Directiva del Congreso Nacional

Cosas grandes chico o a que vino el Congreso a San Pedro Sula

Camándula de la Última Conspiración

Por: Rodolfo Pastor Fasquelle

 

                                                           para el sampedrano de la posteridad

No tiene que ver con infraestructura. Lo grande es otra cosa. Lo trascendente es el reto del misterio, de la muerte y el amor, del deseo y de la destructividad. Dios es grande, reza el musulmán.

Lo grande es la respuesta que damos en el arte y en la ciencia, en la religión y en el amor a la naturaleza, que el fiel llama creación.

Muchos militares custodiaban ayer al Congreso reunido en esta Gran Ciudad, que vierte crudas sus aguas negras al río, pueblón sin música no tiene una sinfónica de verdad ni una banda de guerra en el kiosco, en donde no hay un solo parque de más de una manzana de amplitud, ni una banca para ver pasar el río, y en donde los honorables diputados pandoros ayer homenajearon a personajes locales verdaderamente honorables. Cosa buena.

Lo que dice el periódico es que, encabezadas por su actual presidente Mauricio Oliva (quien solicitó formalmente impunidad ante el Ministerio Público y es el actual precandidato azul), las autoridades del Congreso llegaron a San Pedro Sula un día antes, se reunieron con las autoridades locales, encabezadas por el poderoso Armando Calidonio quien ganó -probablemente sin mayor trampa- la reelección legal al cargo que desempeña con esmero, y que posiblemente gane otra vez, porque no tiene contrincante, y luego –incontinenti- se reunió Oliva con los empresarios corporativos. Que el alcalde pidió al soberano que lo autorizara a condonar las deudas de los vendedores informales -agentes de los grandes comerciantes- y que le perdonará al municipio la cuenta acumulada de energía eléctrica que alguien -por otro lado- tendrá que pagar. Nada se trasciende de las conversaciones entre líderes y de las aportaciones privadas. Quién sabe por qué a JOH ya no lo invitan, ¿para qué lo harían? What for

Nada más hay que respetar a esta gente que sí le entiende al trámite, sabe en lo que anda y a lo que viene. A lo que te truje Chencha. Sobre todas las demás cosas, el Congreso vino a aprobar –y aprobó apoyado por otros partidos. Illescas, Patriota y la D.C.- el contrato de $155 millones para readecuar la siempre insondable deuda de la ENEE, con el fin de traer aquí otra línea y a dar licencia para la readecuación de y el mayor endeudamiento de la ciudad con nuevos préstamos, hasta por 3 mil millones de lempiras a un plazo de hasta 20 años. A saber, vino a forjar una alianza política, rancia y efímera que La Prensa planteó en términos heroicos. ¡Obras millonarias! para la legitimación política y la próxima elección.

Poco pudo hacer LIBRE, incapaz de articular a la oposición de los liberales y los pinuistas para que se opusieran firmando –aparte- su propio manifiesto con consignación de nombre. Tampoco tiene estrategia, visión, ni perspectiva. No tiene candidato ni cuadros locales, fuera de Samuel Madrid, quien exigió que le dejaran de «enchachar» a los mal parqueados y Scherly que pidió sin esperanza que deroguen la ley de privatización de la salud pública. Cansan las trampas de nuestros padres de la patria, la retórica politiquera, la importancia que se dan a sí mismos, su solemnidad ridícula. Y quizás es una pena que, en vez de tener buenos periodistas que nos cuenten lo que -de verdad- hace el Congreso delante y atrás del telón, es decir que hagan crónica parlamentaria de calidad, tenemos abundancia de periodistas convertidos sin más credencial en diputados, que inevitablemente incurren en responsabilidad si hablan, y también si callan al punto. Nadie investiga ni medita.

Los empresarios, y se hicieron presentes aquí también los de la capital, le exigieron -se asegura- a Oliva, explicaciones de los 21 mil millones que aumenta el presupuesto, con que desde hace días están embullados, condenaron el endeudamiento y por otro lado,  no está claro si contradictoriamente, pidieron una ampliación y profundización de los privilegios fiscales que supuestamente traerán inversiones a las zonas francas, con lo cual dejarán de percibir el ingreso, aunque las instituciones del estado seguirán comprometidas a prestar servicios públicos de calidad. No está claro de quién pero quizás desde diversos sectores les llegaron a los diputados las solicitudes de presupuesto para nuevas inversiones en infraestructura, de acuerdo a un criterio bien definido. Inversión masiva en El Tablón… sin duda útil. Y si no, ¿qué haría siglo XXI? Y Oliva emitió declaraciones heroicas, grandes cosas vienen al Valle de Sula dijo, profeta del Progreso.

Por lo que se rumora, el Congreso en efecto aprobará la inversión necesaria que no han podido conseguir tres gobiernos anteriores para construir el Libramiento, el cual elevará con mucho la plusvalía de las tierras que estará cruzando… al Oeste de la ciudad, pero que también mejorará el tráfico… que, por cierto, mejoraría infinitamente con algo más de educación vial y con medidas prácticas, sencillas, mínimas inversiones en los bordos y una regulación de tráfico para las “horas pico”. (Más difícil con una diversificación de horarios, y mejoras en el transporte público). Habrá libramiento pues, para los grandes transportistas, y no deja de ser un alivio pensar que, no se va a volcar una de esas pipas de tóxicos sobre los acuíferos que cruza el segundo anillo.

No es cosa mala. Y no cabía esperar otra. Cuestión de visión. Cada quien tiene la suya. Nadie parece haber planteado al Congreso, los problemas obvios para mí, de San Pedro y su zona conurbada. La falta de procesamiento de aguas negras, lo que explica mucho de la insalubridad en los barrios pobres, o la urgente protección eficaz de los acuíferos, del Merendón contra los especuladores, la obligación de intervenir en los cinturones de miseria con algo mejor que “Vida Mejor”, la ineficiencia de la empresa que se supone  recoge la basura y es del otro candidato y correligionario, la construcción ilegal de carreteras dentro de las zonas protegidas con la bendición de los alcaldes periféricos del Valle y el rescate de los ríos, contaminados y concesionados para la minería no metálica, con que se daña el patrimonio de un paisaje y se arriesga destruirlo del todo con el fluido. Porque nadie representó ahí esa conciencia y esas urgencias sociales, menos que nadie el partido popular traicionado o la sociedad civil sin Norte ni luz. Ni por supuesto, el ardid oficialista.

Es el viejo problema de nuestra clase política, su falta de representatividad, tan grande falta, que ella misma no entiende que solo se representa a sí misma y a los intereses creados que la alimentan, políticos y comerciales. A veces también los ricos se quejan, pero cuando les ofrecen obras y más obras, solo son gemidos y se aflojan.

  • Jorge Burgos
    Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. jorgeburgos@criterio.hn

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