Por: Redacción CRITERIO.HN
redaccion@criterio.hn
Tegucigalpa, Honduras.- Economistas siguen insistiendo en la necesidad de que el gobierno reestructure el Presupuesto General de la República del año 2021, para redirigirlo a la salud, educación y el fortalecimiento de la micro, pequeña y medianas empresas, (MiPymes) para evitar que la catástrofe provocada por la pandemia se extienda con mayor repercusión.
Los expertos en economía cuestionan, además, la falta de inversión social y que el gobierno centre su atención en los indicadores macroeconómicos que contrastan con la realidad que vive la mayor parte de los 9.3 millones de habitantes de este país.
“Es necesario ver que la pobreza y la desigualdad social han aumentado, pero empeorará el próximo año”, señaló Liliana Castillo, ex presidenta del Colegio de Economistas de Honduras, (CEH).
El plan para reactivar el aparato productivo a través de las micro, pequeñas y medianas empresas es una buena opción “sin que aún se vean qué efecto tiene en la economía de las MiPymes, que con esos recursos están readecuando deudas”.
“Falta más apoyo, las tasas de interés bajaron para estimular los préstamos nuevos a una tasa de interés de 13.83 por ciento, pero el año pasado la tasa era de 12.25%”, encareciendo el costo del dinero, indicó Castillo.
El acuerdo que el gobierno firmó con la Asociación Honduras de Instituciones Bancarias y Aseguradoras, (AHIBA), es para buenos clientes de los bancos, no para las categorías 3, 4 y 5 de las MiPymes que representan el 70% de los ingresos del país y que en el presupuesto del 2021 mantiene ese apoyo, pero es insuficiente porque es ahí donde se han perdido tres millones de empleos, puntualizó.
La situación es difícil y no sabemos cuál es el sacrificio del gobierno en general pues se mantienen los altos salarios, la duplicidad de funciones y el gasto corriente se mantiene, este presupuesto no incluyó el efecto de la crisis.
Julio Raudales, Vicerrector Universitario y expresidente del CHE, declaró que la redistribución del ingreso es menos mala antes de los impuestos, después de eso el sistema tributario hondureño es un promotor que aumenta la desigualdad.
Noticia relacionada: En calamidad doméstica más de medio millón de hondureños suspendidos y despedidos de sus trabajos
“El 14% de los ingresos en impuestos los pagan los ricos, el 42% los pobres, el Estado les quita a los pobres y les da a los ricos”, precisó Raudales.
Las bases de la estructura económica y la distribución social del país, se levantó, de tal manera, que es endeble y no va a resistir un terremoto como el de la pandemia. Costa Rica tiene problemas sociales y económicos debido al mal viral, pero su sistema de seguridad social es uno de los más fuertes de Latinoamérica y recibirá menos daños que el que recibirán El Salvador y Honduras.
“Es fácil criticar desde abajo, pero con 30 años de experiencia es importante subrayar que hay que mejorar el ejercicio de las finanzas con la planificación; al gobierno le queda año y medio para eso, sino el ejercicio financiero no tendrá impacto alguno, y estamos hablando de la vida y la calidad de vida de las personas”, enfatizó.
Por el lado de los ingresos, el financiamiento del Estado recaerá más en quienes tienen menos ingresos, mientras la estructura tributaria no presenta cambios y se anuncian recortes en inversiones sociales que podrían agudizar aún más una de las peores crisis que vive el país.
COMERCIO Y CONSTRUCCIÓN
La contracción de la economía tiñe de gris el feriado “Morazánico” y la apertura de empleos temporales de diciembre, que para el 2013 permitía ingresos modestos para más de 20 mil trabajadores, entre ellos 2.500 menores de edad, reportó la oficina regional de Trabajo de San Pedro Sula.
Este año “el comercio no estará en condiciones de generar la cantidad de empleos temporales de años anteriores, esperamos que se recuperen algunas actividades, pero no todos los empleos, reconoce Rafael Medina, presidente de la Cámara de Comercio a Industrias de Tegucigalpa.
El impacto económico de la pandemia de Covid-19 y el mal manejo de la misma también anuncian una espectacular caída de 9 mil millones de lempiras en el rubro de la construcción, en especial el sector de vivienda social, una necesidad que ya sufren más de un millón de familias que carecen de una casa propia.
A mitad de agosto más de 500 mil obreros estaban desempleados o con sus contratos de trabajo suspendidos, agregó Daniel Durón, secretario general de la Central General de Trabajo, (CGT).
El economista Claudio Salgado aseveró que el rubro de la construcción es de los pocos que abre espacios a la mano de obra calificada y no calificada y representa un porcentaje muy importante del producto interno bruto nacional.
Empresarios de la construcción reconocen caídas significativas en inversión pública y extranjera privada directa, al cierre del año.
EN PICADA
La inversión extranjera directa en 2017 creció 4.8%, en 2018, 3.7%, en 2018 2.7 y este año obviamente el decrecimiento será de y 8%7.
Esto ratifica que entre 2010 y el año 2017 la inversión extranjera directa se mantuvo entre mil y mil 200 millones de dólares; cayó a 950 millones en 2018 y a 495 millones de dólares en 2019, hablamos de un franco retroceso de la economía nacional, explicó el expresidente del Banco Central de Honduras, Hugo Noé Pino.
El nivel de desempleo y subempleo representan más del 60% y qué política económica se ha ofrecido, proyectos que, hasta ahora, al último año de gobierno, no dan resultados y lo que se aprecia es un alto endeudamiento externo para el próximo año.
La caída en percepción e imagen de país incluye Indicadores como el Índice de Gobernanza, el Índice de Transparencia, Índice de Percepción de la Corrupción y el índice Global de Competitividad, “en todos ha retrocedido Honduras”.
“El presupuesto del 2021 apenas destina 2.7% en inversión real en el país…”, concluyó Pino.
