Hoy se descubrió que un pandillero de la 18, que debía estar recluído, se encontraba cobrando el “impuesto de guerra” en el Valle de Sula
Por: Redacción CRITERIO
Tegucigalpa.-La cárcel de máxima seguridad, conocida como El Pozo sigue poniendo en evidencia el frágil sistema penitenciario en Honduras, luego que este martes se conociera que un peligroso miembro de la Mara 18 que debería estar recluido en ese lugar, continuaba delinquiendo en las calles de la zona norte de Honduras.
El descubrimiento se originó durante un “operativo de inteligencia” realizado por la Policía Nacional en el sector Planeta de la ciudad de San Pedro Sula, donde se capturó a Javier Manuel Aguíluz Contreras, alias “El Chele Smook” un cabecilla de la Pandilla 18, quien se encargaba de recolectar el dinero producto de las extorsiones en los negocios del Valle de Sula, dijo a la prensa el agente policial, Daniel Merino.
El policía detalló que Aguíluz Contreras fue capturado en el 2013 y desde ese entonces fue remitido a la Penitenciaria Nacional “Marco Aurelio Soto”, ubicada en la comunidad de Támara, Francisco Morazán, pero que de allí fue remitido a la cárcel de máxima seguridad conocida como “El Pozo”, por lo que se supone que su nombre fue suplantado.
“En el papel, aparentemente, él está en El Pozo, pero lo importante de esto es que ha sido capturado”, expresó el policía.
En su cuenta de Twitter la Policía Nacional informó esta mañana que se había capturado a un marero de la 18 con el alias “Skiner”, pero la misma policía aclaró posteriormente mediante una nueva publicación que se trataba de Javier Manuel Aguiluz Contreras, alias “Smook”.
Cabecilla de estructura criminal es detenido en la zona norte. Leer más… https://t.co/TlT9n8gwoW pic.twitter.com/VhAfWUkug7
— Policía Nacional (@PoliciaHonduras) August 1, 2017
En el operativo, que inició en horas de la madrugada, se capturó además a dos menores de edad.
A los capturados se les decomisó diferentes armas, entre las que se detalló un fusil galil; tres armas cortas, dos Uzi y una mini-Uzi y dos armas 9mm, una calibre 25 y 14 cargadores, así como paquetes con marihuana.
FRAGILIDAD DEL SISTEMA PENITENCIARIO
En enero pasado se conoció que el marero Cristián Ariel Cálix Hernández, alias «Little Sam», quien debía estar recluido en El Pozo desde septiembre de 2016, participó en el crimen contra el periodista, Igor Padilla.
Al conocerse el hecho y en una situación un tanto confusa, la Corte Suprema de Justicia (CSJ) informó mediante un comunicado que “Little Sam”, recibió una carta definitiva de libertad y la suspensión condicionada de la pena, por dos delitos por los cuales había sido recluido en “El Pozo”.
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Las cárceles de máxima seguridad han venido siendo, en las últimas dos semanas, una campaña intermitente del presidente Juan Hernández para atacar a la Alianza de Oposición Contra la Dictadura.
Hernández asegura que a raíz del traslado de reos peligrosos a los centros penales de máxima seguridad, las estadísticas reflejan un descenso sobre los homicidios.
2 comentarios
Mareros no burlan nada… la corrupción que hay en los empleados es lo que falla ??????? mandan a los lugares como el pozo y a la Tolva a personas lejos de pertenecer a un grupo como ser mara… dis que por error… y los que deberían estar allí realmente andan fuera bien gracias… ridiculos… HAGAN BIEN SU TRABAJO Y NO PERJUDIQUEN A TERCEROS…
Y lo del ihss