Portada: Los nicaragüenses han protagonizado sendas protestas en contra del régimen Ortega Murillo como, en su momento, lo hicieron los hondureños contra el régimen de Juan Orlando Hernández, sin lograr el objetivo. (Foto: cortesía coalición de organizaciones opositoras de Nicaragua).
Tegucigalpa. – En una carta que recuerda los lazos existentes entre los pueblos de Honduras y Nicaragua desde la independencia de Centroamérica, organizaciones de la oposición al régimen Ortega Murillo solicitaron a la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, apoyar al pueblo de Nicaragua.
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Especialmente, solicitan su solidaridad ante el reciente informe de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet en el que se reflejan las múltiples irregularidades del proceso electoral del 7 de noviembre de 2021 en Nicaragua y las violaciones a los derechos humanos en ese país.
Entre las cifras reflejadas en el informe rápido de dicha agencia y que fue publicado este marzo -no incluido en la carta- se registran:
- 46 personas detenidas arbitrariamente por razones políticas entre mayo y noviembre de 2021 en el contexto electoral
- 29 personas al menos, de las 46, permanecen detenidas en la Dirección de Auxilio Judicial (“Nuevo Chipote”) en condiciones que podrían considerarse inhumanas, crueles y degradantes.
- 34 personas enjuiciadas y condenadas sin garantías procesales fueron sancionadas con inhabilitación para ejercer la función pública y privación de libertad entre 8 y 13 años.
- 32 personas sancionadas por infringir la Ley de Defensa de los Derechos del Pueblo a la Independencia, la Soberanía y Autodeterminación para la Paz (Ley 1055)
- Siete personas, al menos, sancionadas por infringir la Ley Especial de Ciberdelitos (Ley 1042)
- Una persona muerta en 2022 bajo custodia del Estado de Nicaragua.
La misiva dirigida a Castro espera que Honduras como miembro del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas se pronuncie sobre la situación de los derechos humanos en Nicaragua durante el 49 período de sesiones de dicha instancia de la ONU que se celebra en Ginebra, Suiza. A la vez recuerda que la gestión gubernamental y la política exterior de Castro está enfocada en ser «ciudadana centroamericanista, latinoamericana, soberana y solidaria».
Al finalizar el pronunciamiento realizado por varias organizaciones, hacen un llamado a Castro a apoyar a Nicaragua «para encontrar una solución a su crisis a través de reformas que permitan a todos los nicaragüenses el ejercicio pleno de sus derechos civiles y políticos».
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CANCILLERÍA DE HONDURAS SIN RESPUESTAS
Criterio.hn intentó comunicarse con la Secretaría de Relaciones Exteriores a través de su oficina de relaciones públicas y el vicecanciller, Gerardo Torres, sin que se obtuviera respuesta alguna de las partes.
Xiomara Castro, que se supone ideológicamente afín a Daniel Ortega y que asumió el poder el 27 de enero, no se ha referido a la situación de Nicaragua, incluso se percibe cierta lejanía con el líder sandinista.
En los últimos años, Daniel Ortega mantuvo cierta cercanía con el ahora expresidente y posible extraditable a Estados Unidos, Juan Orlando Hernández, con quien firmó un Tratado Integracionista del Bicentenario; mediante el cual ambos mandatarios supuestamente firmaron el acuerdo que pretende delimitar las fronteras marítimas en el Caribe y el Pacífico entre ambos países.
De acuerdo con el Índice de Percepción de Corrupción, publicado por Transparencia Internacional, Honduras (23) y Nicaragua (20) están entre los países más corruptos de Centroamérica, solamente rebasados a nivel latinoamericano por Haití (20) y Venezuela (14).
XIOMARA CASTRO EN UNA ENCRUCIJADA
Ante el silencio de Cancillería, Criterio.hn buscó la opinión del analista y profesional del derecho, Raúl Pineda Alvarado, quien sostuvo que la presidenta Castro se encuentra en una encrucijada ante la solicitud realizada por las organizaciones nicaragüenses.
Esto debido a que constitucionalmente tiene el mandato de las relaciones exteriores, sin embargo, «al censurar el comportamiento autoritario y violento del gobierno de Daniel Ortega estaría participando, interviniendo en un tema de política interna».
Pineda Alvarado señaló que, por otra parte, el tema de las violaciones a derechos humanos es un asunto de carácter de libertad que obliga a todos los funcionarios y ciudadanos a procurar su respeto como un valor universal.
Pero aclaró que, en el orden práctico, lo más probable es que la solicitud no tenga replica y que «sea el silencio la respuesta a esas demandas de la oposición nicaragüense, quienes ciertamente están enfrentando una lucha muy fuerte y desventajosa frente a un gobierno que cada vez se va alejando más de los escenarios que le dieron la entrada al poder en Nicaragua».
