Tegucigalpa. –Hace 66 años se concretó la primera conquista política de las mujeres hondureñas bajo el decreto número 29 del año 1955, mediante el cual se reconoció sus derechos políticos, sin embargo, el camino hasta la actualidad ha sido abrumador y alcanzar mayor representación continúa siendo la tarea pendiente.
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La historia ha marcado un presente desfavorable para las mujeres y la actualidad continúa arraigada al pasado, escalar peldaños en temas de derechos políticos se complicó pese a su primera conquista.
En 1957 lograron ser electas tres mujeres como diputadas, pero, luego debido a la época en que los militares asumían de forma arbitraria el poder, los procesos electorales limitaron la participación de las mujeres.
El contexto histórico detalla que, tras la Asamblea Nacional Constituyente de 1980, dos mujeres logran ser electas congresistas, Irma Acosta de Fortín y Dilma Quezada de Martínez, repitiendo en 1981, dos mujeres de 82 espacios.
Para las elecciones de 1990, las mujeres lograron alcanzar mayor representación al lograr tener doce diputadas en el Congreso Nacional, lo que representó apenas un 9.4% del total de curules.
Ya en las elecciones de 2006, 31 mujeres fueron electas diputadas. En el 2014 esa cifra pasó a 33 siendo el periodo con más mujeres en el Poder Legislativo. Durante las votaciones de 2017 se redujo a 27 lo que representó solo un 21.7%, según el informe Representación política de las mujeres en Honduras del Centro Carter.
EL ESCASO LOGRO EN OTROS CARGOS POLÍTICOS
Desde 1980 a 2020 solo han sido electas como legisladoras 169 mujeres, en cambio, los hombres han ocupado 1,071 cargos, lo que ubica a Honduras como el país 91 en el mundo en representación descriptiva femenina.
Además, en las elecciones de 2017 fueron electas 19 alcaldesas y unas 74 regidoras de un total de 298 alcaldías, quedando el 93% de las alcaldías del país regidas por hombres, contrario a las vicealcaldías en las que el 92% son cargos dirigidos por mujeres. Cabe señalar que en ningún municipio de los departamentos de Francisco Morazán, Colón, Intibucá, Atlántida, Olancho, Valle e Islas de la Bahía fue electa una mujer como alcaldesa.
Hasta el momento ninguna mujer ha sido electa en la presidencia, no obstante, la extinta Nora Gúnera Osorio de Melgar fue la primera candidata por la presidencia en 1997 logrando el 42.76% de los votos bajo las filas del derechista Partido Nacional. Xiomara Castro de Zelaya en las votaciones de 2013, fue la segunda en aspirar a la presidencia y logró el 28.78% de los votos superada por Juan Orlando Hernández con el 36.89% y bajo denuncias de fraude electoral.
Castro, candidata del partido progresista, Libertad y Refundación (Libre) ocupó el segundo lugar en la contienda y logró romper décadas del bipartidismo en Honduras.
Seguidamente, Marlene Alvarenga se postuló para las elecciones de 2017 por el Partido Anticorrupción (PAC), quien recibió solo el 0.28% de los votos, según datos del extinto Tribunal Supremo Electoral (TSE).
MUCHAS LEYES POCO CUMPLIMIENTO
Para el año 2000, el Congreso Nacional aprobó la Ley de Igualdad de Oportunidades para la Mujer, representando un avance significativo en la inclusión y participación de las damas, estableciendo así, en su artículo 81, un 30% mínimo de las candidaturas debían ser ocupadas por mujeres.
Posteriormente se incrementó su representación a un 40% y finalmente, en 2012, a un 50 %. Además, para el año 2017 se aprobó la paridad y alternancia en las planillas en los distintos niveles electorales contemplados en la Ley Electoral y de Organizaciones Política.
Las cifras son claras, según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), las mujeres constituyen el 52% de la población total de Honduras, no obstante, en cargos políticos no logran tener ese mismo porcentaje.
Datos del ente electoral indican que, durante las elecciones de 2013, del universo del 100% de las mujeres habilitadas para votar, el 62.8% lo hizo; mientras los hombres son más reacios a participar, pues solo el 57.7% de los incluidos en el censo acudieron a las urnas. Pero la participación de las mujeres se limita a acudir a las urnas, quedando marginadas de ser electas.
También, para el proceso electoral de noviembre, según estadísticas del proyecto Identifícate, el 52.2% de la población enrolada son mujeres siendo 2, 827,263 mientras 2, 593,299 son hombres.
ELECCIONES PRIMARIAS EL REFLEJO DE LA EXCLUSIÓN SISTEMATIZADA
Un reportaje elaborado por Criterio.hn, posterior a las votaciones primarias de marzo pasado, refleja la exclusión sistematizada que sufren las candidatas de las principales fuerzas políticas del país y que están lejos de alcanzar mayor representación.
El trabajo periodístico concluyó, luego de un análisis de varios elementos, que las mujeres que resultaron electas en las elecciones primarias, solo el 27.4 % tiene una probabilidad real de ser electas en las elecciones generales de noviembre, mientras que la probabilidad para los hombres de ser electos se incrementa a 72.6 %, por su posición en las planillas.
De acuerdo al informe del Instituto Holandés para la Democracia Multipartidaria en Honduras (NIMD por sus siglas en inglés), Participación política de las mujeres, de 775 mujeres que participaron como precandidatas a diputadas en las votaciones solo 155 fueron electas para los comicios generales, es decir un 20%.
A nivel de las corporaciones municipales, de 298 cargos en cada partido, solo 81 fueron elegidas candidatas, 30 de ellas de Libre, 28 del Partido Nacional y 23 del Partido Liberal.
De acuerdo con la exrectora de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), Julieta Castellanos, desde las estructuras de los órganos de toma de decisión de los partidos políticos las mujeres se encuentran en desventaja.
Un estudio del Instituto Universitario en Democracia, Paz y Seguridad (IUDPAD-UNAH), refiere que solo el 36% de las mujeres son parte de la directiva del Partido Libre, del Partido Liberal 28%, siendo el Partido Nacional con mayor representación con 51%.
Asimismo, desnudó que, en los principales foros y debates de las grandes corporaciones de la telecomunicación, entre el 28 de diciembre de 2020 hasta febrero de 2021, de 655 personas que participaron 529 son hombres y apenas 126 son mujeres.
De acuerdo con la coordinadora del Movimiento Visitación Padilla, Merly Eguigure, “de la buena voluntad de los hombres dueños de los partidos no va a ocurrir nunca que las mujeres estén en esos cargos”.
Para Honorina Rodríguez, del Foro de Mujeres Políticas de Honduras, existe una construcción desigual no incluyente y discriminatoria en las estructuras de los partidos políticos que no tienen en sus autoridades partidarias a mujeres con conocimiento sobre sus derechos lo que impide mayores oportunidades.
“Se debe trabajar con las autoridades partidarias para incluir a las mujeres y hacerles ver que involucrar e incorporar a las mujeres tiene su fundamento legal y que en sus estructuras estén teniendo una participación más amplia”, agregó.
“FIGURA DECORATIVA”
Eguigure cuestiona que las mujeres son las eternas perdedoras en los procesos electorales siendo sacrificadas muchas veces en los cargos que por ley corresponden y de esa manera los hombres hacen “sus arreglos y componendas”.
También reprocha que la mayoría de los partidos políticos ven a la mujer como un reemplazo fácil y “como una figura decorativa”.
MUJERES EN EL PODER
Según Rodríguez, las mujeres que han logrado cuotas de poder, en su mayoría, no han luchado por defender los derechos políticos de la mujer siendo los abanderados los movimientos de mujeres.
Igual postura tiene Eguigure quien afirma que “no tienen conciencia de mujer, no han estudiado qué significa ser mujer en condiciones de discriminación, marginación, no han analizado lo que eso significa. Por otro lado, esas mujeres están obligadas en sus partidos a seguir líneas partidarias si quieren seguir ocupando cargos de elección”.
CUOTAS RESERVADAS: LA NUEVA APUESTA DE LAS MUJERES
Las entrevistadas por el equipo de Criterio.hn manifestaron que la solución más efectiva y que garantice el acceso para que las mujeres ocupen cargos electorales en los procesos electorales es a través de las cuotas reservadas.
Siendo una buena práctica implementada en otros países, las mujeres tendrían un porcentaje establecido de los cargos electorales en todos los niveles, es decir, que se podría determinar que de 128 diputaciones la mitad correspondan a mujeres y la otra parte a hombres.
Los cargos serían ocupados por aquellas mujeres que obtengan la mayor cantidad de votos y no tener que depender por un cociente electoral que se confabula con la estrategia partidaria para elegir en su mayoría a los hombres.
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NO SE PUEDE OBVIAR LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER
No se puede obviar que, en lo que va de 2021 unas 230 mujeres han sido asesinadas según el monitoreo de femicidios del Centro de Estudios de la Mujer y solo en 2019, al menos 390 mujeres fueron víctimas de femicidios.
En 2020 se contabilizaron 279 y más de 105,000 denuncias por violencia doméstica y violencia intrafamiliar. Este repunte, según organizaciones feministas, se originó causa del confinamiento decretado por el gobierno con la intención de contener la pandemia de la COVID-19.
El Observatorio de la Violencia contabilizó en los últimos 16 años al menos 6,414 mujeres asesinadas a manos de hombres. Los datos también establecen que cada 15 segundos una mujer es agredida en el país.
Datos del Centro de Derechos de Mujeres (CDM) exponen que el promedio anual de denuncia de violencia doméstica, que llega a la Corte Suprema de Justicia, supera los 20,500 casos. En los últimos diez años fueron judicializadas 205,239 denuncias de violencia, de las cuales solo 198,310 fueron resueltas en virtud de que el 72% fueron caducadas porque las mujeres no finalizaron el proceso.
En el tema de violencia política, desde el 23 de diciembre de 2020 al 15 de septiembre de 2021, el Observatorio de la Violencia de la UNAH reportaba que once mujeres habían sido víctimas de violencia política, dos de ellas asesinadas, cuatro coaccionadas, tres sufrieron atentados, y una sufrió coerción y otra fue amenazada.
Para Honorina Rodríguez el recrudecimiento de la violencia contra la mujer responde al sistema patriarcal en que vive Honduras que, hoy por hoy, “se manifiesta en violencia contra las mujeres de diferentes tipos y en ese sentido la violencia política contra las mujeres. Nos enfrentamos ante el imaginario de la población que aún sigue pensando que la política es para los hombres, que las decisiones la deben tomar los hombres y no las mujeres”.
Las elecciones de noviembre presentan un escenario distinto y es que el organismo rector de los comicios tiene al frente a dos mujeres como consejeras propietarias en quienes el pueblo confía evitarán repetir historias de fraude electoral y porque también hay muchas probabilidades en que por primera vez una mujer sea electa en la presidencia de la república.
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