En medio de denuncias por acoso y violencia, Roberto Quesada arremete contra la libertad de expresión y se sostiene ante una complaciente y permisiva Xiomara Castro
“Por lo menos deberían investigar qué es lo que pasa. ¿Por qué tantas denuncias y no voltean a ver? Tomen cartas en el asunto”, llamado de Monserrat Murillo, hija de la lideresa campesina Margarita Murillo asesinada en 2014, asilada en EE. UU. y una de las denunciantes de Roberto Quesada.
Tegucigalpa. – Las denuncias ya existían, el detonante fue la publicación. El portal Pro Honduras Network señaló la existencia de acusaciones por acoso sexual e intimidación a inmigrantes en Estados Unidos, contra el embajador de Honduras ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Roberto Quesada. El resultado fue una diatriba por parte de Quesada contra los miembros de la organización.
La denuncia inicial de la organización incluyó un audio, publicado el año pasado tras su nombramiento, en el que un hombre, supuestamente Quesada, con lenguaje soez insulta a una mujer, tratándola desde cobarde, vieja de m***, hasta hija de la gran p***, entre otros epítetos. Advirtiéndole que tiene fotos de sus hijos, sabe quiénes son, que conteste sus llamadas y que no critique a los demás si su casa es un desastre.
A la publicación de la organización hondureña en los Estados Unidos, siguió un video a modo de respuesta del embajador Quesada auto ensalzando su trayectoria académica, social y política, seguido de un ataque en el que dice que desde Pro Honduras Network recibió una llamada de “un tal Pristian o Tristian, no sé”, solicitando dinero para quitar la publicación, pero para eso tendría que pagar “publicidad” por un monto de 20 mil dólares.
Lo anterior en alusión a Christian Sánchez, presidente de Pro Honduras Network, una organización de sociedad civil conformada por hondureños, radicada en Estados Unidos, que ha dado seguimiento a los juicios por narcotráfico de hondureños ligados a la política hondureña, incluido Juan Antonio Hernández, hermano del expresidente Juan Orlando Hernández, quien hoy enfrenta el mismo proceso ante la Corte del Distrito Sur de Nueva York.
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No apartar a personas con denuncias por acoso y violencia contra las mujeres, y más bien elevarlas a cargos como embajadores externos forma parte de los pactos patriarcales, pactos que tienen por objetivo favorecer la impunidad: Jessica Sánchez, feminista y defensora de derechos humanos.
LAS DENUNCIAS CONTRA QUESADA
Criterio.hn entrevistó a Lida Perdomo Rosales, la persona a quien iba dirigido el audio arriba mencionado, al cual se suma un segundo mensaje de voz, en la misma línea y con el mismo mensaje en tono y palabras insultantes, en el que repite nuevamente tener fotos de sus hijos.
Perdomo, hondureña radicada en Nueva York, Estados Unidos, contó que denunció a Quesada en 2017 por asalto sexual, luego que le dejara mensajes de voz y texto. Por mensajería de texto, desde el número +1 (917) 396-0176, habría afirmado tener en su poder fotos íntimas de su hija, quien en ese momento era menor de edad.
“Denuncié al señor Roberto Quesada en 2017 por asalto sexual. Lo denuncie por ser un pedofilo confeso, al tener el valor, el cinismo, que solo puede tener una persona enferma, un psicópata, en llamar a una madre en horas de la madrugada y decirle que tiene fotos de sus hijos y no fue suficiente, sino que envió mensajes de texto desde su celular —cosas de las que tengo pruebas y me someto a cualquier peritaje que el señor Roberto Quesada quiera hacer con respecto a estas denuncias— donde él admite tener fotos playboy de mi hija, en ese momento menor de edad”, relató la hondureña radicada en Nueva York.
Perdomo, quien también forma parte de las bases del Partido Libertad y Refundación (Libre) en Estados Unidos, agregó que Quesada ha amenazado e intimidado con deportación a las y los migrantes hondureños que participan o pretenden participar en las movilizaciones realizadas frente a la Corte del Distrito Sur de Nueva York por los casos de narcotráfico, entre los que se incluye el del expresidente Juan Orlando Hernández.
“Para las mujeres migrantes en Estados Unidos, el nombramiento que hizo nuestra presidenta Xiomara Castro como embajador ante la OEA del señor Roberto Quesada es un atropelló, es un acto muy bochornoso, es muy triste porque es un claro mensaje que en realidad no hay un verdadero compromiso con las mujeres, con la niñez, con la comunidad LGBTIQ+, los migrantes. Es un retroceso a todos los acuerdos sociales que la presidenta firmó cuando tomó el poder en el año 2022”, compartió la denunciante.
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ATAQUES E INSULTOS HOMOFÓBICOS
Otro denunciante contra Quesada es Isaac del Cid, migrante hondureño gay radicado en Los Ángeles, quien señaló a Criterio.hn, que él fue atacado por interceder en favor del comité en Nueva York durante una teleconferencia en la que se estaba abordando el conflicto entre Quesada y Lida Perdomo junto a Josué Zelaya, entre otros miembros.
Del Cid refiere que en tiempo real Quesada le marcó a su teléfono para decirle que era “un traicionero de M***”, que pagaría caro la traición que les estaba haciendo por defender la postura del Comité de Nueva York, entre otros epítetos subidos de tono.
Al finalizar la teleconferencia, Del Cid refirió que Quesada le marcó de forma repetitiva —entre 10 a 12 llamadas— a su celular durante la madrugada. Después de que Isaac cortara varias de las llamadas, Quesada empezó a enviarle mensajes de texto y audios en el que lo insultaba haciendo referencia a su sexualidad.
“Quede fastidiado del acoso del señor Quesada, solo por haber defendido a una mujer, porque fueron insultos groseros, misóginos, que le hizo a la señora Lida Perdomo, solo por haberla defendido a ella y al comité de Nueva York”
Al siguiente día, el hondureño publicó una denuncia por el acoso de Quesada, lo que provocó una reacción a lo interno de la organización Departamento 19, que desembocó en una conferencia urgente el domingo.
En esa reunión, se tomó la decisión de expulsar a Quesada. El ahora embajador de Honduras ante la OEA negó todos los hechos, por lo que Del Cid se dirigió hasta la casa del coordinador en California, Raymond Sánchez, y el subcoordinador, Óscar Benítez, quienes escucharon los audios, tras lo cual Quesada lo bloqueó.
Posterior a ese incidente, Del Cid afirma que ha tenido otros roces con Quesada y el patrón de violencia homófoba se repite con frases como “maricón de m…”, entre otros insultos.
“Me ha dado insultos tan ofensivos que yo pienso que es indignante que esa persona que me ha insultado a mi persona por mi preferencia sexual sea a quien la señora Xiomara Castro eligió como embajador de Honduras ante la OEA, habiendo ya un precedente”, afirmó el hondureño.
Señaló que las autoridades no pueden alegar ignorancia porque hasta el coordinador del Partido Libre, Manuel Zelaya Rosales está enterado al respecto. “Denunciamos con el señor Mel Zelaya la actitud misógina, homofóbica, antiinmigrante, porque también tenemos pruebas que el señor Quesada ha arremetido contra personas beneficiarias del TPS […] de las cuales el señor Quesada se ha burlado. ¿Dónde está el respeto hacia la dignidad humana? ¿Dónde está el respeto hacia la dignidad de los inmigrantes?”, apuntó.
HIJA DE MARGARITA MURILLO LO DENUNCIÓ
Desplazada por las amenazas a muerte en contra de ella y su hermana por exigir justicia tras el asesinato de su madre, la líderesa campesina, Margarita Murillo, el 27 de agosto de 2014, Monserrat llegó a Estados Unidos y residió —desde agosto de 2015 hasta finales de 2016— en la casa de Roberto Quesada y su esposa Lucy Pagoada, en Nueva York.
Monserrat afirmó a Criterio.hn que, en efecto, junto a su hija de cinco años fue recibida en la casa de la familia Quesada Pagoada. “Cuando llegué donde esta familia pensé que eran una familia de la causa, una familia bondadosa realmente como lo hacían ver, ya que ellos decían que hacían altruismo con nosotros”, contó.
No todo era como se observaba desde el exterior, comentó Murillo, al tiempo que explicó que “ellos [Roberto Quesada y Lucy Pagoada] empezaron a vender una imagen como que yo vivía en la casa de ellos y que ellos me tenían de gratis, que ellos corrían con todos los gastos, y eso no era verdad, porque yo trabajaba, pagaba mis bills y todo. Yo no tenía ningún problema de pagar mis bills porque era mi responsabilidad, mi hija es mi responsabilidad y yo era consciente que uno llega a este país y nadie te regala nada”.
Monserrat cuenta que la situación escaló en noviembre de 2015, cuando Pagoada habría sacado a Quesada, cerrándole todas las puertas de la casa. Quesada, según especificó Murillo, estaba bajo los efectos del alcohol, y entró al sótano donde ella vivía para ingresar a la residencia.
“Cuando él me miró, llegó donde estaba yo y comenzó a forcejear conmigo, a tocarme, intentando violarme y decirme palabras vulgares. Él es un hombre grande, realmente no sé cómo me safé, agarré a mi hija y como pude subí las gradas y me refugié en la cocina de ellos”, contó.
Murillo cuenta que después de refugiarse en la cocina llamó a la esposa de Quesada, Lucy Pagoada, para contar lo sucedido y pedir que le ayudara. Sin embargo, según cuenta, Pagoada le respondió que no sabía qué hacer, que estaba afuera porque Quesada había intentado golpearla.
Agregó que en medio de la llamada llegó su hermano al sótano, donde también estaba residiendo él, al escuchar su llanto tocó la puerta de la cocina y tras abrir la puerta le contó lo sucedido.
Su hermano bajó nuevamente al sótano y le pidió a Quesada, quien estaba en la habitación de Monserrat, que subiera. Según cuenta, luego que Quesada subió, su hermano lo golpeó. Por lo que ella le dijo a Lucy Pagoada, quien seguía en el teléfono, que llamara a la Policía porque su hermano estaba golpeando bastante a Quesada y le daba miedo que lo matara a golpes.
“Yo pensaba en mi hermano, lo van a meter preso a él, eso es lo que pensaba, y después vamos a estar en problemas nosotros porque ellos nos decían: ‘Mire Monserrat, usted aquí no se puede meter a problemas porque usted es ilegal, no tiene papeles y las personas que aquí no tienen papeles no pueden denunciar nada en la policía, porque entonces viene la policía y se los lleva. A usted la van a mandar a Honduras y a su niña se la van a quitar y la van dejar aquí metida en un hogar sustituto’. Yo creía que eso era verdad”, explicó.
La policía llegó, pero contrario a lo que Monserrat dice que ocurrió, Lucy Pagoada habría dicho que tanto su esposo como el hermano de Monserrat, estaban tomando y que se habían alterado. “En ningún momento le dijo a la policía que el marido me había intentado violar y como yo estaba boba en el inglés, no sabía nada de inglés, […] Incluso, lo que ella dijo a la Policía fue que se llevaran a mi hermano porque él había empezado el problema y que ellos eran los dueños de la casa y que lo ocurrido era un problema de borrachos”,
Sin embargo, Murillo cuenta que ella al no comprender aún el inglés, quedó pensando que Pagoada había contado lo que Quesada le había intentado hacer, pero le extrañó que no le preguntarán nada ni le dijeran sobre algún citatorio.
Tras varios meses de intentar salir del sótano donde residía en la casa de los Quesada-Pagoada y ser desalentada por Pagoada, quien le recalcó que no podría conseguir un departamento por ser indocumentada.
Al salir de la casa, Monserrat acudió a interponer la denuncia contra Roberto Quesada por acoso sexual, intimidación e intento de violación. No obstante, en su segunda cita, la policía le dijo que estaba denunciando, como parte de una argucia para conseguir papeles en Estados Unidos.
Algo que Murillo niega puesto que ella ya estaba tramitando su asilo por la persecución que sufrieron su hermana y ella por exigir justicia tras el asesinato de su madre. Mientras que sus hermanos ya estaban asilados, uno de ellos desde 2010.
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“Roberto montó una campaña en las redes sociales acusándome de montar una falsa denuncia, dice él, porque yo quería mis papeles en este país. Así fue como él me atacó a mí, diciendo que yo era una indocumentada y que lo que quería era tener papeles y que por eso lo había denunciado”, explicó.
Murillo señaló que, al solicitar la documentación de la denuncia, la policía se negó a extenderle la misma bajo el pretexto que ella a través de la denuncia buscaba pedir papeles y quedarse en Estados Unidos. No obstante, ahora que ya tiene sus documentos la miran con otra cara por lo que espera que esta vez sí le extiendan la documentación o el número de caso de la denuncia realizada en 2016.
“Hago un llamado a la presidenta que nos voltee a ver un poquito, porque nosotros tenemos años denunciando a este señor. No soy la única, él tiene otras denuncias por lo mismo. No sé si en Honduras tendrá, pero aquí hay otras mujeres que lo han denunciado también y otras que pasaron por lo mismo pero que no tienen el valor. ¿Por qué? Porque les da miedo, les da pena, la manera tan grotesca y vulgar que Roberto utiliza para atacar, queriéndonos callar”, denunció.
“Ya tenemos siete años denunciando a Roberto Quesada, por maltrato, por abuso, por abuso de poder, por misoginia, por tratar mal a la comunidad LGBTIQ, por referirse despectivamente a los migrantes. Por lo menos deberían investigar qué es lo que pasa. ¿Por qué tantas denuncias y no voltean a ver? Tomen cartas en el asunto”, concluyó Murillo
VICECANCILLER DICE DESCONOCER DENUNCIAS
Criterio.hn buscó la reacción del vicecanciller de política exterior, Gerardo Torres, con respecto a estas denuncias y afirmó desconocer las mismas, pero desea contar con más información al respecto.
“Hemos platicado con el embajador Quesada, es una persona que se mantuvo firme en las Naciones Unidas en el tiempo del golpe de Estado y que a lo largo de estos años ha tenido una posición muy fuerte en favor de la resistencia. Sé que ha tenido contradicciones con la gente de los colectivos que están en Estados Unidos, sin embargo, no estoy tan informado de qué ha pasado ahí”, declaró.
Expuso que desde la Secretaría de Relaciones Exteriores y Cooperación Internacional existe una política firmada por el canciller Eduardo Enrique Reina, bajo dirección de la presidenta Xiomara Castro, de cero tolerancia a cualquier tipo de violencia, acoso o abuso contra las mujeres en el servicio exterior y que la misma se ha extendido al resto de la administración.
“En ninguna de nuestras misiones y en ninguna de nuestras representaciones, se tolera ningún tipo de abuso, acoso o violencia contra las mujeres y eso lo sabe tanto el embajador Quesada, como los demás embajadores del cuerpo diplomático”, reiteró Torres.
PODER DE LOS ZELAYA PROTEGE A QUESADA
La feminista y defensora de derechos humanos, Jessica Sánchez, señaló a Criterio.hn que las denuncias contra Roberto Quesada no son nuevas y le consta de al menos una ocasión en que el escritor y ahora embajador de Honduras ante la OEA acosó y tocó a una escritora centroamericana.
“Conozco a Quezada de una feria del libro, donde él se dedicó a acosar a una compañera centroamericana, por respeto a ella no voy a dar su nombre, pero sí puedo decir que estábamos en el desayuno y ella volteaba para atrás. Él estaba sentado en la mesa de atrás, eso fue en el 2009, y ella se volteaba y se volteaba y dijo: ‘este tipo me está tocando’, y era Roberto quien le estaba tocando. Yo le dije a la compañera querés que intercedamos, querés que hablemos con él. Ella respondió: ‘no, no, espérense’. Cuando la volvió a tocar. […] Ella le dijo: ‘Mira, deja de tocarme. Nadie te ha dado permiso sobre mi cuerpo. Mi cuerpo es mío, tengo derechos”.
Sánchez compartió que también ha recibido denuncias desde otros espacios, donde Quesada ha agredido sexualmente a mujeres, sin embargo, no le han querido acusar, por lo que no se ha podido dar acompañamiento.
“Es mucho más atentatorio, da mucho más miedo cuando sabemos que está protegido por el poder. Lo que me han dicho a mí: ‘No, es que no le van a hacer nada, es protegido de Mel [Manuel Zelaya], es amigo de los Zelaya, es compadre”, entonces hasta ahí llega. Sería muy diferente si él agrediera y no estuviera amparado por el poder y más ahora por el gobierno de turno”, contó.
Agregó que es una situación muy lamentable y que no solo ella se expresó contra la designación del funcionario y que, pese a que hicieron las denuncias correspondientes, el gobierno no escuchó.
Sánchez expresó: “A Criterio le consta desde cuando estoy demandando un diálogo abierto de la presidenta con las mujeres y las organizaciones de mujeres de Honduras y este no se da. Es un alejamiento de las denuncias, de las demandas del pueblo y en especial de las mujeres y en específico de las demandas sobre violencia de género. No bastan comunicados, no queremos comunicados, no queremos pronunciamientos a favor, queremos acciones que denoten que este gobierno y que la presidenta, […] está en contra de la violencia hacia las mujeres de forma rotunda y contundente.
POSTURA DE PRO HONDURAS NETWORK
Ante la denuncia de Quesada contra Pro Honduras Network, esta organización respondió mediante un comunicado de prensa exigiendo una aclaración por parte de las autoridades hondureñas, señalando: “Pro-Honduras Network jamás ha solicitado ningún tipo de patrocinio o pauta publicitaria a ningún funcionario o entidad del actual gobierno representado hoy por la primera mujer presidenta de Honduras, la señora Iris Xiomara Castro Sarmiento”.
Agregan que califican “estas declaraciones como un ataque frontal y una campaña de desprestigio por medio de la que se nos pretende callar, amenazando con posicionarnos por medio de mentiras como una entidad destinada a la extorsión y estafa. Vemos estos hechos como un intento claro de silenciar nuestras denuncias, además de ser un ataque creado con el afán de violentar nuestros derechos ciudadanos a la libre emisión del pensamiento establecido en la Constitución de la República de Honduras”.
En comunicación con Criterio.hn, Christian Sánchez, presidente de Pro Honduras Network, señaló que esta no es la primera vez que son intimidados por funcionarios. En el gobierno de Juan Orlando Hernández está práctica era la norma, lo que no se esperaban era que el patrón continuara en el nuevo gobierno, bajo la presidencia de Xiomara Castro.
Sánchez aclaró que el ataque por parte de Quesada contra la organización no es nuevo, siempre les ha atacado, así como también los migrantes se han quejado por años de malos tratos, acoso sexual e intimidaciones por parte del entonces coordinador del Partido Libertad y Refundación (Libre) en Estados Unidos y ahora embajador de Honduras ante la OEA.
“Basta ya de estar encubriendo a funcionarios corruptos, basta ya de estar en el mismo modus operandi […] Un funcionario representa al gobierno de un Estado y su responsabilidad es hacer bien su trabajo y si esa persona no tiene la capacidad ética, moral, pues que trabaje con la empresa privada o se dedique a un negocio personal”, compartió Sánchez.
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Christian Sánchez negó haber llamado a Quesada para solicitar 20 mil dólares por concepto de publicidad para la organización o para retirar las denuncias y hablar bien de él, la embajada, o el gobierno de Xiomara Castro.
“Lo delicado de todo esto, es que un funcionario de la categoría de un embajador del presente gobierno acuse de extorsión a una organización de sociedad civil establecida por ciudadanos residentes en Estados Unidos y una organización que lo que ha hecho es velar por los intereses del gobierno”, apuntó.
La acción del embajador de Honduras ante la OEA, Roberto Quesada, contra la organización Pro Honduras Network no es aislada. El 8 de marzo de 2022, en el Día Internacional de la Mujer, Quezada arremetió contra una periodista hondureña que tuvo la “osadía” de cuestionar la prudencia de nombrar a un hombre del que muchas mujeres daban testimonio de haber sufrido algún tipo de violencia.
PACTOS PATRIARCALES
Para la feminista y defensora de Derechos Humanos, Jessica Sánchez, desde ya un tiempo se enfatiza en la necesidad de realizar una auditoría de género de todo aquel que vaya a puestos de gobierno, sobre todo si se pretende alcanzar equidad.
Sánchez enfatizó que la equidad y la participación política no solo es cuestión de números, sino de excluir las condiciones de violencia. “No le podemos pedir a una mujer que participe en política sino libramos espacios o no tenemos espacios libres de violencia para ella”.
Subrayó que se debe eliminar de la fórmula a aquellos hombres que ejercen acoso y violencia contra las mujeres, así como la ecuación familiar y compadrazgos. Esto porque la reacción del público a las denuncias contra Quesada, es que es compadre del asesor presidencial y expresidente Manuel Zelaya Rosales, y que por eso no le van a hacer nada.
No apartar a personas con denuncias por acoso y violencia contra las mujeres, y más bien elevarlas a cargos como embajadores externos forma parte de los pactos patriarcales, pactos que tienen por objetivo favorecer la impunidad, concluyó Sánchez.
