Por: Redacción CRITERIO
El FIFAGate ha arrasado con el fútbol de América, un continente contaminado por una corrupción que afecta a 19 países y 38 dirigentes, entre ellos los tres últimos presidentes de la Confederación Sudamericana (CONMEBOL) y de la Confederación de Norte y Centroamérica y el Caribe (CONCACAF).
Chuck Blazer, el topo del FBI pactó una reducción de condena a cambio de información. Su primera declaración provocó las detenciones del pasado 27 de mayo, día en el que comenzó un auténtico tsunami en la FIFA. Esa mañana cayeron Webb y Figueredo. El pasado jueves fueron detenciones Hawit y Napout.
Loretta Lynch, Fiscal General de Estados Unidos, ha localizado el problema. Los dirigentes del fútbol americano están acusados en bloque de repartirse millones de dólares en sobornos por los derechos de televisión de las eliminatorias del Mundial, de la Copa América, la Copa Oro y la Copa Libertadores.
Los ejecutivos de la empresa Media World, filial de Mediapro, Roger Huguet y Fabio Tordín, admitieron ante las autoridades de Estados Unidos haber pagado sobornos.
Las autoridades estadounidenses aseguran que las investigaciones “aún están abiertas”. Habrá más detenciones que pueden llevar por delante a la vieja guardia de la FIFA.
