder ejecutivo bajo Trump quería divulgación total, pero los mismos Republicanos confabularon para ocultarlo hasta que ya no se podía. Trump ganó y se salió con la suya. 

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Aquí viene la hipocresía y lo cínico – ambas partes reprimieron esta evidencia de abuso del FBI en el proceso FISA (Ley de Vigilancia de Espionaje Extranjera) hasta después de que la Ley FISA pudiera ser renovada nuevamente, y que pretende hacer como legal este nivel de vigilancia.  Nunes fue el mayor animador de la extensión de las enmiendas de FISA, incluso cuando sabía cuán terriblemente se había abusado del proceso de FISA. 

Durante mucho, mucho tiempo, el Congreso norteamericana creó desde que terminó la II Guerra Mundial,  poderosas agencias con poderes delegados a ellos. Amantes de la libertad saben que todas estas agencias tienen altos costos como agencia, lo que significa que el Congreso tiene muchos problemas para controlar sus creaciones. La ciudadanía – el pueblo – quedó al margen ya que las agencias constantemente hacen un uso indebido de sus poderes.  Convierten el gobierno en un estado policial, un estado de vigilancia, un estado de seguridad nacional y un estado propenso a la guerra. Estas agencias forman un segmento del gobierno que puede ejercer un gran poder sobre los ciudadanos. O sea, lo que está ocurriendo en Honduras es el mismo fenómeno en los EE.UU.   

El uso político de los datos de inteligencia hace que el propietario de los datos (el Estado) sea una amenaza grave para la libertad personal, y hace que sus instrumentos sean monstruosos. El estado de vigilancia ahora está aquí, no solo en los EE.UU., que comenzó con 9-11, pero también ahora en Honduras. 

Todo lo que está sucediendo es que una parte del Congreso, principalmente la parte de quienes son Republicanos (ni siquiera toda esa parte) está intentando ejercer cierto control sobre estas agencias de inteligencia, y en este momento específicamente el FBI.

¿Por qué a estos Republicanos hasta ahora se molestan en hacer una investigación? Aparte de presión del poder ejecutivo de Trump, es porque ya es obvio ante el público que los Demócratas y sus aliados en la cúpula Republicana, cruzaron la línea para terminar con el estatus quo del gobierno de dos partidos y convertirlo en un monopolio del gobierno exclusivamente de Demócratas. Si Hillary hubiera sido elegida y reelegida cuatro años después, habría significado establecer una mayoría Demócrata que podría estar en el poder durante décadas.  

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Los Republicanos que no son Globalistas, saben que si quieren que su partido sobreviva tienen que actuar y trabajar con Trump. Los Demócratas, seguros de su propio electoral y dominio de los medios, no parecen estar preocupados porque el pueblo estadounidense pierda la fe en todo el sistema o en ellos. Por lo tanto, continúan su campaña de obstrucción y anti Trump.    

La jugada de los Clintonistas y de los Globalistas es el mismo que han hecho los Nacionalistas en Honduras. Están en la misma sintonía. Los Nacionalistas y sus aliados no están preocupados si los hondureños pierden fe en instituciones o en ellos.  Siguen con su campaña de miedo donde hay un venezolano en cada rincón mientras tanto ellos están creando su propio mini Venezuela, sin lo totalitario extremo, pero igual de paternalistico y autoritario.  ¡Son Globalistas! Pero imagínese, es un escándalo a nivel de traición a la patria el intento de Obama y Clinton de robarle las elecciones a Trump al crear esta narrativa de «Russiagate» como la base para acusar a Trump y negarle la capacidad de ser presidente después de haber ganado las elecciones. ¿Porque no han hecho lo mismo la oposición aquí en Honduras? La única diferencia es que los Globalistas en los EE.UU. han fallado mientras que sus compinches Globalistas en Honduras, el Partido Nacional y sus aliados, se salieron con la suya (por ahora).  

  • Jorge Burgos
    Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. jorgeburgos@criterio.hn

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