Honduras no tiene derechos sexuales ni reproductivos

Honduras no tiene derechos sexuales ni reproductivos

Redacción: Viena Hernández

Foto: Jorge Burgos

Tegucigalpa. – Honduras se caracteriza por la falta de garantías a los derechos de las niñas, adolescentes y mujeres, entre estos, la salud sexual y reproductiva, la cual siempre ha sido inexistente, provocando que esta población fuertemente vulnerada no cuente con estos servicios de salud, siendo un crimen la negación al acceso de este derecho.

Dos de las consecuencias de las privaciones de servicios especializados en la salud sexual y reproductiva son los altos índices de embarazos adolescentes y los no deseados. Por tal razón, una de las organizaciones que anunció trabajar para disminuir esa brecha desde el 2022, es Médicos sin Fronteras, empezando por la zona norte del país.

Esta situación demuestra la grave exclusión de la que son víctimas las niñas, adolescentes y mujeres. Médicos sin Fronteras señaló que existe una escaza oferta de métodos anticonceptivos para la planificación familiar.

A este contexto, se suma que, existe un vacío enorme en la educación sobre salud sexual y reproductiva en los adolescentes, dando como resultado el aumento en los embarazos en niñas menores de los 18 años.

Un dato relevante compartido por el Instituto Nacional de Estadística (INE), es que hasta marzo de 2022 el índice de embarazos adolescentes es del 23%. Pero la grave situación también destaca que hay alto número de infecciones de transmisión sexual (ITS), agregando las injurias físicas y emocionales.

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La psicóloga de Visitación Padilla, Cristina Alvarado, expresó a Criterio.hn que, la situación de falta de reconocimiento de los derechos sexuales y reproductivos tiene repercusiones y es una falta a los derechos humanos.

“Deben establecer políticas públicas, programas, estrategias que orienten a la población, en principio del reconocimiento de la necesidad de educación sexual integral para la niñez, jóvenes y personas de ambos sexos, siendo el primer blindaje que tendríamos contra la violencia sexual”, razonó Alvarado.

El desconocimiento y el tabú que guarda la sexualidad daña a la sociedad, pero en particular a las mujeres, pues sus cuerpos son utilizados porque pueden traer hijos al mundo, en consecuencia, en Honduras ocurren muchos embarazos no deseados debido al abuso sexual.

El abuso sexual vulnera directamente la integridad física de las niñas, quienes son obligadas a dar a luz y convertirse en madres de otros niños y niñas, postergando sus proyectos de vida, propósitos, expectativas de convertirse en profesionales, pues deben una nueva vida recae sobre su responsabilidad.

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VÍCTIMAS SIN ATENCIÓN PSICOLÓGICA NI DERECHOS REPRODUCTIVOS

A pesar que, a inicios del 2000, la Secretaría de Salud (SESAL) de Honduras empezó a trabajar en una Política Nacional de Salud Sexual y Reproductiva, la cual manda al Estado hondureño a respetar, proteger y cumplir tales necesidades para la ciudadanía.

No obstante, la brecha para llegar a cumplir este derecho básico para el género femenino es amplia, imperando el contexto de embarazos adolescentes, falta de control pre y postnatal, escaso acceso a métodos de planificación familiar y de violencia sexual hacia las mujeres.

Ante la magnitud de estas necesidades, “es importante también que en los centros de salud haya disposición de medicamentos y formación de calidad para el personal de salud, y, la urgente aprobación de un Protocolo de Atención Integral a víctimas y sobrevivientes de violencia sexual”, expresó Robert López, psicólogo y educador comunitario de Médicos Sin Fronteras (MSF).

En específico, en Choloma, Cortés, la cantidad de adolescentes embarazadas es evidente en las comunidades, y la falta de atención medica en general es latente. López, destacó que hay sitios donde ni siquiera hay médicos, enfermeros, mucho menos cultura y educación en salud sexual y reproductiva.

“No hay una persona en la comunidad que sepa de primeros auxilios o que sepa para qué sirve cierto medicamento. Mucho menos que pueda guiar en temas de planificación familiar o brindar una consulta prenatal o ginecológica”, apuntó López.

El abuso sexual que sufren niñas, adolescentes y mujeres repercute en su salud psicológica, en Honduras hay casos de mujeres que han sufrido abuso sexual reiteradas veces por diferentes hombres a lo largo de su vida.

Hace falta un protocolo de atención a víctimas de abuso sexual, educación sexual y derogar el decreto ministerial que prohíbe el uso de la PAE, lo cual al menos ayudaría a restringir los embarazos no deseados, en conjunto con los protocolos que establece la Organización Mundial de la Salud (OMS).

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Sobre el auge de las enfermedades de transmisión sexual, informes internacionales muestran el crecimiento de caso de VIH y del papiloma humano. Alvarado manifestó que, con información y educación se podría evitar la facilidad con la estas se transmiten.

“Como no estamos educando, estamos tomando decisiones que están impactando en la vida y les están afectando, de lo cual el Estado de Honduras es responsable también”, dijo Alvarado, defensora de los derechos de las mujeres.

Médicos sin Fronteras expuso que la inadecuada educación en salud sexual y reproductiva conlleva al deterioro en la salud mental de las mujeres, adolescentes y niñas, identificaron que urgen las clínicas móviles está el urgente acompañamiento psicológico. Este año, han realizado más de 739 consultas de salud mental, resaltando que entre los principales diagnósticos está la depresión, ansiedad, duelo, reacción aguda al estrés, psicosis crónica, epilepsia, trastorno bipolar; estrés postraumático y problemas de comportamiento en niños.

No obstante, las denuncias por los diferentes delitos contra la niñez, juventud y mujeres son ignoradas, no existe ningún seguimiento a los casos por más pruebas y evidencias claras que existan, es decir, no son tratadas con eficiencia, más bien son rezagadas e invisibilizadas.

El 4 de septiembre, en el Día Mundial de la Salud Sexual, Ecuménicas por el Derecho a Decidir, señaló que la salud sexual es parte integral de la salud humana, pero que en el país se niega el derecho a la salud sexual a las mujeres y niñas, a las personas LGBTIQ+ y a las personas con discapacidad, reviviendo que exigen un acuerdo ministerial en favor la Pastilla Anticonceptiva de Emergencia (PAE).

Ana Ruth García Cárcamo, coordinadora de Ecuménicas, dijo a Criterio.hn que, la ausencia de derechos sexuales y reproductivos repercute en las mujeres y niñas de todas las edades, pero sobre todo cuando se ha alcanzado la edad reproductiva.

“Hay niñas que desde los nueve años inician su ciclo de ovulación, aunque todavía no se haga presente el ciclo menstrual, si las niñas son abusadas sexualmente a esta edad y tienen desconocimiento científico y educativo de lo que puede suceder si son víctimas de abuso sexual, porque truncan sus aspiraciones e incrementan los niveles de pobreza del país”, dijo García.

En Honduras la educación, el conocimiento científico bien informado, sobre todo en estos temas es negado tajantemente en pleno siglo XXI. En los discursos es común el reflejo de la falta de información y sensibilidad, imperando en la sociedad el mito basado en creencias religiosas.

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