Redacción: Viena Hernández
Tegucigalpa. – Las protestas, huelgas y manifestaciones en Honduras se han reducido a intereses políticos inmediatos, con el propósito de exigir un puesto de trabajo, permanencia en las plazas de empleo, nombramientos, aumentos, entre otros, pero siempre de carácter individual, nunca por un bien colectivo o por las poblaciones permanentemente vulnerables.
Por varios meses, después que inició el gobierno de gobierno de Xiomara Castro el 27 de enero de 2022, son frecuentes las protestas frente al edificio del Centro Cívico Gubernamental (CCG), construido con dinero de los bolsillos del pueblo durante el gobierno del exmandatario extraditado por narcotráfico Juan Orlando Hernández.
Entre esos grupos de protesta están por ejemplo lo maestros del Programa de Educación Comunitaria (Proheco) por exigencias de pagos y nombramientos, de igual forma, en meses anteriores también acontecieron varias tomas de calles protagonizadas por transportistas que exigían aumento al pago del transporte.
Asimismo, supuestos colectivos del partido Libertad y Refundación (Libre) han realizado varias protestas frente a la Secretaría de Salud (Sesal) para exigir empleo y que un dirigente del partido estuviera a la cabeza de esa entidad, en rechazo a José Manuel Matheu, actual titular de Salud.
No obstante, no existen manifestaciones para exigir políticas de seguridad para el combate de la dominante criminalidad y violencia, por el combate frontal de la corrupción, por la independencia de los entes de justicia, seguridad y protección para los grupos vulnerables en permanente peligro, protección del medio ambiente y de las poblaciones ancestrales.
El sociólogo Lelys Paz, comentó a Criterio.hn que desde la perspectiva sociológica esos puntos de vista suelen darse, relacionado con una falta de conciencia colectiva ante los problemas macros de la sociedad.
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HONDUREÑOS PRIORIZAN NECESIDADES INMEDIATAS
Una de las observaciones a destacar es que acontece la transición de pasar de un gobierno autoritario a uno del que una gran mayoría espera mayor apertura a la participación ciudadana, dijo el sociólogo Lelys Paz.
Es oportuno recordar, que, en su mayoría, la población y los mismos personajes que conforman el gobierno, aseguraban que el dialogo sería el principal mecanismo para consensuar acuerdos y solventar problemas y diferencias.
“En gobiernos autoritarios la represión es tan brutal que lamentablemente se cercenan derechos humanos como la locomoción, la protesta y la libertad de exigir los derechos que el pueblo debe tener”, expresó Paz.
En su análisis para Criterio.hn, el sociólogo Elías Castro, observó que este comportamiento se debe a que la ciudadanía actúa con base a prioridades, ejemplificó que, al hablar de luchas, entre la necesidad de un salario digno y exigir el combate de la violencia, la prioridad es el salario, la violencia está allí, se toman las medidas de seguridad y tratamos de huir de esta a diario.
“Este es el reflejo de una profunda crisis social, por supuesto que es heredada, porque no empezó ayer, ha venido acumulándose y se acumuló en los últimos 12 años de dictadura, esta es una de las consecuencias”, remarcó Castro.
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Por su parte, Paz observó que lo que se han creado son grupos para ejercer presión sobre el patrono para se puedan satisfacer algunas necesidades inmediatas, como ser una fuente de trabajo, un mejor ingreso o un aumento de salario.
“La visión termina siendo en gran parte de los hondureños en cortoplacista, únicamente protestar, armar protestas, pero con el fin de satisfacer una necesidad inmediata”, razonó Paz.
A su vez, comparó que al hablar de la trascendencia de los grandes problemas como los del medio ambiente, la inseguridad ciudadana y todo tema y problemática toral o elemental para Honduras ha quedado deteriorado, porque lamentablemente ha sido cercenado a través de un cerco mediático, aniquilando la posibilidad de los hondureños de empoderarse, de ejercer la protesta, el reclamo y la exigencia, al ser satanizada por años en Honduras.
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Es el reflejo de la vigente necesidad que existe en el pueblo hondureño y en las organizaciones –expresó Castro-, respecto a atender prioritariamente las necesidades inmediatas, es decir, asegurar el sustento, comprar los alimentos, resolver los asuntos de la escuela de los hijos, entre otras.
De tal forma, coinciden que al parecer las demandas ya no son generales como antes, la población está velando por lo inmediato, por el alimento, el salario para pagar la energía eléctrica, lo cual también podría relacionarse con el fenómeno de la pobreza, porque se trata de cubrir las carencias, aunque a corto plazo.
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Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. Ver todas las entradas