Por: Marcia Perdomo
Tegucigalpa.- La presidenta de la organización Robert F. Kennedy Human Rights, Kerry Kennedy, instó al Estado de Honduras a un cambio estructural que conlleve a una legislación y a una empresa privada más inclusiva a la comunidad LGBTIQ+.
Kennedy abordó este tema en el marco de su visita como testigo de la petición de perdón del Estado de Honduras por su responsabilidad en el homicidio de Vicky Hernández, una mujer trans asesinada la noche del golpe de Estado de 2009, mientras Honduras permanecía en estado de sitio a manos de las fuerzas de seguridad pública.
La activista de derechos humanos, hija del senador Robert F. Kennedy asesinado en 1968, y autora de los libros: “Ser católico ahora”, “Speak truth to power”, y “Robert F. Kennedy: Ripples of Hope”; se sentó en exclusiva con Criterio.hn para conversar sobre el impacto de la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte-IDH) en el caso Vicky Hernández en Honduras y Latinoamérica.
En una sentencia sin precedentes, la Corte IDH declaró al Estado de Honduras responsable por la violación al derecho a la vida, y a la integridad personal de Vicky Hernández. Como parte de las medidas de reparación, el Tribunal ordenó al Estado de Honduras el reconocimiento de responsabilidad internacional en un acto público.
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Las organizaciones co-peticionarias en el caso fueron la Red Lésbica Cattrachas y el Robert F. Kennedy Human Rights, antes conocido como Centro Robert F. Kennedy para la Justicia y los Derechos Humanos.
¿Qué impacto o significado tiene para los derechos de las personas LGBTIQ+ que Honduras fuera responsabilizado ante la Corte IDH por el homicidio de una mujer trans, quien además es considerada una de las primeras personas en ser asesinada en el golpe de estado de 2009?
Kerry Kennedy: Vicky era una mujer que estaba camino a su casa durante el golpe de Estado cuando fue atacada, brutalizada, violada y asesinada. El esfuerzo de las organizaciones de derechos humanos, en particular de la Red Lésbica Cattrachas, al llevar este caso adelante y responsabilizar al Estado de Honduras es en sí mismo una victoria.
Eso unido con la aceptación de responsabilidad del Estado y el reconocimiento de esa responsabilidad y solicitud de perdón también son parte de las victorias y es algo extraordinario que ya en sí tiene un valor enorme para los derechos de las personas LGBTIQ+. Pero el desafío más grande es lograr ese cambio estructural y para eso, esa voluntad política y la incidencia que hemos visto en estos días tienen que continuar para que realmente la decisión se transforme en un cambio más amplio en Honduras.
¿Cuáles deberían de ser las primeras acciones que se deben de tomar para impulsar estos cambios estructurales?
Kerry Kennedy: Lo primero es cumplir con el resto de las medidas ordenadas por la sentencia en el caso de Vicky que incluyen medidas puntuales como indemnización a la familia, pero también medidas que pueden tener un impacto más amplio. Por ejemplo la elaboración del documental sobre violencia contra las mujeres trans, las becas para mujeres trans en honor a Vicky Hernández.
Otras medidas incluyen la adopción de un proceso rápido y gratuito para el cambio de nombre y la no identificación de género en el documento nacional de identificación. Así como la capacitación para las fuerzas de seguridad y autoridades involucradas en la investigación de violencia contra personas LGBTIQ+. Todo eso en su conjunto dirige hacia el cambio estructural que estamos buscando y que se impulsó a través del caso de Vicky Hernández.
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¿Cómo reaccionó el Centro Robert Kennedy para los Derechos Humanos al anuncio de la presidenta Xiomara Castro en relación a la adopción de cambios en el documento nacional de identificación (DNI)?
Kerry Kennedy: Es un paso muy importante y en la dirección correcta. Pero hay más reformas que se tienen que hacer, incluso reformas legislativas.
No obstante, lo más importante y es una pregunta para el pueblo hondureño ¿Queremos construir un país donde sea el amor, la compasión, la aceptación por la diferencia de unos y otros, donde la dignidad humana sea realmente reconocida? O ¿Queremos seguir viviendo en una mente donde más bien hay odio hacia ciertas poblaciones, donde la violencia es parte del día a día? El pueblo recientemente votó por el amor, la compasión, por la dignidad, entonces ahora hay que trabajar para que así se manifieste y que esa transformación se logre.
Vivimos en un país sumamente conservador ¿Cuál debería ser el impulso de parte de la sociedad civil en apoyo a los derechos de la comunidad y organizaciones LGBTIQ+?
Kerry Kennedy: En primer lugar, el 10% más o menos de la población es LGBTIQ+, entonces ya sea que lo sepas o no hay personas LGBTIQ+ en el seno de nuestras propias familias, gente que conocemos, con la que trabajamos y apreciamos. Ese es el primer frente de reflexión y de cambio.
También a nivel del Estado hay que tomar una serie de medidas, incluyendo legislativas. Ir rompiendo estas formas de discriminación como el impedimento de visitas conyugales a personas del mismo sexo y una serie de otras medidas que en el día a día tienen un impacto enorme en la vida de las personas.
Las iglesias tienen un rol muy importante y si bien hay sectores de las iglesias que están llenos de odio e intolerancia también hay aliados. Es importante para quienes tienen fe hacer una reflexión sobre lo que decía el papa Benedicto en relación con la búsqueda de la verdad y cómo la búsqueda de esta nos hace cuestionar a la autoridad.
En otros sectores como las empresas hay formas y medidas que ayudan a combatir y abrir espacios, como por ejemplo asegurar que, en las juntas directivas de las corporaciones, de las empresas, realmente haya diversidad, que haya representación.
Desde estos distintos espacios se puede ir poco a poco cambiando esa visión y esa idiosincrasia tan conservadora.
¿Qué repercusiones tiene para la región centroamericana y el resto de América Latina que el caso fuese llevado hasta la Corte Interamericana de Derechos Humanos y obtuviera una sentencia condenatoria en contra del Estado de Honduras?
Kerry Kennedy: Este es el primer caso en la historia de América Latina en la que un estado ha sido declarado responsable por el asesinato de una persona LGBTIQ+. Al ser juzgado por la Corte Interamericana, se sienta un precedente que no solamente aplica a Honduras sino a todos los países que forman parte del Sistema Interamericano. Eso pone en aviso a los demás Estados que las fuerzas de seguridad no pueden asesinar impunemente a personas trans y cometer violaciones contra la población LGBTIQ+.
¿Cómo ven que se están manejando las garantías constitucionales de las personas LGBTIQ+ en Honduras?
Abogada Angelita Baeyens, parte del equipo legal del RFKennedy Human Rights: Sí hay algunos temas claves. El hecho que se haya declarado pétreo, la imposibilidad de reformar el matrimonio igualitario es un obstáculo enorme. Claro, igual hay cosas inclusive más inmediatas, más urgentes, como el detener la violencia que día a día se cobra las vidas de las personas LGBTIQ+.
Algo tan fundamental como no poder unirse bajo la ley con la persona que uno decida, independientemente de cuál sea su identidad de género y su orientación sexual, y que además se tratara de blindar de forma tan arbitraria en la Constitución es terrible.
Hace falta que la legislación, incluyendo la Constitución, reconozcan esa dignidad innata y que los derechos deben ser garantizados de manera igualitaria a todas las personas con independencia de cualquier de sus características personales.
¿Cómo conoció el Centro Robert F. Kennedy para la Justicia y los Derechos Humanos el caso de Vicky Hernández? y ¿Por qué decidieron ser co-peticionarios en el caso junto a la Red Lésbica Cattrachas?
Kerry Kennedy: La organización Robert F. Kennedy tiene un largo historial de trabajo y de compromiso con los derechos humanos en la región y el uso del litigio estratégico ha sido una de las herramientas con las que hemos impulsado, sobre todo en la última década, la transformación de las estructuras. En Guatemala y México, hemos trabajado en casos de femicidios también ante el Sistema Interamericano. En Honduras, tenemos con Cattrachas dos casos más.
Realmente lo que nos permite trabajar es tener alianzas con organizaciones extraordinarias y para nosotras el trabajo del equipo de la Red Lésbica Cattrachas y su experiencia en la documentación del caso de Vicky Hernández hizo que el mismo fuera un éxito y se logrará algo realmente poderoso, importante y que abriese las puertas a las reformas que deben tener lugar en Honduras.
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Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. Ver todas las entradas