Redacción: Viena Hernández
Fotos: Jorge Burgos/Criterio.hn
Tegucigalpa. – El asesinato del barista Wilson Ariel Pérez Hernández de 21 años, parece convertirse en otro caso más donde las irregularidades e inconsistencias servirían para que la verdad se quede con la víctima y los hechores, pero escondida a la luz pública y de sus familiares.
Con el propósito de conocer los últimos datos que han surgido de la autopsia practicada a Pérez, la secretaria de Derechos Humanos (DDHH), Natalie Roque, viajó a San Pedro Sula, Cortés, pero se encontró con noticias negativas y más anomalías.
Wilson Pérez se hizo conocido luego que los medios de comunicación iniciaron a publicar vídeos y fotografías donde había sido captado justo en el momento que pateó a la subinspectora Denia Michell Contreras, de 23 años, en un partido de fútbol nacional el domingo 29 de mayo en el Estadio Olímpico Metropolitano, de San Pedro Sula.
La titular de DDHH, manifestó preocupación ante la conducta del Ministerio Público por impedir que se conozcan los resultados de la autopsia del joven, pues se han negado a hacer entrega de los análisis a los organismos de derechos humanos, como ser el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (CONADEH) y al Comité Nacional de Prevención Contra la Tortura, Tratos Crueles, Inhumanos o Degradantes (MNP-CONAPREV).
Obstaculizar que se revele cómo murió el joven, serían órdenes superiores de la cuestionada Fiscalía de Honduras, según apuntó Roque, acerca de este caso que tiene un principio enredado y un final plagado de obstáculos, lo cuales vienen irónicamente desde los entes de justicia.
La Policía Nacional había asegurado que el joven era miembro de la MS-13 y resultó abatido durante un enfrentamiento entre pandilleros y agentes de la Fuerza Nacional Anti Maras y Pandillas (FNAMP), pero su familia relató otra historia.
EN ENFRENTAMIENTO ENTRE FNAMP Y MIEMBROS DE LA MARA SALVATRUCHA FALLECE PRESUNTO AGRESOR DE MUJER POLICÍA
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— Policía Nacional de Honduras (@PoliciaHonduras) June 1, 2022
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LOS HECHOS
El joven originario del municipio de Villanueva, departamento de Cortés, fue asesinado la tarde del martes 31 de mayo, donde según la versión de los familiares, Pérez fue interceptado por agentes de la Policía mientras intentaba entregarse a las autoridades.
El temor de la víctima creció no solo porque su rostro aparecía en todos los canales de televisión y redes sociales, sino porque poco después la Policía Nacional puso precio a su paradero al ofrecer una recompensa de 100 mil lempiras.
La situación se manejó con negligencia todo el tiempo, además porque la Policía ignoró que cuentan con unidades de inteligencia para capturar criminales e, incluso anunciaron que había querido escapar a través de la frontera de Corinto, Cortés.
Esa misma versión la hizo saber el titular del Comité para la Defensa de los Derechos Humanos (CODEH), Hugo Maldonado, quien sostuvo que Pérez se entregaría voluntariamente a la Policía debido al temor por su vida producto de la persecución que sufrió.
En el camino, su intento por entregarse, se habría encontrado con una patrulla de la FNAMP, por lo cual en su defensa la Policía anunció que habían sido informados de su paradero, pero que el joven había sido abatido al enfrentarse a disparos con los agentes de seguridad.
Según indicó el ente policial, Pérez era parte de la MS-13 con alias “Palabrero” y el incidente sucedió en la colonia Juan Lindo, sector de los bordos, San Pedro Sula, sector supuestamente dominado por esa pandilla. Además, informaron que un agente también recibió un disparo en medio de la balacera, quien por suerte salió ileso porque la bala fue retenida en su chaleco antibalas.
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La familia aseguró que los agentes ingresaron abusando y por la fuerza al domicilio, sin una orden judicial, agrediéndolos, molestos porque no habían encontrado a la víctima en la casa.
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¿SERVIR Y PROTEGER?
Varios especialistas han dado sus valoraciones respecto al crimen, por ejemplo, el profesional de la medicina forense, Dennis Castro Bobadilla, comentó que Wilson Pérez no falleció en un enfrentamiento, sino que fue golpeado, lo cual provocó daños a su cerebro, siendo este el motivo de su muerte.
En su versión, según informó el Ministerio Público hace algunos días, las balas que mataron a Pérez entraron por su espalda.
Julissa Villanueva, subsecretaria de Seguridad, señaló que cuando la prueba científica está al servicio de la justicia con objetividad, veracidad y transparencia se pueden obtener resultados eficientes y oportunos en el momento en que se necesita.
La muerte del barrista del Real España debe ser rápidamente esclarecida por parte del Ministerio Público, ente que debe asumir su responsabilidad en el proceso, por lo cual Seguridad ha manifestado que están a la disposición para indagar y evitar la percepción de estar tapando la delincuencia.
Por su parte, la comisionada María Luis Borjas, señaló ante un medio local que Pérez había sido evidentemente asesino por la Policía, institución que insistió debe ser depurada porque -aunque no son todos-, está plagada de personas deshonestas, alejados de la frase “servir y proteger”.
La Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC) realiza la investigación, la Fiscalía dirige el proceso de investigación, mientras que la Policía y Seguridad está para apoyar.
Julissa Villanueva señaló al hacerse la investigación sobre tortura, tratos crueles y degradantes, Medicina Forense no explicó con dignidad ni humanidad a las familias sobre las mutilaciones en el cadáver y lo entregaron en una condición inaceptable para los familiares, quienes desconocían los procedimientos forenses.
Un comentario
Hay que aplicar la justicia con la serenidad que da la razón y encargar a todos los criminales aunque estén uniformados