Por: Redacción CRITERIO
Tegucigalpa.-Sin orden de allanamiento y con brutalidad, un contingente de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) irrumpió esta tarde por la fuerza una vivienda habitada por dos personas de la tercera edad en la colonia El Pedregal de Comayagüela.
El hecho ocurrió a eso de la 1:00 de la tarde cerca del campo de fútbol de la referida y populosa colonia, en la casa de los hermanos Antonio Raudales (86) y Amparo Raudales (80).
Los policías ingresaron tirando patadas para romper los portones, encontrando dentro de la casa a Antonio, quien se sobresaltó ante los fuertes golpes y al ser encañonado por los uniformados.
“Me encañonaron” y otros se fueron a romper las demás puertas de la casa, contó Antonio quien narró además que al ver a los policías les preguntó a quién buscaban y que ellos le respondieron que daban persecución a un delincuente.
“Yo estoy aquí acostado y les dije: por aquí no ha pasado nadie, porque yo tengo con llavín la puerta”, relató, mientras los policías ignoraban sus palabras.
Una vez cometido el abuso, los policías pusieron a Antonio a que les firmara un documento, cuyo contenido es de su desconocimiento, pues en ese momento se sintió atemorizado y pensó que no tenía otra salida más que colocar su rúbrica.
Por su avanzada edad, Antonio se encuentra mal de salud, situación que empeoró luego de haber sido encañonado por los uniformados, que se fueron del lugar sin dar una explicación fehaciente a la familia Arrazola Raudales, que exigió les mostraran la orden de allanamiento del inmueble. Ante la exigencia, los uniformados reaccionaron molestos y procedieron a tomarles fotografías en una clara acción de intimidación.
La familia Arrazola Raudales se presentó esta tarde a interponer denuncia ante el Ministerio Público y el Comité de Familiares de Detenidos-Desaparecidos en Honduras (Cofadeh).
Bestías
“El día de hoy a la 1 de la tarde, bestias en uniforme de la DPI irrumpieron en la casa de mi madre en donde se encontraba mi tío Toño; un anciano de 86 años, lo encañonaron y procedieron a romper puertas y muebles sin ninguna justificación, no presentaron ninguna orden de cateo u otro documento que les autorizara la entrada al recinto habitacional de mi madre, el colmo es que utilizaron un drom que sobrevoló los alrededores”, escribió en las redes sociales, Luis Arrazola, hijo de la propietaria de la vivienda, Amparo Raudales.
Luis Arrazola recriminó la acción brutal de los agentes de la DPI y no descarta que detrás del hecho exista persecución política porque su familia ha estado de manera frontal contra los actos de corrupción y los abusos del régimen de Juan Hernández.
“Nosotros estamos en contra de este régimen usurpador y en lo personal participo en casi todas las protestas para que el delincuente impostor se largue del soleo presidencial mancillado por las fuerzas oscuras y retrogradas desde hace 10 años”, cierra diciendo en su publicación.
8 comentarios
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La pagarán todos, la vida solita se encarga de cobrarnos el mal que hacemos.
Tarde o temprano de una u otra manera pagamos, directa o indirectamente.
y esos son los los que dis le dan seguridad al pueblo, que desgracia y la paja aquella de servir y proteger
los sicarios del dictador ahora pasan a fase dos,,, intimidar al pueblo,,,,, presisamente en momentos q la justicia yanki lo tiene rodeado a el y sus colaboradores,,,, el fin esta cerca,,,,,,,
Esos malnacidos de la policia algun dia pagaran por todos esos hechos repugnables contra el pueblo.!!NOSOTROS, EL PUEBLO YA ESTAMOS HARTOS DE TANTO ATROPELLO.
me solidarizo con la familia Arrazola Raudales.!!
Que maldad como siempre agentes corruptos y aprobechados.