el combate contra el Covid-19

El principio de la autodestrucción y el combate contra el Covid-19

   Psicópatas en el poder

Por:  Arturo Rendón Pineda

Dada la alta carestía de la vida, sumada a las elevadas cargas impositivas conque  que se estrenó el actual gobierno, el incremento desmedido de la corrupción en el presente régimen, en que las medicinas  en el Seguro Social y los Hospitales del Estado han sido saqueados por los políticos y  el coste de los productos de primera necesidad  y los gastos que implica el costo de la canasta básica  han sido incrementados a causa de acciones catastróficas con que se viene castigando al empobrecido pueblo hondureño. Tal pareciera que nuestra economía está a punto de sucumbir y presagia un total colapso económico.  Esta noticia se da a conocer por estadísticas de organismos nacionales e internacionales que los que gobiernan y comen “a dos carrillos” se niegan ver.

Desde el cruento golpe de Estado del 29 de junio el 2019, pareciera que en Honduras estamos viviendo “tiempos locos” donde se puede esperar lo inesperado, este país puede sorprendernos con una mala jugada porque las actitudes autoritarias lo están volviendo increíblemente inestable. Es un momento emocionante para los «adictos a la noticia», pero por desgracia, la gran mayoría de las noticias en estos días son pésimas. Es casi como si una «tormenta perfecta se estuviera desarrollando” y a punto de desatarse.

Retrocediendo en el tiempo. En 1945 (yo aún no cumplía los 15 años) a principios del mes de agosto se desato el infierno nuclear en Hiroshima y tres días después en Nagasaki Japón cuando el mundo fue sorprendido con la noticia de que se lanzaron dos bombas atómicas en dos ciudades japonesas. Al conocerse las consecuencias de ese ataque brutal recuerdo que para mí fue toda una pesadilla; una verdadera masacre provocada por la aviación norteamericana, lo que desde ese momento paso a ser toda una amenaza perenne contra la humanidad. A partir de esas fechas se han perfeccionado todo tipo de armas destructivas, químicas y biológicas como el caso del Coronavirus que pueden acabar con nuestra civilización y afectar profundamente a la vida de la Tierra.

Leyendo un libro publicado por Daniel Estulin en el 2014 intitulado “Los Inmortales” se dan a conocer los grandes avances científicos sobre transhumanismo y la robótica donde se describen los grandes avances   sobre la inteligencia artificial autónoma. Nos describe el autor sobre “el algoritmo”, que maneja miles de millones de informaciones recogidas en todos los países que es capaz de tomar decisiones por su propia cuenta (sin que nosotros lo sepamos) que hasta podría penetrar en los arsenales de armas nucleares o en otros de igual o mayor poder letal y lanzar una guerra total de destrucción de todo lo que existe…lo cual constituye el principio de la autodestrucción.

 La muerte tal y lo que está ocurriendo en el mundo puede ocurrir en cualquier momento, en vista de lo cual se me ha ocurrido bromear por las redes sociales diciendo “que estoy jugando a las escondidas con la muerte” aun y cundo parezca que soy un pesimista empedernido.  Visto lo anterior, los científicos están jugando a ser dioses al manipular irresponsablemente con los fundamentos que sostienen la vida.

Esta insaciable vocación humana en su afán de una acumulación de bienes materiales ha logrado crear una irresponsable sobrecarga la Tierra que no consigue reponer los bienes naturales conque Dios la doto y comienza a mostrar un proceso avanzado de degeneración a través de tsunamis, tifones, descongelación de los casquetes polares, sequías prolongadas, tormentas de nieve aterradoras y la aparición de bacterias y virus difíciles de controlar. Algunos de ellos como el coronavirus actual, (ahora con cepas más mortales) pueden llevar a la muerte a millones de personas. Con esa muerte en masa que ocurre en la naturaleza, millares de especies vivas desaparecen definitivamente cada año, y en las sociedades humanas, millones pasan hambre sed y toda suerte de enfermedades mortales es la lección que la intrusión de la Covid-19 en nosotros nos está dando y que tenemos que incorporar en nuestros hábitos en los tiempos post-coronavirus.

 Hasta el día de hoy la preocupación sobre la Covid-19 se centra en la medicina, la técnica y todos los insumos que eviten la contaminación de los trabajadores de la salud. Se busca urgentemente una vacuna eficaz. En la sociedad, el aislamiento social y evitar la aglomeración de personas. Todo esto es fundamental. Sin embargo, no podemos considerar el coronavirus como un dato aislado, sino que debe ser visto dentro del contexto que permitió su irrupción: El virus vino de la naturaleza. Como dice el Papa Francisco en su encíclica “sobre el cuidado de la Casa Común”: «Nunca hemos maltratado y herido a nuestra Casa Común tanto como en los dos últimos siglos». Éste es el Satán de la Tierra que la está devastando y la está llevando a todo tipo de desequilibrios que van desde el posible holocausto nuclear, el calentamiento global, la escasez de agua potable hasta la erosión de la biodiversidad; El «COVID-19 es la venganza de la naturaleza por más de cuarenta años de maltrato y abuso a manos de un extractivismo neoliberal violento y no regulado».

 Por primera vez un virus ha atacado a todo el planeta causando miles de muertes sin poder detenerlo debido a su rápida propagación desde que vivimos en una cultura globalizada con un gran desplazamiento de personas que viajan a través de todos los continentes y pueden ser portadores de la epidemia. La Tierra ya ha perdido su equilibrio y está buscando uno nuevo. Y este nuevo podría significar la devastación de importantes porciones de la biosfera y de una parte significativa de la especie humana. El día de la Sobrecarga de la Tierra (The Earth Overshoot day) ocurrió el día 29 de julio de 2019. Esto significa que en esa fecha se habían consumido todos los recursos naturales disponibles y renovables para ese año. La Tierra entró en números rojos puesto que tenía un cheque sin fondos.

O cambiamos nuestra relación con la Tierra viva y con la naturaleza o tendremos que contar con virus nuevos y más potentes que podrían aniquilar millones de vidas humanas. Nuestro amor a la Vida, la Sabiduría humana de los pueblos y la necesidad del cuidado, nunca han sido tan urgentes. “EL CORONAVIRUS, UN ATAQUE DE LA TIERRA CONTRA DE NOSOTROS”.

Santa Rosa, Copan enero 2021

  • Jorge Burgos
    Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. jorgeburgos@criterio.hn

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2 comentarios

  1. Vaya que muy acertada su reflexión doctor, hoy como nunca vemos los efectos de la respuesta que la naturaleza por si misma ejecuta en contra del principal destructor de la vida, irónicamente el homos sapiens; organismo inteligente cuya sapiencia no la usa para cuidar y construir su casa sino que para destruirla en nombre de una civilización que lo único que desea es dinero y poder. De todo esto culpa a Dios el hombre cuando vienen sobre nosotros las consecuencias de nuestros despropósitos.