Redacción: Viena Hernández
Tegucigalpa. – Los crímenes contra niñas, niños y adolescentes van en auge en Honduras a tal extremo que en el último trimestre se han reportado al menos 140 casos.
En abril se reportaron 47, en mayo 49 y en junio 44 y de esos 44 casos de junio, 38 pertenecen a jóvenes y niños, es decir, el 86% fueron hombres y seis niñas y jóvenes, equivalente al 14%, reveló la Coordinadora de Instituciones Privadas Pro las Niñas, Niños, Adolescentes, Jóvenes y sus Derechos (Coiproden), con base a reportes de medios de comunicación.
Del total, 12 son niñas y niños con edades de 0 a 18 años y 32 son jóvenes de los 19 a 30 años. En el boletín, la Coiproden resume que en Honduras se está reportando un promedio mensual de 50 muertes violentas de niñas, niños, adolescentes y jóvenes.
Coiproden también resaltó que en el primer trimestre del 2022 (enero a marzo) fueron asesinados 158 niñas, niños y jóvenes. Aunque las muertes se redujeron en 18 durante el más reciente trimestre las cifras siguen siendo alarmantes.
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El criminólogo Nery Ordoñez, explicó a Criterio.hn que todos estos casos deben tener un mismo protocolo de investigación, excepto cuando se trata de niños que son asesinados con arma de fuego, ya que en estos casos se puede presumir que en el crimen existe el involucramiento de alguna estructura criminal o alguien que forma parte de una entidad de las fuerzas de seguridad del Estado.
Para investigar estos crímenes se debe adherir al protocolo de Minnesota, el cual es desconocido por la mayoría de la población hondureña y en otros países de Latinoamérica, pero es un procedimiento ya establecido científicamente para realizarse en una autopsia, y sus resultados pueden tardar entre 15 días a seis meses.
Es oportuno mencionar que el Protocolo de Minnesota sobre la Investigación de Muertes Potencialmente Ilícitas, establece una norma común de desempeño en la investigación de una muerte potencialmente ilícita y un conjunto común de principios y directrices para los Estados, las instituciones y las personas que participen en la investigación.
El doctor en derechos humanos, Joaquín Mejía, dijo a Criterio.hn que ante los crímenes uno de los principales problemas es la impunidad y la falta de avances en la investigación.
La impunidad tiene diferentes intensidades y patrones y se genera con mayor preponderancia en las poblaciones vulnerabilizadas, representadas por la niñez, mujeres y la comunidad LGBTIQ+.
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CRÍMENES DANTESCOS, CON TORTURA Y ODIO
Del 15 al 23 de junio, en menos de dos semanas, cinco niñas, niños y adolescentes, fueron asesinados y encontrados con signos de tortura y violación. Algunos de estos casos son, el de los dos hermanos de 13 y 12 años de la aldea El Paraíso, Copán, reportada el 15 de junio; el de los dos hermanos de 17 y 18 años de Choloma de 17 y 18 años y el de una niña de nueve años en Lepaera, Lempira.
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“Cuando hablamos de femicidios la impunidad alcanza el 90%, cuando hablamos de la comunidad LGBTIQ+ la impunidad alcanza el 90%, contra los comunicadores sociales y periodistas es del 93%, en niñez y adolescentes del 95% y en los defensores de derechos humanos del territorio y la tierra es del 97%”, indicó Mejía al mencionar las valoraciones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Coiproden también resaltó que en el primer trimestre del 2022 (enero a marzo) fueron asesinados 158 niñas, niños y jóvenes.
En Honduras existe un sistema judicial selectivo, favorable al poder político y económico y en detrimento de los sectores más vulnerabilizados de la sociedad que conlleva a altos niveles de impunidad.
“Los tipos de muertes que afrontamos a diario son violentos, son dantescos […] hay cosas que no pueden determinarse el mismo día, una vez que el delito sucede, la hegemonía del acto le compete a la Fiscalía, de ahí viene la independencia que tiene”, expresó el criminólogo Nery Ordoñez.
