A medida que más de 591,000 hondureños han sido retornados en la última década, analistas advierten que la falta de políticas efectivas y el aumento de la violencia continúan impulsando la migración
Tegucigalpa, Honduras. – La migración en Honduras se ha convertido en un fenómeno complejo y alarmante, impulsado por una combinación de factores económicos, sociales y ambientales. En la última década, al menos 591,644 hondureños han sido retornados al país, quienes había abandonado su territorio en busca de mejores oportunidades, e intentar alejarse de la pobreza extrema, la violencia generalizada y la falta de acceso a servicios básicos.
Karen Valladares, coordinadora de país de organización Cristosal en Honduras, expuso la crítica situación migratoria que enfrenta Honduras, destacando que el país ha fallado en identificar y atender las causas fundamentales que impulsan la migración.
Valladares enfatiza que la falta de un trabajo decente y el aumento de la violencia han llevado a muchos hondureños a buscar mejores condiciones de vida en otros países. «La inseguridad y el cambio climático son factores que continúan afectando a la población, creando un entorno desfavorable para el desarrollo», afirmó.
La coordinadora de Cristosal en el país también mencionó que, a pesar de las expectativas generadas tras las elecciones generales de noviembre de 2021, no se han implementado políticas efectivas para abordar el fenómeno migratorio.
Uno de los puntos críticos que Valladares señala es el estado de excepción en el país –instaurado desde diciembre de 2022—, que, a su criterio, ha resultado en un aumento de la inseguridad en lugar de ofrecer protección a los ciudadanos. La corrupción estatal y la falta de aplicación equitativa de la ley han contribuido a una sensación generalizada de desconfianza entre la población.
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LA REALIDAD DURA DE LA MIGRACIÓN ESTACIONARIA: NIÑOS HONDUREÑOS EN EL LIMBO
La migración infantil en Honduras ha alcanzado niveles alarmantes, de acuerdo con Edgardo Molina, coordinador técnico del Proyecto Binacional de Migración Guatemala-Honduras. En una reciente entrevista, Molina destacó que se proyecta un retorno de entre 10,000 Niños, Niñas y Adolescentes (NNA) al finalizar el año, una cifra menor que a los 15517 registrados en el 2023.
Esta disminución, señaló, se debe en parte a la creciente migración estacionaria, donde muchos NNA permanecen en México solicitando refugio junto a sus familias, en un contexto donde Honduras se ha convertido en el principal país solicitante de refugio en México con más de 27,000 personas
Molina también mencionó que las condiciones económicas han llevado a muchos NNA a migrar, indicando que “el trabajo de sus padres no es suficiente para mantener a la familia”. Este cambio en la percepción de los NNA sobre la economía refleja una crisis más profunda que afecta a toda la población hondureña
Demás, Molina enfatizó que Honduras fue incluido en la lista de países que han incumplido el convenio de La Haya sobre la sustracción internacional de menores, lo que indica que muchos niños están siendo sacados del país sin el consentimiento de sus padres.
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FACTORES QUE IMPULSAN LA MIGRACIÓN
Recientemente se conmemoró el Día Internacional del Migrante, que se la Asamblea General de las Naciones Unidas en el 2000, estableció el 18 de diciembre, a fin de reconocer y celebrar las contribuciones de millones de migrantes en todo el mundo
En el marco de dicha conmemoración, Amy Pope, directora general de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), destacó la importancia de reconocer tanto las invaluables contribuciones de millones de migrantes en todo el mundo como los complejos desafíos que enfrentan.
Pope subrayó que los conflictos, los desastres relacionados con el clima y las presiones económicas continúan siendo factores determinantes que fuerzan a millones a abandonar sus comunidades.
En el último año, se han registrado niveles sin precedentes de desplazamientos internos, lo que ha exacerbado las necesidades humanitarias en situaciones de crisis, tanto emergentes como ya existentes. Tristemente, este contexto ha llevado a cifras alarmantes de muertes de migrantes en tránsito, alcanzando niveles históricos.
En Honduras, de acuerdo con el Instituto Nacional de Migración, en la última década al menos 591,644 hondureños y hondureñas han sido retornadas al país.
