Por: Redacción CRITERIO
Tegucigalpa.- Investigaciones realizadas por las autoridades de la DEA, han logrado establecer que el cartel de Sinaloa, bajo el liderazgo del Chapo Guzmán, pagó en Honduras para contrabandear toneladas de cocaína desde Venezuela y Colombia hacia el territorio hondureño y luego trasladarla por Guatemala y México hasta los Estados Unidos.
Dentro de esta red destaca la participación de Fabio Lobo, hijo del expresidente Porfirio Lobo Sosa, además de seis jerarcas policiales hondureños que eran quienes facilitaban el tráfico de la droga por el territorio de Honduras.
Fabio lobo cayó preso en mayo de 2015 en el país caribeño de Haití y de esa isla fue trasladado a la ciudad de Nueva York donde un año después (mayo 2016) se declaró culpable del delito de narcotráfico y en el mes de septiembre próximo será sentenciado y se enfrenta a una condena mínima de 10 años, hasta cadena perpetua.
La acusación contra el hijo del expresidente hondureño descubrió los nexos con seis oficiales de policía: Carlos José Zavala, Mario Guillermo Mejía Vargas, Jorge Alfredo Cruz Chávez, Víctor Oswaldo López, Ludwig Criss Zelaya Romero y Juan Manuel Ávila Meza quienes gozan de libertad pero no se descarta que puedan ser pedidos en extradición.
De acuerdo a los datos que se manejan en la corte de Nueva York, Fabio Lobo recibió un millón de dólares por ayudarle al cartel de Sinaloa a mover la droga por Honduras con destino a Estados Unidos, pasando por Guatemala y México respectivamente.
Sería Lobo quien presentó el plan a los oficiales de policía y estos por hacer el mandadito recibirían 100 mil dólares (Unos 2.2 millones de lempiras) cada uno. Más 200 mil dólares para pagar a los otros involucrados.
