Por: Viena Hernández
Tegucigalpa. – Alrededor de las 9:30 de la mañana Juan Carlos “El Tigre” Bonilla Valladares, con las manos encadenadas, semblante serio y con vestimenta semiformal, de camisa manga larga color crema, pantalones de tela y zapatos café, fue escoltado por agentes de la Policía hasta la aeronave que lo esperaba en la pista del aeropuerto Toncontín de Tegucigalpa, para su trasladó a Estados Unidos.
De esa forma, se consumó la extradición del exjefe de la Policía Nacional de Honduras, denominado por la Corte del Distrito Sur de New York como “CC7” y como el sicario del cártel Hernández Alvarado.
Este es el extraditado número 31 y todavía hace falta extraditar a otros cuatro solicitados por la justicia estadounidense. Además, el secretario de Seguridad Ramón Sabillón, adelantó ante medios locales que trabajan en 39 órdenes de captura pendientes que también deberán pasar por este proceso.
Valladares salió alrededor de las 6:30 de la mañana del Primer Batallón de Infantería, donde estuvo por 61 días de arresto preventivo, custodiado por una caravana de seguridad, helicópteros y con vehículos blindados, muchos de estos de la DEA (Administración de Control de Drogas, por sus siglas en inglés) hasta la Base Aérea Hernán Acosta Mejía.
El 8 de abril, el juez de primera instancia, José Olivio Rodríguez Vásquez, dictó conceder su extradición hacia Estados Unidos. Sin embargo, cuatro días después los apoderados legales del exdirector de la policía presentaron el recurso de apelación, siendo el pleno, el 20 de abril, quienes ratificaron el fallo de extradición.
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La Policía Nacional comunica a la población lo siguiente, que en cumplimiento de instrucciones emitidas a la Dirección General por parte de la Secretaria de Seguridad se realizará el protocolo de extradición del ciudadano Juan Carlos Bonilla Valladares alias el Tigre pic.twitter.com/qISy1emNfG
— Policía Nacional de Honduras (@PoliciaHonduras) May 10, 2022
“El Tigre” ha sido acusado por la Corte del bajo Manhattan por delitos ligados al narcotráfico, estos son: conspiración para importar cocaína, posesión de ametralladoras y dispositivos destructivos, y conspiración para poseer ametralladoras y dispositivos destructivos.
Según el apoderado legal de Valladares, Ramón Matamoros, éste cuenta con pruebas e información para involucrar a más personas, pero él decidirá si acepta colaborar con la justicia del país del norte, pues si la Fiscalía ofrece reducción de la pena está sería hasta de 10 años.
La extradición de Valladares se ha visto opacada por el proceso judicial que ha iniciado el extraditado y expresidente reconocido por Estados Unidos como capo de la droga, Juan Orlando Hernández, quien esta mañana asistió a su audiencia de lectura de cargos ante el juez Kevin Castel, de la Corte del Distrito Sur de New York.
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Cabe mencionar que “El Tigre” siempre negó su vínculo con el hermano del expresidente Hernández, Juan Antonio “Tony” Hernández, condenado a cadena perpetua más 30 años en marzo de 2021 y recluido en la prisión de alta seguridad Victorville de California.
Sabillón ha mencionado que Bonilla Valladares dijo contar con muchas investigaciones y que las haría valer, por eso, analistas no descartan que el extitular de la Policía pueda testificar durante el juicio de Hernández.
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INVESTIGACIONES CONTRA BONILLA VALLADARES
Ramón Sabillón, manifestó que Valladares siempre mostró aceptar el proceso de extradición al cual se sometió y, que, además, no hubo mayor intentó de su parte para retrasar su traslado a Estados Unidos.
Según revelaron las investigaciones realizadas por el fiscal Geoffrey Berman, Bonilla aprovechó su puesto a la cabeza de la Policía para burlar las leyes de Honduras y, de esa forma, supervisar el traslado de cargamentos de toneladas de cocaína hacia Estados Unidos, significando la conspiración para facilitar el tráfico de drogas.
Otro de los delitos que trascendieron en la Corte del Distrito Sur de New York, salió a la luz durante el juicio de “Tony” Hernández, donde el exalcalde del El Paraíso, Alexander Ardón (AA), testificó que Bonilla participó en el asesinato a «bazucazos» del narcotraficante Franklin Arita Mata en la zona de Santa Rita de Copán, en 2011, por órdenes del excongresista al oponerse al tráfico de cocaína a través de su municipio.
El mencionado como “coconspirador” en las actividades de narcotráfico de Hernández, fue interceptado y capturado el nueve de marzo en el peaje de Zambrano, al norte de la capital de Tegucigalpa.
