Por: Dolores Valenzuela
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Tegucigalpa.-Por ignorancia, inconsciencia y por qué no, hasta maldad, el ser humano asesina la fauna del mundo, logrando con ello, que miles de especies estén desapareciendo del planeta tierra.
En países como Japón, China, España y otros, hasta festivales han instituido para matar ballenas, delfines, perros, gatos, toros etc., “buscando“ diversión para miles y miles de pobladores y algunos de estos animales constituyen negocio “redondo” como las ballenas a las que les cortan solamente las aletas, luego mueren y comercializan su carne y aceite. Lo mismo, hacen con los elefantes a quienes les extraen los colmillos de marfil para venderlos.
En el caso específico de Honduras, a pesar que el mismo ser humano se ha encargado de diezmar las más de 100 especies de fauna que se maneja existen, también hay Club de Caza aprobado por el mismo gobierno y que lo forman personas de clase social media alta y alta las que se sabe no tienen ninguna necesidad de eliminar venados, tepezcuintles, garrobos y demás, pero lo hacen, siempre por “recreación”.
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Un ciudadano me llamó para denunciar que un piloto de la Fuerza Aérea Hondureña, todas las semanas se da a la tarea de ir a cazar venados cerca de Sabanagrande. No proporcionó el nombre por temor a represalias. En las redes sociales apareció el diputado nacionalista Nelson Abdalá quien se fotografió sonriente, al lado de un venado cola blanca, “símbolo nacional” que había cazado. También aparecieron unos jóvenes y un militar que mataron unos perros. Los muchachos, seguro no tenían “qué hacer“ y para divertirse le colocaron en el cuerpo al pobre animal, una ristra de morteros que hicieron estallar, con la consecuente explosión del can. El militar eliminó al perro de un certero balazo.
Lo último que apareció en las redes sociales es una preciosa tigra de colores blanco y negro que fue eliminada por un poblador de una aldea de Orica en Francisco Morazán. Según versiones de testigos, los vecinos acorralaron al animal en la cueva donde se escondía, encendieron fuego a su alrededor para obligarla a salir. Luego que salió, un poblador la mató de varios balazos.
El delito de la tigra según trascendió, es que se comía las vacas y caballos de los habitantes y en venganza, ellos la asesinaron sin reflexionar que el animal actuaba por el instinto de hambre, ya que los mismos seres humanos le han invadido su hábitat. No hubo alguien que “pensara en buscar autoridad alguna” para que por lo menos llevaran la tigra a algún zoológico de los que existen en el país. Pero no, había que MATARLA.
Pregunto: ¿los seres humanos traemos el instinto de matar desde los orígenes? Según la historia de la vida, Caín mató a su hermano Abel por celos y envidia, ya que Dios vio gracia en Abel por el halago que le mostró con la cosecha que obtuvo de la tierra que trabajó.
Si los seres humanos son capaces de cometer los crímenes más espeluznantes con su mismo género, no digamos con los indefensos animales. Cuando ya no haya nada sobre la faz del planeta, talvez estén contentos…
En Honduras existen miles de leyes que de poco o nada sirven porque no se aplican. En relación a los animales, hace tiempo en el Congreso Nacional La Ley Protectora de Animales duerme el sueño de los justos porque a casi nadie de los diputados le importa que cada día desaparezcan más especies de la fauna nacional…
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