Tegucigalpa.- Bajo la firma del Compromiso por la Unidad Partidaria y la Agenda Legislativa, los diputados insurgentes del Partido Libertad y Refundación (Libre), que se instituyeron como autoridades del Poder Legislativo, cedieron a sus pretensiones y decidieron reconocer la Junta Directiva que preside el diputado del Partido Salvador de Honduras (PSH), Luis Redondo.
La crisis política que atravesaba el Poder Legislativo de Honduras, al instaurarse dos Juntas Directivas en paralelo, concluyó luego los 17 diputados rojinegros disidentes llegaran a un acuerdo con el expresidente, José Manuel Zelaya Rosales y coordinador general del Partido Libre en el que se acepta que Redondo presida en Congreso Nacional en cumplimento al acuerdo con la presidenta de Honduras, Xiomara Castro.
Un mes antes de las elecciones generales en Honduras, el entonces candidato presidencial Salvador Nasralla declinó su aspiración para conformar una alianza con Castro y derrotar al conservador Partido Nacional, a cambio se negoció que un diputado del partido Salvador de Honduras (PSH) sería ungido presidente del Congreso Nacional.
En cumplimento al acuerdo, Nasralla nombró a Redondo como la figura para presidir el Legislativo, sin embargo, más de una veintena de diputados de Libre encabezados por Jorge Cálix desconocieron el acuerdo político y se instauraron en paralelo y mediante la virtualidad, a través de Zoom, como una de las dos Juntas Directivas situación que generó una crisis de legalidad y legitimidad.
“Considerando que la decisión del partido, la bancada y de la presidenta de nominar al diputado Luis Redondo para presidir la Junta Directiva del Congreso Nacional, decisión que en un sector de diputados de libre no creemos correcta, sin embargo, en cumplimiento del acuerdo político, en nuestra condición de demócratas y políticos comprometidos con la refundación de Honduras, damos muestra que primero está la patria por sobre cualquier pretensión personal por genuina que sea, por lo que respaldamos dicho acuerdo y la palabra de nuestra presidenta”, detalla el acuerdo.
Además, Cálix desistió de continuar su aspiración por la presidencia del Poder Legislativo aunque dejó claro que contraría que Redondo presida las sesiones pero se comprometió en asumir su cargo como un diputado más rechazando la propuesta de Castro de ofrecerle ser parte de su gabinete de gobierno.
“Doy un paso al costado en mis pretensiones y me comprometo a asistir a las reuniones de diputados en el hemiciclo legislativo, sesiones que lamento dirija el diputado Luis Redondo, sumándome como un diputado más…”, expresó.
La solicitud de los insurgentes fue su restitución como militantes del Partido Libre luego de ser expulsados, el pasado 21 de enero, y ser considerados “traidores”. Zelaya Rosales les garantizó el retorno a sus cargos en igualdad de condiciones.
Quizás avizorando una nueva traición, Zelaya Rosales dejó claro que no se repetirá una nueva elección de Junta Directiva y se reconocerá plenamente la instauración de Redondo como presidente del Congreso Nacional pese haberse violentado la normativa constitucional.
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La Cámara de Comercio e Industria de Tegucigalpa (CCIT), parte del sector empresarial de la nación, alabó el acuerdo que pone fin a la crisis legislativa al tiempo que reconocen a Redondo como la autoridad del Congreso Nacional.
“Honduras gana cuando dialogamos. Le deseamos a Luis Redondo el mayor de los éxitos como presidente de la Junta Directiva del Congreso Nacional. CCIT se agrada en la esperanza de trabajar en conjunto con el legislativo para beneficio del pueblo y empresariado de Honduras”.
El conservador Partido Liberal, parte importante en la crisis al respaldar a Cálix, anunció, a través de un comunicado, que retomarán las sesiones presenciales y lograr la legalidad necesaria para continuar con la agenda nacional del Congreso Nacional.
Por su parte, el jefe de bancada del Partido Nacional, Tomás Zambrano, celebró que la salida a la crisis aunque espera se repita la elección de la Junta Directiva para instaurar de una vez por todas una sola autoridad.
