Con el 70% de los casos de muertes violentas de mujeres aún sin resolver, Honduras enfrenta una situación de femicidios que la ubican entre los primeros cinco países más violentos del mundo para las mujeres, donde el hogar se convierte en un peligroso escenario de violencia sin la debida atención estatal para abordar la raíz del problema
Tegucigalpa, Honduras. – En medio de un panorama marcado por la violencia y la impunidad, Honduras continúa siendo golpeada por un flagelo que pasa por desapercibido: las muertes violentas de mujeres y los femicidios, atrocidades que dejan un rastro de dolor e impotencia en las familias de las víctimas.
El Centro de Derechos de Mujeres (CDM), en su monitoreo de medios de comunicación, registró que, en Honduras, 26 mujeres perdieron la vida de manera violenta, sólo en el mes de enero.
“Estamos registrando una baja de femicidios”, expresó a Criterio.hn Lara Bohórquez coordinadora de la Unidad de Investigación Feminista del Centro de Derechos de Mujeres.
Sin embargo, pese a presentarse una reducción con relación a enero de 2023, cuando se registraron 38 muertes violentas de mujeres, la preocupación no cesa debido a la poca o nula importancia que las autoridades estatales le han dado a la violencia de género.
Sobre las muertes violentas de mujeres, la coordinadora residente de las Naciones Unidas, Alice Shackelford, a través de su cuenta de X, refirió que “no podemos olvidar”, al tiempo que recordó los casos de Keyla Martínez y a Angie Peña –dos casos que sacudieron a Honduras y han dejado el panorama sobre la violencia contra las mujeres, el primero fue un femicidio a manos de la Policía Nacional, cuyo responsable sólo recibió cinco años de cárcel; y el segundo una desaparición que a más de dos años permanece un manto de misterio—.
FEMICIDIOS ÍNTIMOS: UNA PREOCUPACIÓN
En 2023, el 70% de las muertes violentas de mujeres, se desconoce la identidad de los perpetradores, reflejando con ello la falta de investigación por parte de la Policía Nacional, situación que limita el acceso a la justicia para las víctimas y familiares.
De acuerdo con Lara Bohórquez, una de las intranquilidades que se ha generado en torno a las muertes violentas de mujeres, es el vínculo del agresor con la víctima. La defensora de derechos humanos, señaló a Criterio.hn que se están registrando femicidios íntimos, es decir los que tienen relación con la pareja o ex pareja de la víctima. En ese sentido refirió que el análisis les indica que uno de los escenarios de las violencias es el hogar. “Tenemos que trabajar la parte de concientización y prevención de la violencia dentro del hogar”, remarcó.
Para ello, Bohórquez señala que dicho enfoque de prevención requiere un análisis profundo del sistema patriarcal, mismo que conlleva a un fuerte trabajo con las mujeres y con la sociedad para lograr la disminución de la violencia en contra de mujeres y niñas.
Para Cristina Alvarado, del Movimiento de Mujeres por la Paz “Visitación Padilla”, este trabajo que pasa por la reeducación de la sociedad es responsabilidad de quienes han gobernado por años en el país porque, “los gobiernos han abandonado la parte social, sólo hablan de políticas económicas, de recuperación de la infraestructura, pero jamás abordan las políticas publicas con un enfoque social para mejorar”.
Además, la feminista enfatizó que la violencia contra la mujer se debe entender como un problema estructural que no se desliga de la desigualdad histórica en la que ha vivido la mujer hondureña.
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ROL DE LA MUJER PERPETUADO
La violencia contra la mujer requiere la intervención de las diferentes entidades estatales y además de la sociedad en su conjunto, para lograr la transformación de patrones culturales que promueven, legitiman y además normalizan la violencia degenero.
En ese sentido, Cristina Alvarado, señaló que existe una resistencia en la sociedad para reconocer que las mujeres son seres humanos, sujetas de derechos.
Que, además, conlleva a normalizar patrones y conductas que deslegitiman el papel de la mujer en la sociedad. “Lamentablemente el machismo ha generado, conductas, roles, patrones, normas y leyes sostenidas por un sistema social que perpetúa el rol de las mujeres como de segunda categoría”, recriminó.
En 2023, el Observatorio de Derechos Humanos de las Mujeres del CDM registró, a través del monitoreo de medios impresos y digitales 742 agresiones contra mujeres y niñas. De las que se deriva el 58% de las agresiones como constitutivas de delitos contra la vida y 30% en delitos sexuales.
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Amante de la lectura y la naturaleza, una mujer con la convicción firme que todos podemos hacer cambios significativos en la sociedad, por eso mi objetivo es exponer las injusticias que adolece la ciudadanía. Busco incidir, a través del periodismo, en la defensa y promoción de los derechos humanos, evitando caer en la complicidad de callar ante las injusticias y la corrupción. Ver todas las entradas