Covid-19 mendicidad

Covid-19 recrudece la mendicidad en Honduras

 

Por: Redacción CRITERIO.HN

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Fotos: Fernando Destéphen

Tegucigalpa.- El confinamiento y la paralización de las actividades económicas tiene en zozobra a miles de hondureños que no tienen un ingreso diario. La falta de dinero y comida en sus casas los está obligando a pedir en las calles.

La mendicidad en las vías públicas de la capital ha sido permanente en tiempos normales, pero con la emergencia sanitaria por el coronavirus (Covid-19) las calles se están inundando de familias completas que ya han perdido la pena y han comenzado a pedir en semáforos de avenidas y calles.

Honduras arribo este martes a 42 días de cuarentena, su población sigue esquivando el coronavirus (Covid-19) que ya ha se ha extendido a 14 de los 18 departamentos y ha causado la muerte de 64 hondureños y el contagio de 702.

Las horas pasan y el gobierno ha comenzado a hablar de abrir las actividades económicas de “manera inteligente”. Hoy en cadena nacional el secretario de Trabajo y Seguridad Social, Carlos Madero, aseveró tener listos varios protocolos de bioseguridad y amenazó con cerrar a aquellas empresas que no cumplan con las medidas.

La advertencia podría afectar al comercio informal, pues los protocolos han sido diseñados para las grandes y medianas empresas. Aquellos hombres y mujeres que venden en las calles o que tengan glorietas o pequeñas ventas, probablemente no sean incluidos, como el caso de la familia Méndez, que ha ubicado su negocio de artículos y productos de higiene en la avenida Cabañas del barrio El Country de Comayagüela. La familia de emprendedores está en riesgo de caer en la línea de la miseria que afecta a 3.5 millones de hondureños de una población de 9.3 millones.

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Wilfredo Ortíz Jiménez, un reciclador que vive en la colonia Villa Nueva de Tegucigalpa, lamenta que desde que el gobierno restringió la circulación, sus ingresos han disminuido sustancialmente. Este hombre recorre a diario las calles de la populosa colonia Kennedy, donde encuentra botellas plásticas, las que luego vende para obtener unos pocos ingresos. Desde hace casi dos meses no recicla y la ayuda alimentaria del gobierno solo llegó una vez a su colonia.  A pesar de ser soltero y de no tener hijos, Wilfredo contribuye en su casa.

 

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Nohemy Fúnez  pide comida frente al mercado Jacaleapa junto a sus dos hijas, Génesis Nohemy (11) y Estefany (4). Su historia es la misma: no tienen comida en su casa. Dice que la ayuda alimentaria del gobierno solo llegó una vez, por lo que ahora las tres  salen a diario a la parte trasera del mercado y con cartones con leyendas piden comida. A pesar de su precariedad, se cuidan: usan mascarillas.
 

 

 

Covid-19 mendicidad
Sagrario Cruz (64)  también está en la calle pidiendo comida junto a su familia. Se cubre del sol  con una gorra  y uso mascarilla de tela para disminuir el riesgo de contagiarse o contagiar del coronavirus. Junto a su familia ha salido del barrio La Guadalupe hasta la avenida, Juan Manuel Gálvez en la colonia La Alameda, en una calle que, antes de la epidemia era un lugar de exhibición de los trucos de los hippies. Ahora Sagrario y su familia ocupan las calles López Rodezno y la Juan Manuel Gálvez para pedir comida, igual que Wilfredo y Nohemy,  con sus dos hijas.
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Anibal Cruz de 25 años, nieto de Sagrario, también carga una cartulina la que muestra a los carros que pasan, algunos se detienen y bajan un poco el vidrio y le dan dinero. Aníbal posa en medio de la calle con gorra verde, mascarilla de tela azul, mochila y un guante en la mano izquierda.
El sol calienta el pavimento de la Avenida Gálvez de la colonia Alamenda y Tania Pérez, madre de una niña de cuatro años, también pide comida, cuenta que sale obligada por el hambre y porque debe pagar el cuarto donde vive. Por ratos Tania aguanta sostener en los brazos a su hija Nicolle, quien a veces se aburre y se quiere ir, pues su corta edad no entiende su triste realidad.

 

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