Zénit y ocaso del exmandatario Juan Orlando Hernández

El ansiado regreso a clases presenciales sigue en el aire

Por: Carlos Zelaya Herrera

El año 2022 arrancó con la premisa de que la enseñanza nacional salga de la parálisis a partir del mes de febrero, la expectativa de volver a clases presenciales y/o semipresenciales en escuelas, colegios y universidades públicas y privadas, después de dos años de pandemia y de crisis de todo tipo, es también la gran interrogante que pasa por la indiferencia al Covid-19 y al atraso social en que se encuentra Honduras, como rompeolas donde se estrella la realidad propia.

Actualmente se estima que un 1 millón 231,676 niños y jóvenes entre 3 y 18 años de edad, están fuera del sistema educativo nacional, algo equiparable al 39.7 % de la población en edad escolar.

La pasada administración apenas repartió 49 mil tablets a nivel nacional, comparado a una matrícula de un millón 900 mil estudiantes, lo que es ridículo, cuestionaba al cierre del 2021 Eulogio Chávez, ex dirigente magisterial.

Extrapolando al presente, el ministro de Educación, Daniel Sponda, aseguraba la semana anterior que, a finales de febrero, la matrícula apenas oscilaba en 200 mil alumnos, ahora tienen en promedio 1.2 millones de escolares matriculados; cifras refutadas por Eulogio Chávez.

El Instituto de Investigación y Evaluación Educativas y Sociales, de la Universidad Nacional Pedagógica “Francisco Morazán” y el Observatorio Universitario de la Educación Nacional e Internacional, develaron a finales del 2021 un estudio donde los principales indicadores, cobertura, deserción, repitencia y reprobación, se agravaron en los últimos años.

Los números a revertir se vienen dando desde el 2018, que registró 2 millones 018 mil 266 estudiantes matriculados; en 2019 bajaron a 1 millón 952 mil 686 y a 1 un millón 871 mil 155 inscritos en 2020.

Ya teníamos cerca de 700 mil menores de 5 a 17 años fuera del sistema antes de la pandemia y, a agosto del año escolar 2020, según la Secretaría de Educación, se habían retirado otros 350 mil estudiantes, señaló el experto del Observatorio de la Pedagógica Nacional, Mario Alas.

Las barreras para que los recintos educativos esparzan el saber están en el deterioro de la infraestructura, agravado por los huracanes Eta y Iota que destruyeron al menos 500 centros escolares, además de dañar una cantidad mayor; la amenaza presente de contagio de coronavirus, la falta de vacunación y rigor en cumplir las medidas de bioseguridad.

Además, otros bemoles, como la ausencia de merienda escolar, un bajo saneamiento básico, aguas negras, energía eléctrica, conectividad a internet, al que accede apenas el 40% de la población y acceso a dispositivos electrónicos.

La educación superior también se ha visto afectada con la perdida de clases presenciales, la contracción en la matricula durante la pandemia supera el 22 %.
El Consejo de Educación Superior, integrado por 22 universidades públicas y privadas del país, determinó para 2022 el regreso progresivo a clases presenciales como necesidad impostergable.

Así ratificaron en enero los rectores de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán y la Universidad Tecnológica Centroamericana, los tres centros de estudios superiores con mayor población estudiantil del país.

La esperanza de un retorno a clases presenciales logrará que quienes gobiernan al país y a los tres niveles de la educación, generen las políticas públicas que permitan dar el giro a una educación que llene las necesidades humanas y el desarrollo que requiere el país, inmerso en un mundo globalizado y rigurosamente competitivo.

Albert Einstein, uno de los genios más notables del siglo XX, escribió: «La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y a países, porque la crisis trae progresos. La creatividad nace de la angustia, como el día nace de la noche oscura, arquetipo convertido en legado para el presente de la humanidad en general.

  • Jorge Burgos
    Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. jorgeburgos@criterio.hn

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