La carrera por la presidencia del Congreso Nacional

La carrera por la presidencia del Congreso Nacional

Por: Efraín Bu Figueroa

Los resultados del 28 de noviembre para la conformación del Congreso Nacional le otorgaron a LIBRE  50 diputados, al Partido Nacional 43, al Liberal 23, al Partido Salvador de Honduras (PSH) 10, a la Democracia Cristiana 1 y al PAC 1. Ningún partido tiene la mayoría simple lo que implica que la agenda de gobernabilidad tendrá que ser constante e inteligentemente negociada. Ello podría ser positivo; quizás los próximos legisladores extraigan algún aprendizaje para gobernar con base a una agenda multipartidaria de País, algo que escasamente ha ocurrido en nuestra historia legislativa.

Poco después del proceso electoral, se desencadenó la carrera por la presidencia del Congreso Nacional, evento que, en tiempos del bipartidismo, se resolvía relativamente fácil, debido a que dicha posición terminaba correspondiéndole al partido ganador y cuando no alcanzaba la mayoría necesaria, simplemente la obtenía incorporando al partido perdedor en la junta directiva del Congreso.

En estos nuevos tiempos la ecuación ha cambiado. Las cúpulas de LIBRE y el PSH/PINU concretaron una alianza político-electoral, en donde el primero le otorga la potestad y el apoyo al segundo para proponer al próximo presidente del Congreso, lo cual no implica necesariamente que los diputados de esos partidos estén obligados a votar en ese sentido, si es que existe democracia interna partidaria e independencia de criterio de los elegidos del pueblo.

La excepción a la anterior afirmación seria que las dirigencias de LIBRE y el PSH/PINU hayan establecido una línea política con base en una estrategia elaborada, con el consenso de las bases partidarias, mas allá de un simple convenio entre cúpulas, pues de lo que se trata es establecer entendimientos de gobernabilidad para impulsar y cumplir la refundación transformadora de Honduras, objetivo de la presidenta electa y del partido LIBRE desde que este se creo.

Sin embargo, hemos escuchado días atrás que la coordinación LIBRE, da a entender que hay discrecionalidad de los diputados para elegir, lo que sugiere que no estarían obligados a inclinarse por la propuesta surgida del Convenio, ello introduce entonces elementos de controversia, debate y desencuentros.

Pero lo mas notable en esta agitación pre instalación del Congreso, son las posiciones de los partidos Liberal y Nacional, que coincidentemente o no, a través de sus voceros mas notables, han manifestado e insisten recurrentemente que la presidencia deberá corresponder al partido ganador, en este caso a LIBRE.

Esta posición libero-nacionalista, que parece calculada, si llegara a concretarse, vendría a debilitar sino a romper la alianza LIBRE-PSH, lo que complicaría el desarrollo del nuevo gobierno, pues tanto liberales como nacionalistas adquieren fuerza y poder para arrinconar a LIBRE tanto en el legislativo como en el ejecutivo, lo que para los libero-nacionalistas es táctico, ahora que se acerca la elección de una nueva Corte de Justicia, Fiscal General, Tribunal de Cuentas, Procurador General, posiciones claves en la recuperación de institucionalidad del país y el combate a la impunidad.

Se sabe bien los intereses personales que se juegan dentro del partido liberal, en la fracción pro-nacionalista, también conocida como “lado oscuro”, que ha estado cogobernando con el partido nacional por doce años, y se sabe que los nacionalistas no dejaran de maniobrar para retomar el poder y para ello es necesario realizar los movimientos necesarios para neutralizar la agenda reformista de la alianza LIBRE/PSH.

Si los partidos trabajaran con base en una agenda multipartidista de beneficios para el país, es probable que las zancadillas, la compra de consciencias y la traiciones, no tendrían espacio en la carrera por la presidencia del Congreso Nacional ni en las subsiguientes decisiones legislativas.

En la actualidad se esta observando que el convenio preelectoral de las cúpulas de la alianza LIBRE/PSH, esta cuestionado por algunas figuras de LIBRE y la disensión parece ampliarse a pocos días de la instalación del nuevo Congreso. Una vez mas, la afanosa ambición política combinada con la deslealtad, parecen estar descomponiendo el debut de un nuevo amanecer.

  • Jorge Burgos
    Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. jorgeburgos@criterio.hn

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Un comentario

  1. Muy acertado análisis, los nacionalistas y los liberal/ cachirecos son ágiles e crear conflictos que generen espacios a su favor, nunca hacen nada bueno a favor del pueblo, siempre en búsqueda de sus beneficios personales. Me causa temor esta postura.