Tegucigalpa. – El desuso y la restricción de la circulación de las monedas parece ser una costumbre impuesta en los últimos años al existir empresas, comercios y hasta un transporte público que no permite hacer pagos utilizando monedas, lo cual sería una falta pues no existe ninguna ley que haya establecido que se debe limitar a la moneda para únicamente utilizar billetes.
El economista Melchor Rodríguez en conversación con Criterio.hn, comentó que para hacer que una moneda no circule se debe realizar un procedimiento legal, pero lo que ocurre en Honduras es un desuso general de la moneda por parte de la población.
Por otro lado, farmacias, Uber, algunos supermercados y otras empresas tanto grandes como de menor tamaño, para no devolver las monedas, redondean la cifra y se quedan con una parte del cambio de sus clientes.
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“No es necesariamente una restricción legal, lo que pasa es que las autoridades, en este caso el Banco Central, falla al incumplir su función de supervisor de la parte empresarial por evitar el uso o no requerir de la moneda, vemos que hasta le redondean (los valores totales) ciertas empresas para no devolverle las monedas en el vuelto”, explicó Rodríguez.
El problema es que hacer inútil el uso de la moneda se está haciendo una costumbre que no es legal. Por otro lado, esa brecha entre el uso de monedas y billetes se expande ante la creación y emisión de billetes de mayor valor, lo cual provoca aún más la restricción de la utilidad de la moneda de una forma técnica.
Para Rodríguez, quizás no existe un impacto en esta costumbre, pero las monedas están disponibles y tienen valor dentro del sistema monetario M1 de monedas y billetes. Además, detalló que ese impacto dentro de las cifras macroeconómicas, aunque no se perciba, es evidente en su circulación, la cual también se mide en la parte monetaria.
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CAMBIAR BILLETES DE MENOR VALOR POR MONEDAS
Desde su punto de vista, Julio Raudales, economista y rector de la Universidad José Cecilio del Valle (UJCV), señaló en entrevista con Criterio.hn que, quizás una solución a tomar en cuenta sería cambiar el uso, es decir, los billetes de menor valor como el de un lempira, dos lempiras y cinco lempiras cambiarlos a moneda.
Raudales destacó que el material de la moneda dura más y el Banco Central ahorraría bastante al evitarse tanta impresión en billetes. A su criterio, que se use más el billete que la moneda, no tendría un impacto fuerte en la economía, ejemplificó que cuando empezó a circular el billete de L 200 no se generó ningún impacto.
“A los hondureños en general no les gusta usar monedas, pero es una costumbre que se debe crear”, destacó Raudales.
Un factor a tomar en cuenta es que, para tener una economía más dinámica en un país, tanto la moneda como los billetes deben estar en permanente movimiento. En ese sentido, debe observarse cómo se mueven los billetes versus las monedas.
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“Por ejemplo, si por cada 100 millones de lempiras en billetes, tenemos 100 mil circulando en monedas, se puede estudiar cuál es el impacto positivo o negativo de la restricción de las monedas”, explicó Rodríguez.
Hace tiempo cuando se iba a crear el billete de L 200 –compartió Raudales-, él preguntó al Banco Central por qué no se tomaba la decisión de eliminar los billetes de uno y dos lempiras y, en su lugar, utilizar solo monedas de 50 centavos, de uno y dos lempiras, lo cual sería más durable que un montón de esos billetes que prácticamente no valen nada, pero de acuerdo a encuestas que habrían aplicado, la gente no tiene preferencia por las monedas.
Cabe resaltar que, en países como Estados Unidos y en Europa se utilizan mucho las monedas de dólar y de euros. “Si la gente sabe que puede comprar con monedas, se generaría en la cultura hondureña llevar monedas en sus bolsas”, aseguró Raudales.
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Soñadora incorregible, en todo lo que hago soy diferente y auténtica, quiero dejar legado en esta carrera que ha sido descuidada y utilizada, defiendo a los seres vulnerados y detesto la injusticia. Las artes, el estilo y la naturaleza son parte del libro de mi vida. Escribiendo encontré el sosiego para sobrevivir. Creo reportajes y escribo sobre derechos humanos, migración, LGBTIQ+, mujeres, niñez, corrupción, arquitectura, análisis y comportamiento social, a veces una pizca de política. Creadora de Las 5 de Criterio. Ver todas las entradas