Redacción: Viena Hernández
Tegucigalpa. – Las muertes violentas contra la niñez y la juventud van en auge, y estos como los demás casos de crímenes quedan engavetados y empolvados en algún mueble de los entes de investigación, quedando en un documento más de un caso al que jamás le llegará la justicia.
El monitoreo de datos de noticias del Coordinadora de instituciones privadas pro las niñas, niños, adolescentes, jóvenes y sus derechos (Coiproden) ha contabilizado un total de 298 casos de muertes violentas de niñas, niños y adolescentes en Honduras.
Los datos corresponden al conteo dentro del primer y el segundo boletín trimestral de Muertes Violentas en Niñez y Juventud en Honduras. En el primero, cuyas cifras son del 1 de enero al 31 de marzo contabilizaron 158 casos, 127 fueron hombres y 31 mujeres y, al desglosarlo más, encontraron que 41 estaban entre los 0 y 18 años y 117 entre los 19 y 30 años.
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Mientras que, en el segundo boletín, del 1 de abril al 30 de junio registraron 140 muertes violentas. Dentro de esos casos, 120 eran hombres y 20 mujeres y, al observar más a fondo, 33 de ellos estaban entre los 0 y 18 años y 17 entre los 19 y 30 años.
La criminóloga Wendy Funes, comentó a Criterio.hn sobre la existencia de escuadrones de ejecución arbitraria desde organismos estatales con participación de militares y algunos policías corruptos, además apuntó que hay esfuerzo por desmilitarizar la Policía y una creciente inconformidad para remilitarizar la seguridad pública.
Ante la falta de políticas de seguridad, comentó que la desmilitarización de la seguridad es un avance en materia de seguridad pública. A su vez, resaltó que es la primera vez que la política criminal del Estado es dirigida por la policía, pero que debe avanzarse a una política con bases criminológicas como lo dicen las nuevas teorías.
Entre los casos se destacan signos de tortura y violación sexual. Los departamentos con más muertes violentas de niñez y juventud son Francisco Morazán, Cortés y Olancho.
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MINISTERIO PÚBLICO NI SIQUIERA TOMA DATOS DE MANERA CORRECTA
El Coiproden, llegó a la conclusión que un promedio de 50 niños, niñas y adolescentes mueren en manos del crimen cada mes.
Según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) el nivel de impunidad en asesinatos contra la niñez y los jóvenes es del 95% en Honduras.
La criminóloga, quien también es periodista de investigación, apuntó que la impunidad genera más crimen y el crimen más impunidad, convirtiéndose en un círculo difícil de romper.
“Si los asesinos intelectuales no son llevados a prisión, estos crímenes continuarán ya que hay políticos utilizando niños como sicarios y después los ejecutan para limpiar evidencia”, expresó Funes.
Ante la negligencia del Ministerio Público (MP) al dificultar la justicia a la hora de tomar de manera incorrecta información toral de los casos contra niñez, mujeres y población LGBTIQ+, Seydi Irías, encargada del Observatorio de Muertes Violentas y Violaciones a Derechos Humanos de la Red Lésbica Cattrachas, destacó algunos datos alarmantes.
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Compartió a Criterio.hn que de 2009 a 2022 se registraron las muertes violentas de 17 niñas y niños LGBTI, de los cuales, se reconoció a 5 niños y adolescentes gays, 6 niñas y adolescentes lesbianas y 6 niños y niñas transgénero, todos menores de 18 años.
Además, señaló que el Observatorio del Femicidio Keres de Cattrachas, registra en el 2022, 21 muertes violentas de niñas y adolescentes entre los 0 y 17 años.
“La niñez LGBTI, no es reconocida en la estadística de muertes violentas de niñez y adolescentes […] es preocupante la falta de reconocimiento de la diversidad sexual e identidad de género”, destacó Irías.
En cuanto a las muertes violentas de niños, el criminólogo Nery Ordóñez, dijo a Criterio.hn que se deben revisar varios aspectos para desarrollar las investigaciones de los casos de crímenes contra niños.
Uno de los puntos importantes, es la incorporación de personal capacitado en el Ministerio Público, puesto que la especialista criminología señaló que las investigaciones no se completan porque faltan entidades que se enfoquen de lleno en este tipo de investigaciones y qué sepan realmente cómo hacerlo.
“Si hay un 95% de desfase en los procedimientos investigativos, no es porque no se tengan elementos, es porque hay que reordenar la entidad que corresponde”, argumentó el criminólogo.
