Tegucigalpa.- Seis días después de que trascendiera su salida de Honduras por amenazas contra su vida, la presidenta de la Asociación de Médicos del Instituto Hondureño de Seguridad Social (AMIHSS) con sede en Tegucigalpa, Ligia Ramos, responsabilizó al gobierno de Honduras “si pasa algo” y expresó su anhelo de volver al país cuanto antes.
“Quiero lo más pronto posible regresar de una manera segura o, por lo menos, con una seguridad básica para poder seguir con mis actividades”, dijo a Criterio.hn la exfiscal del Colegio Médico de Honduras (CMH), quien se encuentra con sus hijos en el exterior.
Hace una semana aproximadamente, Ramos fue alertada de un plan para asesinarla, el cual se habría trazado desde las altas esferas gubernamentales, según denunció el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (Cofadeh).
Aunque ha sido víctima de hostigamiento y amenazas desde hace seis años, Ramos dijo que esta vez “sí sentí una amenaza real, sentí que me salvé por poco”; no obstante considera que ahora “es menos probable (que se cumpla) porque ya se hizo pública, porque ya sabemos de dónde viene”.
La especialista en dermatología, quien participó en las marchas de 2015 y fue vocera de la plataforma de Salud y Educación, ha sido crítica del gobierno por las condiciones precarias del sistema de salud público en Honduras, antes y durante la pandemia del COVID-19, y los actos de corrupción, entre ellos la compra millonaria de hospitales móviles para atender a pacientes con el coronavirus y que al final no sirvieron para ese propósito. Así mismo, denunció irregularidades de la campaña de vacunación, en la que “no se está vacunando al personal o a la población, porque hay un orden de a quién se vacuna primero”.
Actualmente, es candidata a diputada por la corriente política del candidato de la Unidad Nacional Opositora de Honduras (UNOH), Salvador Nasralla.
Pese a las amenazas contra su vida, cuando se le preguntó si pensaba desistir de sus aspiraciones políticas, Ramos dijo que “más bien lo contrario, me ha hecho tomar la decisión con firmeza”.
La dermatóloga responsabilizó “al Estado o al gobierno si pasa algo” y sostuvo que “me niego a renunciar a mis derechos civiles, políticos, me niego a dejar mi vida en pausa en Honduras, me niego a dejar mis pacientes” con quienes tiene una relación muy estrecha y mantiene comunicación aun cuando está fuera del país.
“Me niego a dejar todos mis proyectos de vida, me niego a dejar mi intención a seguir luchando por Honduras, ya sea de forma política o social y, bueno, por eso es que hago la denuncia pública” de las amenazas en su contra.
Para Ramos, esas amenazas se deben a “la incidencia que estoy haciendo en la opinión pública en cuanto a la lucha social que tenemos que hacer y a la lucha política que tenemos que hacer para cambiar este gobierno de forma democrática y puede ser que sea como una piedra en el zapato de esta gente”.
Dijo que su meta es poder trabajar “para dejar a Honduras con un sistema de salud público con calidad y calidez y en este momento creemos que se tiene que trabajar en el Congreso Nacional para derogar todas esas leyes que nos llevan a la impunidad”.
También consideró que “se debe derogar todo lo que tiene que ver con las ZEDE”, las Zona de Empleo y Desarrollo Económico creadas con apoyo de los tres poderes del Estado pese a que diversos sectores han denunciado que son inconstitucionales y que violan la soberanía.
Entonces, consideró que “hay un montón de cosas en este momento donde uno puede trabajar en el Congreso Nacional que nos puede ayudar a regresar el Estado de derecho y la constitucionalidad”.
Recordó que “viene una nueva Corte Suprema de Justicia” y que el fiscal general “está de una forma ilegal”, así como “la misma comisionada de derechos humanos” que “ fue electa de forma ilegal, entonces creo que con un poder legislativo ahorita diferente se pude incidir en cambiar un montón de cosas que son básicas para que Honduras vuelva a su cauce y poder darle pie a que empecemos a mejorar las cosas”.
