El contagioso síndrome Milei

Por: Gabriela Blen*

El contumaz presidente argentino, que más que un polémico conservador, se ha caracterizado por impulsar una agenda que poco dista del Proyecto 2025 de Trump y compañía, está empecinado en erradicar de un sopetón los avances en materia de Derechos Humanos, que generaciones han logrado con sangre, sudor y lágrimas.

Pero lo más peligroso de Milei, no es su desquiciado plan de llevar a la Argentina a la época medieval, sino su capacidad de ser contagioso, o como dirían en términos modernos “viral”, y esta viralidad ha calado en los vacuos cerebros de los remedos de conservadores latinoamericanos, que, aunque no sepan en que creen, con tal de contrariar a los gobiernos de izquierda (que terminan siendo en la práctica casi igual de conservadores), son capaces de adoptar el ignaro discurso de Milei, que más que dogmático es patológico.

Mientras la tripulación de las redes sociales esta cada día más mareada, en medio de un agitado océano de información digital, que ha hecho a unos pocos acumular más de lo que se necesita para erradicar la pobreza de la humanidad y no conformes con ello, se lanzaron ávidamente a imponer su troglodita agenda mediante la Inteligencia Artificial, el síndrome Milei cobra más fuerza que nunca.

Por supuesto Honduras, cuyo Índice de Desarrollo Humano se posiciona en el último lugar entre los 19 países que conforman la región latinoamericana de acuerdo con la UNESCO ( https://siteal.iiep.unesco.org/sites/default/files/sit_informe_pdfs/honduras_dpe_-_25_09_19.pdf ), no ha tardado en enarbolar la bandera de una cacería de brujas, profundizando más la ya atomizada sociedad hondureña, y satanizando a quienes defendemos la dignidad humana, la decencia y la equidad.

Es fácil ser linchado en las redes sociales al expresar el desacuerdo y la profunda tristeza que provoca los retrocesos en materia de derechos de las mujeres, especialmente con la última hazaña de Milei, que pretende eliminar la figura de femicidio del código penal argentino, aduciendo profanamente que esta figura otorga más valor a la vida de una mujer que a la vida de un hombre.

Pero ese falaz argumento ha fascinado a machistas recalcitrantes, que seguramente jamás indagaron sobre el significado de esa figura penal, y mucho menos, en la historia detrás de ese majestuoso avance de la civilización, que parecía encaminarse hacia el desarrollo humano integral, que consideraba a la otra mitad de la humanidad, al segundo sexo como diría Beauvoir, como sujetos de Derecho.

Y, con el sincero objetivo de contribuir a la sensibilización de nuestra sociedad, a la profundización de un debate de altura, informado y respetuoso, compartiré la respuesta que dejé al comentario que un “amigo” de Facebook dejó en mi post acerca de la tozuda iniciativa de Milei:

Comentario textual: “Yo no veo lo malo en eso, la vida humana sea Mujer u Hombre valen lo mismo, no existe la violencia de género, existe una guerra entre gente buena y gente mala, sean hombres o mujeres, y la nota dice quien cometa asesinato sea hombre o mujer, tendrán cadena perpetua.”

Mi respuesta:

Es fácil hablar siendo hombre, no habiendo vivido los abusos, acoso y comentarios machistas, sexistas y denigrantes que las mujeres vivimos desde que nacemos, en países como Honduras, es extremo, imagino que en sociedades como en la que tú vives, debe haber pequeños avances, pero las violaciones de los carabineros en contra de las jóvenes detenidas en las protestas feministas en Chile, me dicen que deben estar todavía lejos de ser una sociedad equitativa y respetuosa de las mujeres.

El femicidio es una figura penal que considera las circunstancias de este crimen. Te pondré ejemplos:

– No es femicidio si una mujer mata a otra mujer en una pelea de borrachas en una cantina. (Cosa que casi nunca pasa).

– No es femicidio si alguien mata a una mujer en un accidente de tránsito.

El femicidio implica que la mujer ha sido asesinada por un hombre en circunstancias de vulnerabilidad, como por ejemplo, estar en custodia de la policía (caso Keyla Martínez https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-56004728 ); cómo ser asesinada por su pareja afectiva o por un hombre por “razones” como: “si no es mía, no será de nadie”; o porque “le levanto la voz”, “le fue infiel” o porque “estaba borracho y no sabía qué hacía”.

El femicidio conlleva una carga de odio, desprecio hacia la humanidad de la mujer, hacia su cuerpo; La mayoría de los femicidios incluyen mutilaciones, violación sexual, violencia extrema y humillación.

Se considera la situación de vulnerabilidad y la intención de causar daño por el hecho de ser mujer.

Basados en la premisa de que debería desaparecer la figura de femicidio, entonces debería desaparecer la figura de parricidio, infanticidio, y debería desaparecer la gradación del homicidio de acuerdo con las circunstancias agravantes o atenuantes. “¡Porque una muerte es una muerte y ya! ¡Pongámosle la misma pena y listo!”

Honduras es catalogado como un paraíso femicida, es uno de los países más peligrosos para las mujeres y la mayoría de esos femicidios quedan impunes (https://www.undp.org/es/honduras/noticias/analisis-de-violencia-contra-las-mujeres-y-las-ninas-en-honduras-2022#:~:text=En%20Honduras%2C%20las%20mujeres%20se,6%2C907%20denuncias)%20respecto%20a%202021.)

Y, por último, busca las estadísticas, la mayoría de los crímenes en el mundo son cometidos por hombres, los hombres matan a otros hombres, matan y violan a mujeres, y por esa razón hay mucho menos cárceles para mujeres que para hombres.

Además, las mujeres, cuándo matan, lo hacen por razones diferentes a las razones por las que los hombres matan a las mujeres. En honduras, por ejemplo, las cárceles femeninas están llenas de mujeres que mataron al hombre que las abusó sexualmente a ellas como es el caso de Lisby Dayana (https://www.elmundo.es/internacional/2021/07/13/60ed40b2fc6c8320528b459d.html ), o que abusó sexualmente a sus hijos, mujeres presas por matar al hombre que les golpeaba y humillaba durante años, o lo mato mientras él, intentaba violarla.

No escuché de un solo caso en el que “capturan a mujer que violada y mataba a hombres” … ¿tú conoces uno? Quizá exista, pero a la inversa, existen millones.

Y puedo continuar ilustrando el tema. Pero la mayoría de las personas ni siquiera va a leer este comentario porque ya tienen creencias preconcebidas producto del dogmatismo, de la ignorancia y la pereza de buscar conocimientos que rebatan ideas arcaicas y dañinas para la sociedad.

El peor enemigo de las mujeres y las niñas es la negación de la realidad de violencia mortal y femicida que queda impune, gracias a narrativas como la de Milei y los ignorantes ultraconservadores y sus seguidores, por no llamarles ultra ignorantes, que gobiernan el planeta.

*Gabriela Blen, Activista Anticorrupción

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