Por: Claudia Altamirano (Tomado de El País.es)

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El Gobierno de México ha soltado los últimos cabos que lo ataban al exgobernador de Veracuz, Javier Duarte, miembro del partido oficialista y prófugo de la justicia desde hace una semana. Este martes, Duarte ha sido expulsado del Partido Revolucionario Institucional (PRI) por los actos de corrupción y presuntos vínculos con la delincuencia que le investiga la fiscalía. Horas antes, el presidente Enrique Peña intentó salvar a su partido del incendio político desatado en el país destacando los logros de su Gobierno y asegurando que su único propósito es que a México le vaya bien.

“Estoy seguro que los anteriores presidentes no han tenido otra misión más que esa. No creo que «ningún presidente se haya  levantado pensando en cómo joder a México», espetó con un sutil hartazgo al concluir una dura sesión de preguntas en el foro ‘Impulsando a México’, donde fue cuestionado sobre el exgobernador del Estado de Veracruz, quien dejó el cargo un mes antes de concluir su mandato por la investigación que le sigue la fiscalía y hoy es buscado por la Interpol en 190 países.

Durante el foro -organizado por El Financiero Bloomberg- en el que los ponentes llamaron a hablar bien del país y no mirar «el árbol sino el bosque»- el presidente dijo no recordar una declaración que hiciera antes de iniciar su mandato (2012), en la que señaló a varios gobernadores como ejemplos vivientes del ‘nuevo PRI’, entre ellos el de Veracuz.

«No recuerdo la alusión, pero el partido en el que yo milito, el PRI, sigue siendo un gran partido y ha tenido una enorme renovación. No exento de errores, no exento de fracasos, como en todas las fuerzas políticas del país», expresó el mandatario mexicano.

Rechazó que las acusaciones de enriquecimiento ilícito y nexos con el crimen organizado que pesan sobre Duarte contravengan «la renovación interna del PRI» y deslindó a ese partido de los delitos cometidos por el veracruzano. «Cada actor político es responsable de sus propios actos. Las autoridades  competentes definirán responsabilidades», sentenció Enrique Peña.

‘Insatisfecho’ con la seguridad

Tras haber sido publicadas las más recientes cifras de criminalidad en México, en las que septiembre resultó ser el mes con más homicidios de la actual administración, Peña Nieto dijo que los indicadores son «alentadores» porque se ha reducido la violencia respecto al sexenio anterior, pero aclaró «no me siento satisfecho aún en materia de seguridad».

Aunque todos los discursos del foro -que duró nueve horas- se enfocaron en señalar la grave situación en que este Gobierno encontró al país y -según los ponentes- cuánto ha crecido en los cuatro años que lleva, Peña dijo que no quiere caer en autocomplacencias pero insistió en que los números rojos del crimen son menores que los registrados en la administración pasada. Aun así, admitió que no ha conseguido romper la barrera de los 17 homicidios por cada 100.000 habitantes.

Al evento asistieron también dos gobernadores en funciones (Colima y Tamaulipas) así como uno apenas electo: el de Oaxaca, Alejandro Murat. Aunque Colima es el Estado que registró un mayor aumento en los homicidios durante septiembre, el gobernador Ignacio Peralta dijo que para atraer la inversión a México se requiere ofrecer certeza jurídica, y no solo incentivos fiscales.

Por su parte, el gobernador de Tamaulipas, Francisco García, se refirió también a los escándalos de exgobernadores prófugos de la justicia: Javier Duarte y Guillermo Padrés, este último de Sonora. La solución para recuperar la confianza social tras la crisis de ingobernabilidad que han dejado los dos exfuncionarios investigados por corrupción y vínculos con el crimen, dice el mandatario tamaulipeco, es la transparencia. «Involucrar a la sociedad civil en la aplicación de los recursos públicos», dijo.

El ‘error’ Trump

El presidente Peña Nieto también abordó el tema de la polémica visita a México de Donald Trump, candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, cuyo discurso se ha centrado en la expulsión de los migrantes mexicanos y latinoamericanos de ese territorio. Peña dijo que no se arrepiente de haberlo invitado -pese a la irritación que esta visita causó entre los mexicanos-pero admitó que pudo haberlo hecho de una mejor manera.

De tener otra oportunidad para decidirlo, dijo el presidente, «sí hubiera invitado a ambos candidatos pero quizá la forma en que lo hice sí habría sido distinta».