Discriminan a poblaciones LGBTIQ+

Discriminan a poblaciones LGBTIQ+ al señalarlas transmisoras de viruela del mono

 

Redacción: Viena Hernández

Tegucigalpa. – Desde que se anunció que la viruela símica o viruela del mono empezó a extenderse, mediáticamente inició a reproducirse erróneamente la advertencia que esta enfermedad es transmitida entre la población LGBTIQ+, mostrando evidentemente discriminación e incentivando el rechazo y la homofobia.

Lo anterior ha sido fuertemente rechazado desde varios sectores, entre estos por la Red Lésbica Cattrachas, que apuntó a través de una serie de tuits que, se está utilizando esta enfermedad para engañar.

Cattrachas destacó que la viruela del mono es una pandemia de la cual ya existen varios casos detectados en Honduras. Sin embargo, la manera en que lo están reportando lleva a discriminación y desinformación.

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“El mensaje más dañino que se ha esparcido es que solo afecta a hombres gays. Esto es igual a la mentira que se difundió cuando tuvimos los primeros casos de VIH”, apuntaron.

El médico intensivista, Hugo Fiallos, dijo a Criterio.hn que, informar que esta enfermedad se reproduce solo en personas LGBTIQ+ es “totalmente equivocado. Quien afirma eso no solo exhibe su ignorancia, la grita a los cuatro vientos.  Es desconocimiento total e ignorancia de lo que es una enfermedad viral por parte de quien afirma eso, se repite la historia del VIH donde se estigmatizó, rechazó y discriminó a las personas gay”.

En efecto, explicaron que la viruela del mono no solo les da a hombres gais, sino que cualquier persona es vulnerable y todos deben tomar precauciones para cuidarse.

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PROMUEVEN HOMOFOBIA

La enfermedad se caracteriza porque en la piel salen ronchas muy dolorosas que pueden durar entre dos y tres semanas. La transmisión se da debido al contacto piel con piel con una persona infectada.

La viruela del mono, se contagia sin importa la orientación sexual, es decir que no importa quién sea la persona. “No caigamos en engaños ni discriminación contra las personas LGBT. La viruela del mono necesita una respuesta estatal para todas las personas”, razonó Cattrachas.

El galeno especialista en cuidados intensivos, apuntó que es cierto que quienes fueron vacunados contra la viruela antes de 1972 cuentan con cierta inmunidad, pero no es totalmente seguro.

Reiteró también que la enfermedad no es de homosexuales, aunque el 98% de los casos reportados sea en hombres que mantuvieron relaciones sexuales con otros hombres.

“Eso no significa que sea exclusivo de este grupo de personas, de verdad me sorprende como inventan tonteras estos de la SESAL (Secretaría de Salud), que hay que cocinar bien la carne como medida de prevención”, dijo respecto a una serie de indicaciones que aconsejan algunos médicos y otros sectores.

Fiallos resaltó que no existe tratamiento contra la viruela símica y que las medidas de prevención son las clásicas, es decir, mantener distancia de otras personas, evitar aglomeraciones, usar mascarilla, lavarse las manos con frecuencia y tomar analgésicos para bajar el dolor.

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A finales de la década de 1970 llegó a Estados Unidos la cepa del VIH que inició la pandemia en América del Norte, a través de Zaire y Haití. En ese entonces, la revolución sexual estaba en pleno apogeo, el VIH se propagaba de forma silenciosa entre las poblaciones de hombres homosexuales, esto debido a que se transmite mucho más fácil a través del sexo anal que a través del sexo vaginal.

En ese tiempo hubo muchos disturbios y protestas, por ejemplo, la revuelta de Stonewall (era un club gay en el corazón del Village neoyorquino) en 1969, de esa forma, los activistas LGBTIQ+ de todo el país lograron avances significativos en los derechos civiles y, además, aseguraron algunas protecciones a nivel municipal y estatal en contra la discriminación en el empleo público.

  • Jorge Burgos
    Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. jorgeburgos@criterio.hn

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