Lo que mal empieza, mal acaba

El Poder Constituyente y la segunda vuelta electoral en Honduras

 

Por: Filiberto Guevara Juárez

 

Todo lo relativo a la doctrina del *Poder Constituyente*, se estructuró teóricamente en el marco de la gran revolución francesa alrededor del año 1789, por el abate Emmanuel Sieyés, basado en los escritos de Rousseau, con su obra cumbre, El Contrato social, Condorcet, coautor de la primera Constitución política de Francia, y otros que se sustentaban en la doctrina de la «filosofía eterna». En dicho sentido, los postulados políticos eran los siguientes: 

“1. La comunidad (nación) no se despoja del derecho de querer. Es su propiedad inalienable. No puede sino encargar su ejercicio. 2. El cuerpo de los delegados no puede ni siquiera tener la plenitud de este ejercicio; 3. No corresponde, pues, al cuerpo de los delegados alterar los límites del poder que le ha sido confiado.”. Todo lo anterior está basado, según el propio Sieyés, en lo siguiente: “la nación existe, ante todo, es el origen de todo…antes que ella y por encima de ella solo existe el Derecho Natural», el cual por excelencia es el derecho a la vida. Es decir, que la vida política de nuestra nación no puede supeditarse a los caprichos y antojos de un poder constituido, como el Congreso Nacional de la República. Nuestra constitución política lo deja muy claro en su artículo número 2, al rezar lo siguiente: “La Soberanía corresponde al Pueblo del cual emanan todos los Poderes del Estado que se ejercen por representación. La suplantación de la Soberanía Popular y la usurpación de los poderes constituidos se tipifican como delitos de Traición a la Patria”.

Así pues, ningún poder constituido, llámese: poder legislativo, poder ejecutivo o poder judicial, puede estar sobre el *PODER CONSTITUYENTE* del único soberano político que es y debe ser el pueblo o nación. Teniendo claro todo lo anterior, se concluye que: si el pueblo  hondureño quiere la segunda vuelta electoral  o balotaje, el Congreso Nacional de la República, de nuestro país está obligado a complacer ese deseo y derecho político del pueblo hondureño, porque ya la mayoría de los partidos  políticos lo están demandando, lo están solicitando, incluyendo al Partido  Liberal de Honduras, el Partido Libertad y Refundación (Libre), que según las últimas elecciones  primarias e internas, al sumar la expresión de los votantes de ambos partidos en las urnas,  superan con mucho al actual partido de gobierno, el Partido Nacional de Honduras. De eso, no queda la menor duda.

Pero, no solo esos partidos políticos exigen la segunda vuelta, sino también, la mayoría de los partidos políticos inscritos legalmente como instituciones de derecho público ante el Consejo Nacional Electoral (CNE). Y, debido a que los partidos políticos en cualquier país del mundo, son la expresión tangible del *Poder Constituyente* en materia de derecho político, el actual Congreso Nacional de la República, no puede eludir su responsabilidad histórica de aprobar lo más pronto posible, la segunda vuelta electoral o balotaje, que no solo demandan los partidos políticos, sino también, todas las organizaciones de sociedad civil, organizaciones populares, gremiales, incluyendo el gremio de maestros, el gremio médico, la empresa privada a través  del Consejo hondureño de la empresa privada (COHEP)….etc. La actual junta directiva de nuestro Congreso Nacional de la República, no puede argumentar que esa es una exigencia antidemocrática del pueblo hondureño, porque  no existe una expresión democrática que supere a la expresión de la voluntad del *Poder Constituyente*, que reside en el único soberano político que es el pueblo, porque  ese  *Poder Constituyente*, es producto de la suma de todas las voluntades  de los ciudadanos de un Estado, en cualquier parte del mundo que se precie de ser democrático; y como tal, es el único que lo puede todo en materia política. Y, por eso, no podrán alegar los diputados nacionalistas de gobierno, que en virtud de la delegación de poder, ellos pueden hacer lo que quieran con ese poder delegado, solo porque que cuentan con 61 diputados de los 128, en el actual Congreso Nacional de la República, porque ese poder del Estado, está limitado en su poder, por el *Poder Constituyente* del pueblo.

El Partido Nacional en el poder, a través de sus autoridades constituidas ya aceptó públicamente, que es necesaria una segunda vuelta electoral, pero, que está dispuesto a aceptarla para que entre en vigencia en la elección general subsiguiente, porque se sienten perjudicados en sus intereses particulares en las actuales circunstancias. En dicho sentido, se les recuerda, que toda ley es de carácter general, y que así, como en las actuales circunstancias no les podría beneficiar; en lo futuro sí podrían salir beneficiados. Además ¿Quién les garantiza al 100%, que van a quedar en el primer lugar en las próximas elecciones generales? Por otro lado, según declaraciones públicas recientes del expresidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), el Dr. en derecho, Don Augusto Aguilar; en Latinoamérica, el 70% de los partidos políticos que han ganado en la primera vuelta, han vuelto a ganar en la segunda vuelta.

El por qué es necesaria la segunda vuelta electoral  en nuestro país, no queda la menor duda, porque al desaparecer el bipartidismo hegemónico, y surgir el multipartidismo; y debido a que los porcentajes relativos con los que se gana una elección son muy bajos; pudiendo llegar a un 20 a 25 %,  e incluso a un menor porcentaje, -según expertos en materia electoral como Don Augusto Aguilar-; ya que son 14 partidos políticos los que entrarán en contienda el último domingo de noviembre del presente año; es por ese solo hecho, que se deslegitimaría en el ejercicio del poder al futuro gobernante de Honduras, y hasta podría generar una crisis política superior a la crisis poselectoral de 2017, en la cual hubo decenas de personas fallecidas; pudiendo ser hasta en mayor número en las actuales circunstancias de gran volatilidad política debido al pésimo manejo de la pandemia, la crisis económica  y la crisis moral por lo que está sucediendo en las Cortes del Distrito Sur de Nueva York, EE.UU., por el delicado asunto de la implicación en narcotráfico de políticos, pertenecientes principalmente al actual partido de gobierno. Y si eso llegará a suceder, el Partido Nacional de Honduras, sería históricamente responsable de ello.

Se debe tomar en cuenta también que, en materia de reformas electorales, nuestro país, Honduras, se ha quedado a la zaga con respecto al resto de los países de América Latina, porque todos ya tienen contemplada en su ley electoral, la segunda vuelta, a excepción de Panamá y Paraguay.

Para aprobar la segunda vuelta electoral en nuestro país, no se necesita ni interpretar ningún artículo particular de nuestra constitución política, porque el espíritu de la norma primaria en nuestra constitución es clara y taxativa al expresar en su artículo número 2, que la soberanía corresponde al pueblo y solo al pueblo.

Es hasta absurdo, que el actual partido político de gobierno de nuestro país, haya condicionado la inclusión de la segunda vuelta electoral en la futura nueva ley electoral, aduciendo que debería incluirse la regulación de la reelección a la presidencia de la república, a manera de chantaje político, porque la tal reelección presidencial violó artículos pétreos de nuestra constitución, que solo pueden ser derogados consultando al *Poder Constituyente*, el pueblo, según lo establecido taxativamente  en nuestra constitución política.

Así pues, el actual Congreso Nacional de la República, debe aprobar lo más pronto posible la segunda vuelta electoral, so pena de ser responsable de lo que pueda suceder si el pueblo o nación entra en desobediencia civil y hasta en insurrección, tal y como sucedió en la hermana república de Chile, en América del Sur, por el deseo de una Constituyente.

San Pedro Sula, 25 de mayo, de 2021.

Día del periodista hondureño.

  • Jorge Burgos
    Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. jorgeburgos@criterio.hn

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Un comentario

  1. Buenos días Filiberto : recién leí tu análisis sobre las elecciones en dos vueltas y la base social de la soberanía popular : el pueblo. Estoy completamente de acuerdo compañero con tu exposición y te felicito de tan brillante artículo. Recibe un abrazo solidario y fraternal desde Marsella, Francia.
    Armando Paz Paredes.