Natalie Roque, de vivir en carne propia persecución política a asumir la Secretaría de Derechos Humados

Tegucigalpa. –Asumió las riendas de la Secretaría de Derechos Humanos en una nación vulnerable frente al respeto a la dignidad y derechos de las personas y en medio del auge de arbitrariedades a defensores del agua y el medio ambiente.

Natalie Roque Sandoval, nació en Moscú, capital de la antigua Unión Soviética en septiembre de 1983. Hija de hondureños exiliados. Su madre ya fallecida María del Carmen Sandoval y Moisés Roque, maestro jubilado, fueron dirigentes estudiantiles y miembros del Partido Comunista, hecho que les significó ser perseguidos políticos.

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Para 1993, bajo los acuerdos de paz originados por las desapariciones forzadas y persecución del Estado, en la década de los 80, retornaron a Honduras. Sus estudios primarios los cursó en diversas instituciones en Nicaragua, aunque concluyó en la Escuela Cristóbal Colón en el municipio de Sabá, departamento de Colón.

En 2006, obtuvo el título de licenciada en historia en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH). Para 2015, logró una especialización en estudios de memoria, ciudadanía y derechos humanos en Nicaragua y Chile.

Siguiendo con sus estudios, en 2016, alcanzó una maestría en antropología social en la Universidad de Extremadura, en España y es egresada de la maestría en gestión de patrimonio cultural para el desarrollo en 2012. También tiene estudios en museos, patrimonio y conservación bibliotecología y archivista.

Su experiencia laboral es amplia, fungió como directora de la hemeroteca nacional de Honduras de 2007 a 2009. Desarrolló el plan de gestión integral y coordinó el proceso de creación del Centro de Arte y Cultura de la UNAH en 2011-2012.

De 2014-2015, fue colaboradora del Instituto de Historia de Nicaragua y Centroamérica. Posteriormente, de 2015 hasta 2021 laboró en el Comité de Familiares de Detenidos y Desaparecidos de Honduras (COFADEH) y entre 2019 a 2021 trabajó en el decanato de la facultad de humanidades y artes de la UNAH.

En su carrera política, figuró como candidata a designada presidencial por el Partido Libertad y Refundación (Libre), aspiración que declinó para permitir la conformación de una alianza con el Partido Salvador de Honduras (PSH) y el Partido Innovación y Unidad Social Demócrata (Pinu-SD) con la finalidad de derrotar al conservador Partido Nacional que se mantuvo en el poder durante doce años.

Roque cedió el cargo para que Xiomara Castro, en ese entonces candidata presidencial, conformara una alianza política nombrando a Salvador Nasralla y a Doris Gutiérrez como designados presidenciales del Partido Libre.

Dentro del Partido Libre, milita en el directorio de formación política e ideológica y, tras la victoria electoral de Castro en las pasadas elecciones de noviembre, formó parte de los equipos de transición de gobierno y subcoordinadora de la comisión de traspaso presidencial.

El día que Castro asumió oficialmente la presidencia, Roque fue nombrada secretaria de Derechos Humanos, ente estatal creado en 2010 por el expresidente Porfirio Lobo Sosa, como parte de los acuerdos suscritos posgolpe de Estado de 2009. Esta secretaría fue clausurada por Hernández en 2014, sin embrago, por presiones de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUD) fue restituida en 2015.

La mayor experiencia de Roque ha sido en cultura y patrimonio, sin embargo, en la última década ha sido acompañante e investigadora en temas de derechos humanos. Aceptó el reto en la secretaría por la historia personal y familiar de violencia perpetrada por el propio Estado.

Desde niña vivió en carne propia los vejámenes de fuerzas policiales, además de ser víctima de represión y persecución tras el golpe de Estado. Cuenta con un equipo de trabajo experimentado en temas de derechos humanos y una asesoría personal con altos estudios y trayectoria nacional e internacional en temas de derechos humanos que ha pedido el anonimato.

Su tarea al frente de la Secretaría de Derechos Humanos va más allá de implementar de manera efectiva las políticas públicas existentes, Roque deberá lograr que el gobierno de Castro no se convierta en violador de derechos humanos como ha acontecido en gobiernos pasados, específicamente después del golpe de Estado de 2009.

“El compromiso es enorme, tenemos una enorme responsabilidad histórica, con muchísima esperanza, por un lado, y también compromiso de nuestro gobierno, expresado desde el discurso de nuestra presidenta, al fundamentar sus propuestas en derechos humanos”, dijo a Criterio.hn.

Su apuesta irá de la mano con la cultura y el arte que son parte de la diversidad cultural y que trae consigo la defensa de los territorios, costumbres y creencias de los pueblos originarios y afrodescendientes que deben ser protegidas.

Sobre el Partido Libre recae la deuda histórica de resarcir el daño de sus mártires quienes en 2009 salieron en defensa del gobierno del expresidente, José Manuel Zelaya, quien ahora ostenta el cargo de coordinador general de ese instituto político, fundado dos años después de su derrocamiento.

Como resultado del golpe de Estado seis hondureños fueron asesinados por miembros de las fuerzas de seguridad del Estado y más de 20 acusaciones penales sobre violaciones a los derechos humanos que quedaron en la impunidad en el marco del golpe de Estado, según un informe de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

Además, se suman los 30 asesinatos en las elecciones de 2013 y 2017 que permitió al exgobernante de Honduras, Juan Orlando Hernández, asumir la presidencia mediante un fraude y posteriormente reelegirse de manera ilegal en el cargo, 23 de las víctimas durante las protestas de 2017, según un informe de la OACNUDH.

No obstante, la gestión de Roque va más allá de lo político, pues su función es promover el respeto, protección y garantía de derechos humanos en un país transgresor de las garantías individuales. Deberá crear las condiciones para dignificar a la persona.

Para el caso, el informe de Global Witness, Última línea de defensa, revela que Honduras es el quinto país del mundo donde más personas defensoras de la tierra y del medio ambiente fueron asesinadas durante el 2020, con 17 asesinatos.

En tanto, en la comunidad de Guapinol, del municipio de Tocoa, departamento de Colón, hay seis defensores del agua y el ambiente detenidos arbitrariamente desde hace más de 29 meses por oponerse a la instalación de una mina que ha devastado el Río Guapinol y San Pedro.

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Los defensores de Guapinol fueron declarados en libertad desde el pasado 10 de febrero, cuando la Sala de lo Constitucional declaró nulo el proceso de judicialización, sin embargo, siguen privados de su libertad en el centro penal de Olanchito, Yoro.

El proceso judicial arbitrario ha sido condenado por Roque, quien condenó este lunes, mediante un comunicado, la dilatoria por la liberación de los defensores del medio ambiente.

Bajo la promesa de la presidenta de Honduras, se deberán mejorar las condiciones que enfrentan las mujeres y niñas hondureñas que sufren violencia y abuso sexual, solo en 2021 fueron asesinadas 314 mujeres, según el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos en Honduras (CONADEH).

De igual forma, se deberá implementar acciones que reduzcan la violencia que enfrentan los miembros de la comunidad LGTBI que, desde 2009, las cifras de asesinatos supera las 400 personas.

Su madre fue defensora de derechos de las mujeres y le inculcó la defensa por los derechos políticos, sexuales y reproductivos de la mujer.

Roque acompañó la lucha por el respeto a los derechos humanos tras el golpe de Estado y la crisis electoral de 2017. Documentó y evidenció violaciones que fueron parte de los informes que presentó Naciones Unidas.

Y el pasado 9  de febrero, impidió un desalojó en la comunidad lenca Tierras del Padre, contra 120 familias que viven en una zona que es reclamada por el empresario y terrateniente, Mario Facussé.