MACCIH

La “nueva etapa” de la MACCIH, la nueva farsa de Hernández y Almagro

Por: Emy Padilla

redaccion@criterio.hn

riegos y semillas
Periodista, directora de CRITERIO

Tegucigalpa. –Este viernes se ha oficializado desde Washington el nuevo pacto entre el secretario general de la OEA, Luis Almagro y el régimen hondureño de Juan Hernández, sobre la construcción de una nueva etapa de la Misión de Apoyo Contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (MACCIH).

Las fotografías que se han distribuido esta tarde en las redes sociales sobre las poses amistosas entre Almagro; el canciller hondureño, Lisandro Rosales y el secretario de la Presidencia y cómplice a ultranza de Hernández, Ebal Díaz, es solo la formalización de una negociación que inició desde hace varias semanas.

Desde el momento en que Almagro y Hernández acordaron someter a evaluación el trabajo realizado por la Misión desde su instalación, el 23 de abril de 2016, era predecible que algo se estaba tramando y no precisamente para favorecer el combate de la corrupción y la impunidad, en este saqueado país centroamericano donde el crimen organizado ha tomado el control de la administración pública.

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Y aunque la Misión de Evaluación de la Organización de los Estados Americanos (OEA) recomendara en la parte final de su informe del 12 de diciembre pasado, la prórroga integra del texto actual del convenio, existe una “colita” que expresamente insta a “establecer protocolos que las partes consideren necesarios para el cumplimiento de los objetivos y líneas de acción”.

Esta última expresión que habla del establecimiento de “protocolos para el cumplimiento de los objetivos y líneas de acción que se consideren necesarios”, nos llevó a sugerir a nuestros lectores que el convenio de la MACCIH se iba a mantener, pero que debía entenderse que quedaba abierta la posibilidad para enmiendas.

Hoy, 15 días más tarde podemos decir que no nos equivocamos, pues hemos sido testigos cómo desde la capital estadounidense, el verdadero poder y que gobierna en Honduras, ha dado luz verde para que Hernández siga dándole largas al combate de la corrupción y la impunidad en colusión con su socio, Luis Almagro.

Bien lo dijo el exvocero de la MACCIH, Juan Jiménez Mayor, en enero de 2018, al dejar su cargo, que se iba porque entre Almagro y Hernández, había un pacto que no lo dejaba avanzar en sus propósitos. Su sucesor Luiz Antonio Guimarães Marrey, se fue también por las mismas diferencias con Almagro.

El 23 de diciembre se anunció con bombos y platillo que hoy iniciaba un proceso de conversaciones formales entre el gobierno de Honduras y la Secretaría General de la OEA para “dar paso a la siguiente etapa de la Misión de Apoyo Contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (MACCIH) a través de la construcción de un sistema más fuerte de transparencia, lucha contra la impunidad y combate a la corrupción en Honduras, que ayude a seguir adelante con el fortalecimiento institucional”.

Como al final toda la información fluye, las interioridades de esa “cocción” entre Almagro y Hernández, se han comenzado a conocer. En la antesala de la Navidad muchos comenzaron a tuitear aseverando que la idea es construir un esquema de fortalecimiento institucional que abarque la Corte Suprema de Justicia, el Tribunal Superior de Cuentas y el Ministerio Público, bajo la coordinación del eterno elefante blanco, llamado Foro Nacional de Convergencia (Fonac). Esta instancia politizada y controlada por Hernández será la encargada de convocar a la sociedad civil, a las cúpulas de las iglesias católica y evangélica y empresariales, coludidas con la corrupción, para que sean ellas las que validen la nueva etapa de la MACCIH.

Otra jugada de Hernández fue poner a votar en contra de la MACCIH a los diputados de su partido (Nacional) y otros del Partido Liberal y de los partidos comodines. Esta estrategia es para que Hernández sea visto como el bueno de la película, el líder que desea combatir la corrupción y con ello lograr que los medios de comunicación lo ubiquen como tal y se infunda ante la opinión pública que la “nueva etapa” de la MACCIH será fortalecida desde la estacionalidad hondureña.

Mientras los aliados de Hernández se siguen poniendo de acuerdo sobre esta nueva farsa, varias organizaciones de sociedad civil, el Colegio Médico y otros gremios, que han demostrado independencia, siguen clamando porque el convenio de la Misión siga intacto. Quizás el régimen los complazca en eso, pero en la “nueva etapa” habrá nuevos “protocolos” para el cumplimiento de los objetivos y líneas de acción que se consideren necesarios. Esto último implica que estaremos a merced de una Corte Suprema de Justicia y de un Ministerio Público, controlados y construidos desde la corrupción. Pero la cereza del pastel será el TSC, esta última instancia repartida entre las tres principales fuerzas políticas, que a lo mejor seguirán juntitas escondiendo los actos corruptos, tal y como lo han venido haciendo desde noviembre de 2016, cuando sus representantes fueron electos.

Al final de todo, la última palabra la tendrá la ciudadanía que en el 2015 salió empuñando antorchas exigencia la instalación de una comisión internacional de combate a la corrupción, auspiciada por las Naciones Unidas. Sin embargo, Juan Hernández, fue intrépido y desde ese entonces se las supo jugar y negoció con su compinche, que está en la OEA, establecer la MACCIH, un organismo que nació sin dientes y que con el paso del tiempo comenzó a triturar con las encillas, razón por la cual los corruptos la quieren aniquilar.

Bueno, será en los próximos días, al terminar la modorra de la Navidad y Año Nuevo que se sabrá si los ciudadanos que están hartos de la corrupción y las organizaciones de sociedad civil independientes rechazan la nueva jugada o caen en la trampa. Pero desde este espacio de periodismo independiente, le advertimos a los hondureños, NO SE DEJEN ENGAÑAR, pues bastaba y sobraba con que Hernández y Almagro intercambiaran las cartas del convenio para darle una nueva vigencia. Así de sencillo.

Reflexión: ¿Habrá espacio para creer en la buena fe de un hombre que ha admitido públicamente que fondos públicos del saqueo al Seguro Social sirvieron para financiar su campaña y que ha sido acusado en los tribunales de Nueva York de recibir dinero de los narcotraficantes para financiar sus campañas políticas… Ah y de fraguar un fraude electoral para mantenerse en el poder mediante una ilegitima reelección? ¿Podrá una persona con ese perfil luchar contra la corrupción y la impunidad?

  • Emy Padilla
    Me encanta desafiar el poder y escudriñar lo oculto para encender las luces en la oscuridad y mostrar la realidad. Desde ese escenario realizo el periodismo junto a un extraordinario equipo que conforma el medio de comunicación referente de Honduras para el mundo emypadilla@criterio.hn

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3 comentarios

  1. Dos hombres del mismo sistema, sólo buscan llevar agua a su molino apoyándose mutuamente para buscar políticas afines.
    El gobierno no podría estar en contra de sus partidarios políticos y esconderá la corrupción porque se ha constitucional!izado. Están pensando en la próximas elecciones y no en el pueblo.

  2. corrupcion a cielo abierto, es lo que desea joh, impunidad para el y su partido, que barbaridad.

  3. Valiente directora de este comprometido espacio periodístico, nadie- a excepción del dictador- está por encima de la ley… y eso está comprobado y màs bien se ríen del pueblo.