La medida que están considerando los transportistas podría generar una fuente de empleos para los migrantes, pero en la práctica sería difícil que pasara, porque podrían no cumplir con las exigencias que se necesitan para ser conductor como, por ejemplo, contar con una licencia de conducir pesada
Tegucigalpa, Honduras.- Ante la falta de mano de obra calificada y paradójicamente con una alta tasa de desempleo, empresarios del transporte urbano podrían tomar en cuenta contratar migrantes venezolanos, que circulan a diario por el país para llegar a Estados Unidos, para operar las unidades en la capital.
Lo anterior lo ventiló en pláticas con Criterio.hn el empresario del transporte urbano Wilmer Cálix, quien explicó que actualmente están enfrentando una crisis hasta para contratar mano de obra calificada, porque nadie quiere trabajar en el rubro ante el temor de ser amenazada y asesinado por el cobro desmedido de extorsión, de la mano de las maras y pandillas.
“Nosotros siempre hemos buscado métodos para tener conductores capacitados, por ejemplo, ahora estamos analizando que los migrantes venezolanos o de otros países se queden trabajando en la capital, como conductores”, comentó el empresario del transporte Cálix.
Agregó que “estamos tomando en cuenta contratarlos porque ya no hay personas capacitadas que quieran trabajar en el rubro del transporte. Todas las personas mayores, aunque tengan un buen salario, ya no están dispuestos a trabajar por el temor a perder la vida”.
De acuerdo con Cálix, actualmente las unidades están siendo operadas por jóvenes de entre 30 a 35 años que, en su mayoría, ninguno cumple con los requisitos ya establecidos por la dirigencia del mismo rubro para trabajar tanto como conductor y ayudante, de la misma.
“Por eso es que ahora encontramos un transporte decaído, sin personas que quieran trabajar, cuando estamos en un país que tiene una alta tasa de desempleo, ¿qué significa eso?, que no contamos con las condiciones de seguridad para que una persona se sienta cómoda trabajando en una unidad”, lamentó.
Jorge Lanza, uno de los dirigentes del transporte urbano más mediáticos, aseguró que la falta de mano de obra calificada está poniendo en peligro hasta la vida de los usuarios, porque los operadores trabajan bajo los efectos de alcohol y drogas.
Lo expuesto por Lanza tiene sentido, de acuerdo con un monitoreo de medios, frente al Polideportivo de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), es uno de los lugares en donde los conductores de “rapiditos” provocan más accidentes viales. El último fue en julio, en el que murió el conductor de la unidad. Las investigaciones revelaron que posiblemente el chofer andaba bajo los efectos de alguna sustancia ilícita.
Para poder manejar una unidad de transporte urbano, según la dirigencia, se necesita tener una licencia pesada, contar con una hoja de antecedentes penales y judiciales limpias, pero estas exigencias pasarían a un segundo plano, porque los empresarios están más interesados en poner a trabajar las unidades.
Honduras en los últimos años se ha convertido en paso para los migrantes en su mayoría venezolanos. Estas personas deambulan hasta semanas en el país, pidiendo dinero a la población para poder continuar con su ruta, por lo que podría ser factible ofrecerles trabajo, como está pasando en otros países como Costa Rica, Argentina y El Salvador.
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CRIMINALIDAD EN EL TRANSPORTE PÚBLICO
El rubro del transporte urbano en todas sus modalidades es el más golpeado por el cobro de extorsión, orquestado desde los líderes de maras y pandillas recluidos en los centros penales de “máxima seguridad” y ejecutado por los criminales que hacen trabajos colectivos en diferentes puntos del país.
De acuerdo con información, sólo el transporte urbano anualmente paga unos 200 millones de lempiras al crimen organizado en extorsión, lo que para la dirigencia podría ser utilizado para mejorar estaciones y las unidades, pero las autoridades policiales todavía no ponen en marcha una estrategia que los libre de los tentáculos de los criminales.
Sin embargo, ante las constantes denuncias de los empresarios del transporte, la Policía Nacional que dirige el general Gustavo Sánchez ha ejecutado medidas, pero sin tener efectividad. No obstante, piden a la dirigencia depurar sus filas, porque los mismos conductores, ayudantes, hasta empresarios, están ligados al crimen organizado.
El crimen organizado ha penetrado el rubro a tal punto que hasta eligen a los conductores que circulan por las zonas denominadas más peligrosas de la capital. Lo anterior está sucediendo en la ruta de la Cerro Grande, cuyas unidades están paralizadas y en la colonia La Peña de la capital.
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