Karla Lara fue capturada por la Policía Nacional en un acto que denuncia como abuso de autoridad, señalando el peligro de impunidad bajo el estado de excepción y llamando a la movilización ciudadana contra la militarización y la violencia policial en el país centroamericano
Tegucigalpa, Honduras. – La cantautora nacional y defensora de derechos humanos, Karla Lara fue víctima de una captura arbitraria por parte de la Policía Nacional la noche del jueves 02 de mayo, en Comayagüela.
Karla Lara, en conversación con Criterio.hn recriminó que los abusos que comete la Policía Nacional, se amparan en el marco legal del estado de excepción, reafirmando con ello, la posibilidad del abuso y que estas violaciones a derechos humanos queden en total impunidad.
En ese sentido, instó a la ciudadanía hondureña a reflexionar sobre las acciones abusivas con las que se dirigen a las personas, ya que de acuerdo con su testimonio los uniformados se acercan haciendo énfasis en que son “la autoridad”, dando a entender que son los únicos que tienen derechos. “No son autoridad, son funcionarios y como servidores públicos deben dirigirse con respeto, no con gritos ni con amenazas”
Ante la detención violenta y arbitraria, Karla Lara, cuestionó la decisión de la presidenta Xiomara Castro, de hacer uso de los militares y de implementar el estado de excepción, que se traduce en una promesa incumplida por parte de la mandataria hondureña, quien durante su campaña política prometió enviar a los militares a sus cuarteles. “Está traicionando su promesa de campaña y no sólo mantiene la misma policía militar de Juan Orlando Hernández, sino que a la policía le ha otorgado más presupuesto, y les pagan para que anden matando y abusando en los barrios”, reprochó Lara.
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LOS HECHOS
Karla Lara, contó a Criterio.hn que la noche de su detención, recién llagaba a la ciudad porque había participado en el concierto que se desarrolló en El Progreso, junto a los Guaraguao y Mario de Mezapa en el marco de la celebración de 70 años de la huelga del 54, mismo que fue organizado por Radio Progreso y el Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación (ERIC), junto con su hijo hicieron una parada en una estación de gasolinera para comprar comida, entre tanto esperaban, un agente policial llegó y les dijo que en ese lugar no se podía consumir alcohol.
Esa situación sorprendió a Lara y a su hijo, porque no estaban consumiendo bebidas alcohólicas, ante la aclaración, el agente policial reaccionó molesto y refirió que le estaban faltando el respeto y amenazó con capturarlos, seguidamente, sólo dio dos minutos a Lara y a su hijo para retirarse del lugar.
Entre tanto, el policía hacia una cuenta regresiva, Karla Lara y su hijo se dirigieron al carro, Lara confiesa que mientras caminaba puso su mano en la cabeza y realizó una seña con su mano, lo que provocó un más el enojo al policía, y procedió a capturarlos, “dijo que se llevaría a mi hijo y yo le dije que con él no se metiera, que, si tenía algún problema conmigo, conmigo lo resolviera, entonces me jaló del brazo y dijo, “encháchenla”, relató Lara.
Karla Lara fue trasladada a una posta policial en donde no le leyeron los cargos de su detención ni le permitieron hacer uso de su derecho para realizar una llamada, Me tomaron huellas, fotos, me preguntaron datos generales, y una policía mujer me registró y posteriormente me leyó los cargos, y dijo que era “por desobediencia a la autoridad” bajo el artículo 101”, contó.
Ante la detención, la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos emitió una alerta por la detención arbitraria de Karla Lara.
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AGRESIONES POR PARTE DE POLICÍA SON UNA CUESTIÓN DE GÉNERO Y CLASE
Una vez en la posta policial, Karla Lara fue ingresada a una celda que describió: sin luz, con unos grandes charcos de orines y en la que había una joven que había sido detenida en una colonia de Comayagüela, sentada en el suelo en la esquina de la celda, por el mismo delito, “por desobediencia a la autoridad”, quien había sido capturada una hora antes, en su casa por reaccionar y responder frente a la forma abusiva con la que habían llegado a detener a un familiar de ella acusado de violencia doméstica.
Para Karla Lara, la manera en la que reaccionan los policías esta condiciona por la zona en donde hacen las detenciones y a quiénes. “No es lo mismo ser detenida en una zona exclusiva que en una zona barrial”, expresó Lara, al tiempo que sus lágrimas empezaron a salir, al recordar que no podía permitir que la joven que la acompañaba en la maloliente celda policial, se quedara detenida, por lo que hicieron las gestiones para que salieran en libertad. “tenia mucho miedo de dejarla a ella, porque a Keyla también la mataron en una posta, yo no podía irme, tenía mucho miedo por ella”, relató
Ante la violencia que experimentó por parte de los agentes policiales, Karla Lara, es de la opinión que la ciudadanía se debe movilizar para “denunciar, no callar, toca ponerle fin al abuso, exigirle al gobierno de la presidenta Xiomara Castro que no siga otorgándole poder a esa policía asesina, la que mató en sus celdas a Keyla Martínez, la que criminaliza a la juventud empobrecida que habita en los barrios, en las comunidades, donde vivimos la gente que transita trabajando, que les parece menos porque no anda de traje, porque no anda con peinado de salón ni zapatos de charol, pero que somos la gente que trabajamos y sudamos la tortilla”, enfatizó.
Reciamente el Comisionado Nacional de Derechos Humanos (Conadeh) señaló que existen al menos 110 quejas contra miembros de los cuerpos de seguridad del Estado por violentar los derechos humanos de mujeres y niñas. Dichas agresiones se han dado en el marco del cuestionado estado de excepción.
Durante la entrevista, Karla Lara aprovechó para agradecer a quienes estuvieron con ella durante su detención y a quienes han mostrado su apoyo. Por último, reiteró sus palabras y consignas “La Policía Mata”, “No a la Militarización”, “No son autoridad, son funcionarios públicos, por lo tanto, respeten y funcionen”.
