Tegucigalpa. El enviado especial para el llamado Triángulo Norte del Departamento de Estado, Ricardo Zúñiga, reconoció que «la corrupción es uno de los principales impulsores de la migración masiva desde Centroamérica porque socava las condiciones que promueven un crecimiento de base amplia».
Agregó que, si bien Estados Unidos tiene interés en los temas de gobernabilidad y corrupción en la región, «también entendemos que existe una demanda popular muy fuerte de rendición de cuentas, transparencia y esfuerzos para combatir la impunidad por parte de la población centroamericana». Por lo que continuarán apoyando esas demandas públicas de rendición de cuentas, lucha contra la corrupción y buena gobernanza no solamente a través de los gobiernos de Guatemala, El Salvador y Honduras, sino también a través del sector privado y la sociedad civil.
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Las declaraciones fueron realizadas durante una conferencia de prensa telefónica con la subsecretaria de Estado interina de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental, Julie Chung, para ahondar sobre las reuniones del secretario de Estado, Antony Blinken, con los ministros de relaciones exteriores de Centroamérica, y que fue organizada por Costa Rica en su condición de presidente del Sistema de Integración Centroamericano (SICA).
Previamente, Zúñiga se refirió a la publicación, «más tarde en junio», de un listado ordenado por el Congreso por medio del cual requiere al Departamento de Estado entregue una lista de personas involucradas o presuntamente involucradas en actos de corrupción o en interferir con el proceso democrático o la intimidación de personas involucradas en la lucha contra la corrupción y la impunidad.
A mediados de mayo pasado, el Departamento de Estado desclasificó un corto listado de altos funcionarios hondureños con señalamientos creíbles de haber cometido o facilitado actos de corrupción o el tráfico de drogas en Honduras. Entre los mencionados estaban los diputados por el Partido Nacional: Juan Carlos Valenzuela Molina (Lempira), Welsy Milena Vásquez López (Cortés), Milton de Jesús Puerto Oseguera (Yoro), Gustavo Alberto Pérez (Lempira), Gladys Aurora López Calderón (La Paz), y Óscar Nájera (Colón).
Sobre la situación política de El Salvador, Zúñiga expuso que Estados Unidos ha dejado claro que su opinión es que la mejor manera de asegurar crecimiento económico, seguridad y buena gobernanza para los países de Centroamérica, es a través de «una mayor democracia, una mayor transparencia y lidiar con asuntos relacionados con la corrupción y la gobernabilidad débil, y la mejor manera de lograrlo es que los gobiernos operen dentro de las normas constitucionales y no permitan la impunidad de los funcionarios involucrados en actos de corrupción a fin de reforzar la confianza pública en que sus gobiernos están trabajando para ellos».
Sobre el contexto de Nicaragua, la subsecretaria de Estado interina, Julie Chung, afirmó que están «muy preocupados por la grave situación en Nicaragua» y que han pedido al gobierno que libere a la líder opositora Cristiana Chamorro y a sus dos acompañantes.
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«Creemos que son acusaciones inventadas y abuso de sus derechos, y realmente es un asalto a los valores democráticos y realmente una forma de frustrar cualquier tipo de elecciones libres y justas a finales de este año», continuó la subsecretaria de Estado interina de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental.
Finalmente, cerró la conferencia declarando que es importante que el gobierno de Nicaragua sirva a su población a través de la democracia, los derechos humanos y otras demandas que exigen. Además, pidió que, como miembros de la Organización de Estados Americanos, siga la Carta Democrática Interamericana para asegurar las condiciones necesarias para el desarrollo de elecciones creíbles a finales de este año.
