caso de Angie Peña

Nebulosa creada por autoridades hondureñas entorpece caso de Angie Peña

Redacción: Viena Hernández

Tegucigalpa. –  Una capa de nebulosa formada por irregularidades y falta de coherencia de las autoridades encargadas de la investigación y justicia, imposibilita conocer lo que realmente ocurrió con Angie Peña, hondureña que desapareció en condiciones extrañas en West Bay, Roatán, Islas de la Bahía el 1 de enero de 2022.

Este tipo de negligencias además de dañar a sus familiares terminan por dar paso a un show mediático, perfecto para generar audiencia en los medios de comunicación corporativos.

Desde el principio, el caso de Peña se trató como una desaparición y esa teoría aún no ha podido desestimarse desde que no se volvió a saber nada de ella el pasado 1 de enero, cuando abandonó la arena de Roatán y salió al mar en una moto acuática, cuando disfrutaba de unas vacaciones.

En reiteradas ocasiones, el padre de Angie, Walter Peña, apuntó que las autoridades hondureñas no realizan una labor de verdad comprometida para desarrollar y comprobar que sucedió con su primogénita.

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Sostuvo que las autoridades callan y mienten, pues señaló que ante el letargo que mantienen, la familia en compañía de la subsecretaria de Seguridad, Julissa Villanueva, no han parado de investigar y tienen pruebas que revelan que Angie está con vida.

Sin embargo, la familia exigió que la fiscal de Roatán, Karla Zavala, sea destituida, pues sostienen que ella puso en pausa el proceso contra los principales sospechosos de la desaparición de Angie. Según explicaron, Zavala ya tiene conocimiento de personas que están a cargo de una banda de trata de personas que opera en la zona de Roatán, pero ha evitado girar orden de captura.

Los familiares temían que el caso de Peña terminara rezagándose, reforzando las posibilidades de no dar con su paradero en caso de estar secuestrada. En efecto, esto es justo lo que ha ocurrido, pues a seis meses de su desaparición en lugar de ver resultados, el caso sigue siendo entorpecido.

Desde la desaparición, la familia apuntó que la Policía Nacional y sus entes de investigación no estaban preparados para rastrearla. Es más, luego de dos meses de la desaparición, el padre de Peña, señaló que continuaban buscándola sin contar con la ayuda de las autoridades, quienes pararon sus funciones tras asegurar que había sufrido un accidente marítimo.

Una de las hipótesis sobre su desaparición en el mar, sostiene que debido a las turbulencias del clima la joven pudo haberse desviado, tras haber decidido montar una moto acuática en esa ocasión sin la ayuda de un guía.

Sin embargo, jamás fue encontrada en el mar, por lo cual luego inició a sospecharse que podría haber llegado a tierra y ser secuestrada. De esa forma, se realizaron búsquedas en la costa de Belice y Guatemala.

Con el fin de encontrar rastros del paradero de Peña, fueron visitados también Omoa, Cortés, Utila, La Ceiba y Roatán en Honduras.

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AUTORIDADES DESARTICULADAS Y SE CONTRADICEN

La Dirección Policial de Investigaciones (DPI) interrogó en esos días a personas que habían estado con Peña antes de su desaparición, entre ellas su hermana. Sin embargo, la hipótesis de “causa accidental” siguió siendo sostenida.

Una semana después de la desaparición de Peña de 22 años, se activó una alerta amarilla a través de la Policía Internacional (Interpol), por lo cual, unos 195 países habrían sido notificados sobre este caso desaparición, según anunció la DPI.

Los padres de la joven, desesperados por la suma de los días sin respuesta sobre su hija, ofrecieron públicamente una recompensa por 250 mil lempiras por información fidedigna sobre su ubicación, además, el 8 de enero, la Policía Nacional anunció el descenso de un submarino a 1,000 pies de profundidad, pero tampoco se encontró algún rastro.

La preocupación crecía cada vez más, sobre todo, porque Roatán es un lugar muy visitado, pero aparentemente nadie vio nada.

En ese entonces, el director de la DPI, Rommel Martínez, señaló que las pruebas descartaban la probabilidad de privación ilegal de la joven, pero dijo que la hipótesis no podía abandonarse del todo.

Debido a la notificación de alerta lanzada por Interpol, a los 10 días de su desaparición, la DPI anunció el encuentro de un chaleco salvavidas que Peña pudo haber usado.

Por largo tiempo no volvió a tocarse el caso de Peña, atrasándose nuevamente, pero hace unos días, el tema sobre qué pasó con la joven revivió, pero con nuevas contradicciones.

El Ministerio Público contradijo a la titular de la Comisión Interinstitucional Contra la Trata de Personas (Cicesct), Sua Martínez, quien sostiene que Angie fue raptada y podría estar siendo víctima de explotación sexual en otro país, pues el cuestionado ente de justicia afirmó que no pueden asegurar que la joven esté con vida.

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Sin embargo, Martínez señalo que Peña está con vida y que, junto a la subsecretaria de Seguridad, Julissa Villanueva, cuentan con pruebas para respaldar esa teoría.

Además, pese a que no es una entidad de investigación, la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco) insistió que Peña falleció en un accidente en el mar, aunque se haya encontrado en Belice la moto acuática, una llave y un chaleco que la joven habría utilizado.

La negligencia con la cual ha sido desarrollado el caso de Angie Peña, denota falta de investigación profunda, pues después de seis meses todavía persisten las mismas teorías y las entidades en lugar de realizar un trabajo en conjunto están listas tan solo para contradecirse entre sí.

Las aguas de West Bay guardan lo que realmente sucedió y hasta este día se desconoce el desenlace del caso de Peña, el cual contantemente es objeto de cuestionamientos y dudas, sobre todo, por la falta de confianza hacia las autoridades de investigación y de justicia que impera en Honduras.

  • Jorge Burgos
    Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. jorgeburgos@criterio.hn

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Un comentario

  1. El sistema policial y de justicia en Honduras cómo suele suceder en otros países de la región, es altamente corrupto en todos los sentidos y sus niveles, ademas que no existe capacidad instalada ni los recursos necesarios para hacer investigación.
    Este caso es emblemático gracias a sus padres, que han luchado por sus propios medios, me pregunto ¿que de las niñas recién encontradas en esa embarcación? No escucho mayor información de parte de las autoridades de la isla.