Pueblo hambriento, para manipularlo

Arrecia estrategia política: «Pueblo hambriento, para manipularlo»  

    

Paradójico, Ley de Seguridad Alimentaria y Nutricional, fue aprobada por JOH cuando fungió como Presidente del Congreso Nacional

Por: Redacción CRITERIO.HN

redaccion@criterio.hn 

 Tegucigalpa, Honduras.- Tres semanas han pasado, desde que trascendió el vídeo del ministro de la presidencia, Ebal Díaz,  donde manifestó “su pensar”,  diciendo que los hondureños  votarían en las próximas elecciones motivados por la falta de dinero en sus bolsillos, falta de trabajo y el hambre, por lo tanto esas serían las estrategias políticas frente a la contienda y preservación del Poder.

Recientemente trascendió en medios de prensa,  la denuncia de agricultores y productores preocupados porque unos 600 mil quintales de maíz están a punto de perderse, por no poder comercializarse, debido a que la industria de balanceado dejó de comprarles su producción nacional y prefiere importar desde Estados Unidos, amparados en el Tratado de Libre Comercio (TLC), porque les sale más barato, pero de menor calidad que la que ellos producen, por lo que pidieron al Gobierno una solución en beneficio de ellos y de los consumidores.  

Desde hace una década, existe la Ley de Seguridad Alimentaria y Nutricional en Honduras, que para los expertos profesionales en esa disciplina académica, es “papel mojado” porque no existe un compromiso a nivel de Gobierno como para hacerla cumplir.  Prueba de ello, no solo es el abandono notable hacia los sectores campesinos y productores, sino varios informes de organismos internacionales que destacan los niveles de hambre en Honduras, en donde las familias subsisten con un dólar y medio diario.

Paradójicamente, esa ley, aprobada mediante Decreto Legislativo 25 – 2011, fue aprobada siendo el Presidente del Congreso Nacional en ese entonces, Juan Orlando Hernández; secretarios Roberto Chang Castillo y Gladys Aurora López, durante la administración de Porfirio Lobo Sosa. 

María Angélica Milla, La especialista en Seguridad Alimentaria, alertó que la desnutrición en

Honduras está en aumento. Un pueblo con hambre es fácilmente manipulable.

La especialista en Seguridad Alimentaria y Nutrición, María Angélica Milla, opinó de la situación actual del país, tomando como base la importancia del tema del hambre frente a la corrupción en tiempos de pandemia.

Además habló de las acciones proselitistas y trabajo deficiente o nulo de las autoridades gubernamentales.

“Si alguien tiene hambre, no puede pensar, es lo que nos está pasando, si los hondureños tienen hambre van a apoyar a quienes les da de comer, ahí están las declaraciones fatídicas del señor Ebal, que van a votar aquellos a quienes se les da dinero para la comida, compran las voluntades por hambre”, expresó.

“Para mi esas declaraciones fueron realmente una bofetada, no se puede jugar con el hambre de una persona, pero a pesar de lo grotescas que fueron esas declaraciones hay una verdad tan grande, que al que se le quite el hambre, esa persona va a estar a su lado, así de sencillo”, añadió al tiempo de lamentar que esas acciones acompañadas de falta de programas reales y aplicación de la ley en mención, podría disparar en los próximos días los niveles de desnutrición en el país.   

La seguridad alimentaria es un tema primordial para el desarrollo de una nación y muchas personas podrán conceptualizarlo como algo sencillo, pero la verdad es que la seguridad alimentaria descansa sobre varios pilares que deben ser reforzados y totalmente apoyados, consideró la doctora.

Uno de ellos es la producción de alimentos, de nada sirve que digamos que tenemos reglas nutricionales,  si no somos productores de nuestros propios alimentos y eso en Honduras está en abandono, esto no debería de pasar y más en tiempo de pandemia. “Ponen en riesgo a nuestros productores que deberían de ser protegidos totalmente”.

El país de las maravillas

Cada día, es notorio el aumenta la cantidad de personas pidiendo comida en las calles

de Honduras, en momentos de corrupción, proselitismo y Pandemia.  

Honduras viene arrastrando un historial de inseguridad alimentaria a raíz de fenómenos ambientales como “El Niño” o La Niña”, pero ante la llegada de la pandemia ha venido a afectar el segundo y tercer eje de la seguridad alimentaria que tienen que ver con el acceso físico a los alimentos y la utilización biológica de los alimentos, es decir el aprovechamiento de los mismos para preservar la salud, de ahí que las promesas proselitistas utilizando este tema, son parte de una estrategia política y no de carácter social.

“Éramos el granero de Centroamérica en los años 60´s después no he vuelto  oír lo mismo, por producción nacional no se cubre la seguridad alimentaria en estos momentos”, recordó.

El repartir una bolsa de comida es paliativo y debe surgir en momentos agudos de una crisis, hay justificación válida, pero todavía no terminamos de entender esta metodología del Gobierno, habiendo propuesto nosotros una medida de georreferenciación al principio de la Pandemia y no fue escuchada.

La seguridad alimentaria se define como una situación en la cual todas las personas, en todo momento, tienen acceso a alimentos suficientes, nutritivos y culturalmente aceptables, en cantidades que permitan cubrir sus necesidades para vivir vidas saludables y activas, con energías que permitan al organismo tener capacidades de desempeño de tareas físicas e intelectuales. La seguridad alimentaria implica, tener comida disponible y que haya un modo de conseguirla, según bibliografía entorno al tema y conceptos de la FAO.

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO por sus siglas en inglés), es la principal organización mundial dedicada a combatir el hambre.

Ahora, a ocho meses de la pandemia, “necesitamos políticas públicas de emergencia, se pueden disparar los niveles de desnutrición, la FAO da lineamientos pero no se ejecutan, no es un organismo externo el que nos va a resolver nuestro problema interno”, alertó Milla.   

DENUNCIA CON PROPUESTA SOLIDARIA   

La experta en Seguridad Alimentaria y Nutricional, María Angélica Milla, mencionó que el tema debe ser tratado científicamente y apoyado por los sectores sociales o movimientos civiles con el fin de reclamar el cumplimiento de la ley, debido al marginamiento que ha hecho el Gobierno, especialmente en momentos de Pandemia.   

Para esto, primero es generar conciencia, dijo la doctora, quien insta a educar y aprovechar los espacios de apoyo social, y generar colaboraciones a través de comedores comunales, donde se pueda emplear a personas para que preparen frijoles, arroz, tortillas y que familias con escasez de los mismos pasen a recoger una vez al día para garantizarles al menos un tiempo de comida con un mínimo de calorías, sobre todo enfocado hacia los niños ya que ahora ni la Merienda Escolar se está dando porque no están abiertas las escuelas.

Para este fin, debemos generar alianzas dijo Milla quien indicó que el Movimiento Patria un grupo de la sociedad civil que ha mostrado su interés en colaborar con la iniciativa, pero pidió a las empresas y colaboradores patronales a ser más proactivos en beneficios de sus comunidades, ya que las ayudas alimentarias están siendo usadas como proselitismo con el trabajo de activistas políticos, pero en San Pedro Sula, ya existe un comedor comunitario apoyado por una empresa fabricante de refrescos quienes dan 1500 raciones de alimentos diarios. 

En el artículo uno la Ley de Seguridad Alimentaria, señala que como objetivo primero es “estructurar, organizar y coordinar acciones de seguridad alimentaria, contribuir al mejoramiento y calidad de vida de la población con prioridad a los grupos más vulnerables”.  

“Tenemos una linda Ley porque para eso somos buenos en Honduras, pero no vemos el reflejo de la misma, no se están preocupando y la alimentación debe ser una prioridad para el pueblo. El problema es que no se entiende siquiera el concepto de seguridad alimentaria los que toman decisiones a pesar de que comer es vital y de paso sufrimos el fenómeno de que no llegan personas adecuadas a estos puestos, además existe una Unidad de Seguridad Alimentaria que tampoco goza de apoyo y es trabajo a nivel de Gobierno”, señaló como deficiencias.

“Un pueblo alimentado es un pueblo que funciona, es el problema de este país, hay hambre. La corrupción del país daña también la seguridad alimentaria, la corrupción es el indicador que fija cuáles son las prioridades de decisión, es decir que las autoridades buscan de dónde pueden agarrar más beneficio económico,  pero los alimentos no se prestan a eso porque si deciden invertir en alimentos se tienen que repartir, es decir la comida para el pueblo, maíz, arroz, frijoles para repartir, ´ahí no hay negocio´ (robo inmediato)”.  

La entrega de una “bolsita” de alimentos, es parte de las acciones proselitistas de

candidatos en el Partido Nacional, siendo también funcionarios de Gobierno

Para junio de 2019 el 59.3% de los hogares hondureños se encuentraban en condiciones de pobreza, ya que sus ingresos se estaban por debajo del costo de una canasta  de consumo básico, que incluye alimentos y otros bienes y servicios.  Aunque la pobreza es más grave en el área rural, también en el área urbana alcanza a más de la mitad de los hogares (52.5% urbano y 68.2% rural). según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en la Encuesta Permanente de Hogares junio 2019.  

LAS EXCUSA DE EBAL DÍAZ, TRAS EL COMENTARIO DEL HAMBRE Y MUERTES  

El también asesor privado del mandatario Juan Orlando Hernández, dijo días después de que se viralizara el video que tocó las muertes y el hambre, que le sacaron de contexto sus declaraciones y le distorsionaron las mismas para hacerlo quedar mal frente al pueblo, aun cuando en el video expresa “su pensar” porque sabía que estaba en un ambiente “de mucha confianza” ante representantes de la bancada del Partido Nacional y JOH, en Casa Presidencial.

Según el funcionario se refería al plan de reactivación económico y apoyo a las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Mipyme) y quienes solucionen eso, es a ellos que se les darán los votos de la ciudadanía.

En relación al fragmento que menciona sobre los fallecidos durante la Pandemia: “La gente en las próximas elecciones no va a ir a votar por la cantidad de muertos que deje la pandemia, no que a mí se me murió un pariente, no que a mi…hubo 2,800 muertos, 3000 muertos, la gente no va a votar por eso, la gente va a ir a votar por cuanto tiene en la bolsa, si tiene o no tiene comida en la casa (…)”.

Aclaró que su comentario había sido en un ambiente de política: “Cuando hice esos comentarios, primero no lo hice para el público, lo hice en el seno de un ambiente netamente político (en Casa de Gobierno) que fue justamente con la Bancada del Partido Nacional en una valoración política, mi punto es y lo dije, suena duro lo que les voy a decir y ahí aparece en ese video”.

“Pero cuando las personas vayan y tengan una papeleta (de votación)  al frente, la persona va a votar quien le presentan las mejores propuestas en materia económica. En ese momento, yo creo que la persona no va a llegar con un resentimiento diciendo este Gobierno es el culpable de que mi pariente, todos hemos tenido personas fallecidas cercanas, eso es doloroso, pero yo confío en la racionalidad, el entendimiento de cada persona de que eso es una situación que está afectando al mundo entero (…)”. 

 

  • Jorge Burgos
    Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. jorgeburgos@criterio.hn

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